A propósito del manifiesto de los intelectuales

El miércoles 23 de enero apareció en “el nazional” una carísima publicidad con el título “manifiesto de los intelectuales sobre la situación política nacional”. Aparte de considerar que el referido manifiesto no es mas que un bodrio (según el DRAE. O Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, en su cuarta acepción. Cosa mal hecha, desordenada o de mal gusto. Ese cuadro es un bodrio. En ese teatro no representan más que bodrios). También puede considerársele como un panfleto y acá vuelvo al DRAE, quien lo define como: “Escrito breve difamatorio. Obra literaria de poca extensión de carácter agresivo”. Eso lo decimos debido a que la mayor parte del referido “manifiesto” no es mas que citas del manifiesto de los intelectuales que si arriesgaron su libertad y hasta sus vidas contra verdaderas dictaduras como la de Pérez Jiménez y que fue difundido el 15 de enero de 1958.

En el bodrio, los “abajo firmantes”, a quienes, con algunas, muy pocas honrosas excepciones me atrevería a llamar intelectuales expresan que medio siglo después del 23 de enero del `58 “los venezolanos atravesamos otro período de crisis y de incertidumbre” y yo pregunto, ¿dónde estaban estos ciudadanos cuando las persecuciones, asesinatos, represiones, desaparecimientos, torturas de cientos, miles de venezolanos en el período betancourista?. ¿Dónde estaban cuando el allanamiento a la UCV y a otros recintos universitarios, cuando se mataron decenas de estudiantes en manifestaciones estudiantiles?. ¿Se durmieron y no supieron nada del viernes catastrófico, 18 de febrero de 1983?. ¿Estaban de parranda y no se enteraron del 28 de febrero de 1989, cuando el pueblo bajó y saqueó, destruyó, quemó y luego fue masacrado por el ejército de entonces?. ¿No supieron que el 2 de febrero y el 27 de noviembre de 1992 hubo dos rebeliones militares en una Venezuela que ya estaba fracturada social, política, económica y éticamente?. ¿Será que estaban dándose la “dolce vita” en 1994 cuando la quiebra de los bancos en el país y la crisis financiera victimizó a cuatro millones de venezolanos?.

¿O es que de verdad creían que era una Venezuela armónica donde todos éramos iguales ante la Ley y Venezuela era la perfecta democracia de América Latina y no la ilusión de armonía que describieron unos estudiosos del IESA, allá por los años `80?.

Luego, el escrito de marras describe una serie de lugares comunes que vemos y oímos en los medios de información privados de manera reiterativa. Es como ver cualquier “alo ciudadano”, pero sin el mataduras tratando de ponerle morisquetas a los guiones que sigue al pie de la letra.. Que si los recursos del estado son manejados a discreción. Que si cada vez dependemos mas de la renta petrolera, que PDVSA confronta una grave crisis (¿será que los gerentes meritócratas que llevaron el precio del crudo a 6 dólares y en 2002 redujeron a cero la producción en el paro criminal lo hicieron mejor?), que la calidad de vida se deteriora día a día (debe ser la calidad de vida de otros y no la de quienes en menos de cinco años han adquirido 500 mil vehículos nuevos que se han incorporado al parque automotor venezolano), que si la inseguridad nos convierte en rehenes del delito, lo cual es muy cierto, pero esto amerita otras explicaciones mas profundas, que si nuestras relaciones internacionales se definen a través del conflicto, con alianzas inconvenientes e inconfesables (no sabemos cuáles, pues todas nuestras alianzas son transparentes en una diversificación de la política internacional, lo cual precisamente genera el conflicto con el imperio y sus adláteres o acólitos), que si en el horizonte se vislumbran graves crisis de abastecimiento, lo que no es mas que una profecía autocumplida con lo del acaparamiento y el contrabando de extracción que propicia el mismo sector oligárquico comercial, que si la intolerancia, la discriminación, la inflación desbocada (debe ser que no vivieron en 1989-1990 ó 1996-1997, cuando la inflación llegó a mas del 100%). Es decir, lugares comunes, medias verdades, mediocridades no propias de quienes pretenden asumir el non plus ultra de la supremacía intelectual sobre nosotros, los simples mortales y si somos chavistas peor, pues nosotros no entendemos sus exquisiteces argumentativas y sus elucubraciones que están muy por encima de lo profano.

Allí aparecen suscribiendo, entre otros, ministros y viceministros de los gobiernos adecocopeyanos haciéndose pasar por intelectuales, dándose un barniz autolimpiante como son entre otros: Pompeyo Marquez, Armando Durán, Jesús Carmona, Jose Mendoza Angulo, el inefable Diego Arria (Diego Arria, el proxeneta de Carlos Andrés Pèrez), Mercedes Pulido de Briceño, Paulina Gamus, Clemy Machado de Acedo (lean bien los apellidos), Ramon Guillermo Aveledo (el copeyano que luego presidió la Liga de Béisbol profesional y paralizó el campeonato de béisbol cuando el “paro cinico nacional” de 2002-2003), Tomás Páez, Eduardo Roche Lander, unidos en un “aquelarre”, digno del mejor cuadro del realismo mágico de la política venezolana, con derechistas como Carrera Damas, Rafael Arraiz Lucca, Jose Rafael Revenga, Adolfo Salgueiro Amalio Belmonte y personajes de la variopinta fauna del oposicionismo radical que mezcla farándula con deporte, periodismo, academicismo mafioso y chismosos de alta alcurnia, todos ellos barnizados por los vapores urbanos como: Zapata, Pino Iturrieta, Moros Ghersy, Alexis Marquez, Heinz Sonntag, Antonio Pasquali, Nelson Bocaranda, Javier Vidal, Rodolfo Izaguirre, Rafael Romero, Fernando Gerbasi.

Hay, firmantes que, sin ánimo de menospreciar a algunos de ellos, pero díganme ustedes, por ejemplo, què tienen de intelectuales sujetos como Miguel Enrique Otero del cual no sé si ha escrito la “O” por la redonda, Sofía Imber, Soledad Bravo, ¡!Nelson Bocaranda¡¡, William Dávila (exadeco, exgobernador, exinvestigado, cualquier excosa pero no intelectual), Gabriel Puerta Aponte, Paulina Gamus, Mendoza Angulo, Orlando Urdaneta, Diego Arria (¡!!si. Diego Arria¡¡¡). Porque una cosa es ser cantante, actor, periodista palangrista, exguerillero reconvertido a la derecha, o funcionario público y otra tener una obra para ser considerado “intelectual”. Y adicionalmente, también firman dicho “documento”, elementos vinculados a mafias académicas y a universidades, rectores y funcionarios, lo cual tampoco los hace intelectuales como Gianetto, Lester Rodríguez, Victor Rago, Mendoza Angulo Antonio París (será muy rector de la UCV, pero de intelectual tendrá lo que yo de astronauta), Luis Ugalde (¿lo recuerdan levantándole los brazos como vulgar réfery de lucha libre o “catch as catch can” a Carlos Ortega y Pedro Carmona Estanga? Creo que esa es su mejor obra de intelectual de derecha).

Queda la interrogante de si todos los que aparecen allí realmente fueron consultados y asintieron para ello, como Isaac Chocrón (¡!¿SIC?¡¡), Rafael Cadenas (otra vez SIC) y Rodolfo Santana, entre otros.

En fin con esta crónica sólo pretendo lamentar como nuestra “intelectualidad” derechizada se ha languidecido al término de que realmente y sin pretender vituperar o ser peyorativo, se ha convertido en una escualidez casi total.

cecilperez@ucla.edu.ve


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Cécil Gerardo Pérez


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