Trincheras de Ideas

El incendio fascista de Caracas y la impunidad golpista

Todo el país ha visto con estupor cómo el sector más radical de la extrema derecha fascista ha intentado realmente “incendiar a Caracas” como lo proclamara amenazadoramente el joven piromaniaco Jhon Goicochea, en respuesta a la propuesta de Chávez y de la Asamblea Nacional de enmendar 5 artículos de la Constitución Bolivariana para ampliar los derechos democráticos del pueblo venezolano.

No era una bravata, sí una peligrosa amenaza que las autoridades de la Fiscalía y los tribunales desestimaron, pese a los antecedentes del 2007 cuando los jóvenes sifrinos quemaron las acacias de la Avenida Bolívar. No hubo llamados, citaciones, reprimendas públicas al pichón de fascista Goicochea ni a los incendiarios de las acacias, sólo un silencio que estimuló la impunidad, circunstancia que la contrarrevolución aprovechó para lanzar su nueva ofensiva violenta y piromaniaca enmarcada en el Pacto de Puerto Rico. Los estudiantes de las llamadas universidades privadas, con su vanguardia extremista de la Universidad Metropolitana, fueron mucho más allá de los que quemaron las acacias, ahora le tocaba el turno al pulmón de Caracas, el cerro del Ávila o Guaraira Repano. De esa forma, delincuentes disfrazados de estudiantes le prendieron, sin lástima, sin sensibilidad, sin compasión, fuego a la montaña, ante la vista de todos, dos hectáreas de bosques arrasadas, grabados los incendiarios,. ¿Dónde están los jóvenes citados o las autoridades de la Metropolitana, los organizadores de las marchas por parte de la Fiscalía? Sólo silencio cómplice, inaudito, estímulo a la impunidad.

Pero aquello era sólo el comienzo. Siguieron las mini marchas “estudiantiles” (pues no pueden mover cantidades importantes de estudiantes), y con el apoyo de los partidos y grupos de la extrema derecha y sus grupos de choque, con su enorme carga de bombas molotov, de piedras, chinas y metras; camiones llenos de “armas callejeras”, sólo la decidida posición del presidente de no permitir marchas violentas contra el SI y el gobierno, frenó, hasta ahora, la avalancha golpista incendiaria, aún así a los jóvenes burgueses agarrados en flagrancia, fueron soltados a los pocos días y después volvemos a la espiral de la impunidad. ¿No fueron incendiarias, acaso, las guarimbas del 2004 y nunca nada le pasó a los dirigentes de aquellas bárbaras y brutales acciones con la que se pretendía derrocar al gobierno? ¿Han ido presos Radonski, Ledezma o Leopoldo López –para sólo citar unos pocos– golpistas convictos y confesos, asaltantes de embajadas, incitadores a la quema masiva de la ciudad?

Mucha es la debilidad de los órganos judiciales, en primer lugar de la Fiscalía General de la República, que no está a la altura del cumplimiento de sus deberes y su permanente “no hacer nada” contra las violaciones de las leyes y la legalidad de la República por parte de grupos mercenarios revoltosos, agitadores, incendiarios contratados por los integrantes del Pacto de Puerto Rico, pone en jaque la seguridad del país. Igualmente la actitud del Ejecutivo en ese sentido luce débil, falta contundencia, falta presión a la Fiscalía, a los órganos judiciales, muchos controlados por elementos de la derecha. Se hacen las denuncias, se alborota el país como, por ejemplo, las investigaciones del golpe impulsadas por la AN; están todas las pruebas, se sabe que Ravel es el Jefe, y nada, ¿entonces? Él sigue conspirando, retando al gobierno, dirigiendo el Pacto de Puerto Rico, buscando derrocarlo.

humbertocaracola@gmail.com




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Humberto Gómez García

Director de la revista Caracola. Pertenece al Movimiento de Medios Alternativos y Comunitarios (MoMAC). revistacaracola.com.ve

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