(Y a los que como él, están impunes)

No se le hace justicia a Ravell

Se ha repetido veces incontables, la frase del libertador: "La Justicia es la reina de las virtudes republicanas y con ella se sostiene la igualdad y la libertad.". Pero es el caso de cuando esa justicia no llega y la impunidad es la que reina, toda la estructura del estado y la moral del pueblo sufre daños terribles

Desde 1999, es pública y notoria, la conducta de una secta de la llamada sociedad civil (termino usado para diferenciarse del pueblo) mediante la cual se desobedece, e induce a la población a desobedecer las leyes y autoridades legítimamente constituidas. Esa conducta ha generado muertes y caos social, político y sobre todo económico, llegándose incluso al extremo de impedir la llegada de los alimento al pueblo, y dañar la atención de la salud a toda la población, en mayor grado a los pobres. Ese acto criminal ha quedado impune, quienes promovieron y sirvieron de vehículo propulsor de ese nefasto atentado contra la república, están en plena libertad, o en exilios dorados. En el más absurdo de los casos, se usó y se sigue usando a los medios de comunicación radioeléctricos (que usan el espacio etéreo de todos los venezolanos) para dirigir la conspiración contra el estado, el pueblo y el gobierno legitimo. Bajo esa acción se produjo un golpe de estado que dejó decenas de victimas mortales en el pueblo, luego un saboteo petrolero, que condujo las arcas de la nación hacia su mayor perdida económica de todos los tiempos. La pronta y decidida actuación del pueblo Venezolano, acompañado por la mayoría de los hombres y mujeres de su ejército, revirtió el triunfo momentáneo de la oligarquía, del zarpazo contra el orden legal. Pero eso no produjo ninguna reflexión en los gorilas golpistas civiles y los pocos militares sin tropas aupados por Estados Unidos y España. Dentro de esa egoísta banda de delincuentes destaca: Alberto Federico Ravell y Marcel Granier. Éstos son la cabecera de playa que usa el pentágono para dirigir la matriz golpista y transmitir desde el canal Globo visión y la ex RCTV, las estrategias y acciones programadas, siempre acompañadas por medios escritos que servían y sirven de complemento de difusión de las instrucciones de sabotaje.

Aunque estas cosas son sabidas. Siempre es bueno recordarlas y destacar que permanecen impunes hasta hoy ¿por que Alberto Federico Ravell, Marcel Granier, Nelson Mezeranhe, Guaicaipuro Lameda, Enrique Mendoza, Leopoldo López, Capriles Radonski, y unos pocos generales de estiércol, no están presos? Esa impunidad es la que ha permitido que esa gentuza persista en un golpe de estado a cuenta gotas pero continuo. La constante intromisión Norteamericana en los asuntos internos de Venezuela, no ha recibido la condena y respuesta adecuada, pese a las denuncias publicas y a su delación por los cómplices internos, que continúan recibiendo dinero y apoyo logístico de otra índole por parte del gobierno Sion Norteamericano. La justicia que debe recibir el culpable intelectual de los cientos de campesinos asesinados, de los dirigentes sindicalistas muertos por sicariato, los miles de inocentes victimas del odio inducido por esta gente, está reclamando justicia, una justicia que seria el inicio de la verdadera liberación de la opresión que la oligarquía mantiene en contra del estado, sus instituciones y el pueblo en si. Ese seria el golpe más serio y certero que se daría hasta ahora a los incitadores centrales: el departamento de estado de estados Unidos y sus socios Israelíes.

No se debe seguir permitiendo que esos asesinos golpistas - impunes aun - se sigan fugando del país, evadiendo la justicia; una que elevaría la moral del pueblo y por ende de la revolución si se aplicara de acuerdo a las normas establecidas. Tampoco es muy sano que ladrones de la talla de Ismael García y su Hermano Carlos García; que después de llenarse los bolsillos de dinero mal habido producto de las tracalerías con Didalco Bolívar, Carlos Giménez, Johnny Yánez Rangel, y que por interpuesto de Gian Franco Napolitano, sigue hoy contratando y esquilmando al estado y atacando a la vez, lo bueno y digno de la revolución.

Los caídos de la revolución y los inocentes, que por ser pobres, han sido muertos por los desquiciados por los mensajes disociadores de Ravell y sus asociados, reclaman a gritos desde el cielo y la tierra que lo de Ravell, no sea solo una salida del canal del terror, él y sus ex socios, deben dar a la cárcel con sus infectados huesos de terroristas. Es tiempo que la revolución dignifique a quienes se sacrificaron por ella, se debe demostrar a los que quedamos en la lucha, que en caso de morir por defender este proceso colectivo, habrá quien vengue nuestra muerte, de lo contrario ¿Que es lo que hacemos? ¿O solo somos útiles para un fin diferente? Cuidado, exigimos castigo ejemplarizante a los asesinos del pueblo, a los terroristas que nos acosan de día y de noche por sus medios de desinformación.

La impunidad nos está matando la esperanza, no permitamos que siga cabalgando libre y sin castigo, pongamos barrotes de justicia en cada sitio donde esté un delincuente golpista y sus cómplices, no le paremos a las apariencias y a la presión de los medios cómplices internacionales al servicio del imperio y enemigos de los pueblos. Si no hacemos justicia, ellos nos ajusticiaran.

javiermonagasmaita@yahoo.es


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Javier Monagas Maita


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