Castillo Lara no irá a ningún tribunal divino ni infernal sino al tribunal de la Historia

“La justicia es la verdad en acción”

Joseph Joubert



“El hombre espiritual no debe inscribirse

en ningún partido, su reino es el de la

justicia, que en todas partes está sobre

toda discusión”

Stefan Zweig



Al referirnos al mediocre, violento e irracional, Cardenal Castillo Lara i analizar las dos sentencias o pensamiento de inicio, conseguimos o deducimos que, la justicia como verdad en acción lo habrá de perseguir en los tiempos venideros –para los que deseen perder precisamente el tiempo en ocuparse de un hombres gris- o que demostró que era un hombre alejado de lo espiritual, porque en este campo de trabajo, fue contrario a la doctrina de Cristo (que no la “cristiana”, igualmente alejada de su creador) porque estuvo inscrito realmente en el partido de los poderosos, de los capitalistas, de los fascistas, de los depredadores, de los aferrados bienes terrenales i, lamentablemente, enfrentado a los desposeídos, a los campesinos i trabajadores, o sea, al pueblo de dios, como cínicamente dicen. Hace unos pocos años escribí un extenso artículo sobre este agresivo, agrio i poco inteligente Cardenal, cuyos aspectos negativos no quiero repetir, para no hacer largo este artículo i porque todo el pueblo de Venezuela desprejuiciado, conoce sus supuestos “méritos”, sino hacer referencia a su desaparición i su posible enfrentamiento al Tribunal de Dios que no sabemos si existe. Lo cierto es que algunos amigos revolucionarios como Sant Roz o Ricardo Abud, respetando sus creencias, lo han llevado ante un tribunal divino (aunque el Infernal lo descartan por tampoco existir ni siquiera el Diablo) i pensando cuántos “pecados” mortales debería enfrentar este sacerdote, tan genuino representante de la mafia universal de la iglesia, fomentadora de disparates aterrorizantes, para engañar i someter a los fieles. Creo que la única verdad que hai en las “escrituras” es que “polvo eres i en polvo de convertirás”. La muerte del cerebro, lo sabemos los médicos, es la murete de la personalidad; con eso todo se destruye i acaba (como sucederá hasta con las estrellas, los planetas o el cosmos en general) i todo lo demás son inventos sin sentido o irracionales. No hai ninguna otra vida más allá de la muerte. Lo que hicimos en este paso o ruta de peregrinos, es no único que existió, i parte de la única justicia posible, es el juicio histórico de la posteridad, mientras posterguemos el olvido. Por ello, los que sobreviven a los tiempos, son hombres como Bolívar, o Mozart, Miguel Ángel, Martí o Newton. Son muchos lo que dejaron ejemplos positivo i dieron luces a la Humanidad; pero son cientos o miles de millones, los que pasaron dejando huellas de sangre, de dolor o de estupideces que ofenden. Uno de ellos, es sin duda, este pobre hombre de mentalidad medieval que, se murió mirando al pasado i maldiciendo el futuro de los que desean ser libres i felices, sin sentir de patria ni de derechos humanos.

Para él, como para todos, no habrá en la Nada, ni un Tribunal Celestial, con una nube con un arpa para cantarle a Dios como premio, ni un Tribunal Infernal con unos diablos danzantes: Satán, Lucifer, Belcebú, Moloch, Manmon, Baal, Belial, porque no son la misma persona sino distintos ángeles caídos como pensó Milton. Apenas si a Satán se le llama también Mefistófeles; tampoco habrá pailas hirvientes ni círculos de fuego, con un menú de castigos. Todo no es más que una fantasía bruta i barata que contradice todo lo científico i lógico. Rosalio Castillo Lara se enfrentará al tribunal de la Historia donde, con el tiempo, tendrá mui débiles defensores, porque la acción de la Verdad los derrotará o aplastará. Fue un sacerdote que ni siguiera el recinto de una iglesia, lo conminó a respetar al prójimo i a no ofender al Presidente constitucional i legítimo de su país. Mientras los primeros Cardenales que tuvimos, no pasaron de ser hombres grises o nulidades engreídas, Ignacio Velasco –el que vio la tragedia de Vargas como un castigo de Dios i conspiró i participó en el golpe de estado- i Castillo Lara, quien vivió en Venezuela en una especie de castillo feudal i vomitó lava como un volcán de odio i de mentiras, han sido ejemplos de la auténtica distorsión i mala política de la iglesia de Roma. No fue realmente un prelado, sino un visir, del emperador del Vaticano. Por eso, se fue a la Nada, i solamente dejó malos recaudos para la Historia.

robertojjm@hotmail.com


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Roberto Jiménez Maggiolo


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