Los grandes secretos de Manuel Espino: ¡hijo de la chingada!

El tipo, Manuel Espino, llegó como todo un charro rajao, insultando a nuestro país, hablando de que se está secuestrando la libertad de expresión y de que vamos hacia un régimen peligroso. Viene a darnos lecciones de democracia el hijo de Fecal, el tipejo que le robó las elecciones a Obrador.

Pero en cuanto Espino insultó a Venezuela fue convertido por la oposición en la vedette suprema del circo mediático. Pero ya Manuel Espino había estado antes del golpe del 11-A en Venezuela como veremos, y sabía que podía actuar con total impunidad “porque este es un país de mierda en el que al que le dé la gana lleva la bandera al revés, le mienta la madre al Presidente, llama a matar a Chávez por televisión, etc., etc., etc.,…”

Globovisión pasó las declaraciones de Manuel Espino más 134 veces en distintas versiones, con comentarios y debates. Cada vez que el Espino con su cara de charro ex coito hablaba, el Matacuras se extasiaba y decía “repítanlo, está muy bueno, y apoyen sus declaraciones con imágenes de protesta de los estudiantes, con el problema de la inseguridad y los gravísimos peligros que conlleva la reforma a la Constitución”. Y repetían y repiten hasta el asco estos micros. Toda la “gran prensa” recogió en grandes titulares las declaraciones de Espino. Es la orden, y el chancho Espino lo sabe, para eso le pagan bien, para eso vino.

Está claro que lo enviaron desde México para provocar y lo escogieron Vicente Fox, Felipe Calderón y algunos asesores del Departamento de Estado norteamericano. Vemos así que el Cachorro sigue herido y decidido a vengarse de las verdades que le cantó Chávez.

Claro, Chávez tiene que dejarse humillar, vejar, escupir, maldecir por cuanto horrible deslenguando llegue al país, y si reacciona tiene que darle explicaciones al mundo por “su avieso y despótico comportamiento”. Porque si Chávez llega a responderle a Espino, entonces “insulta”, “arremete”, “agrede”, “descalifica” y “criminaliza la protesta”. La típica ley del embudo del fascista: “Si no te dejas violar, eres un violador de mis derechos y de mi libre albedrío, ¡imbécil!”

Así pues, el gran hijo de la chingada de Manuel Espino anduvo en Venezuela como Pedro por su casa, de lo más seguro y confiado lanzando cuanta mierda pudo contra el “gobierno tiránico de Chávez”. Pero él ya conocía muy bien el país, digo, por haber participado en los pormenores de la confección del golpe del 11-A. Muy empolvadito, con su lenguaje florido “democrático”, con su humanismo pinochetista, él pertenece nada más y nada menos que a la ODCA (Organización Demócrata Cristiana de América Latina), una de las centrales fascistas que escogió a Carmona Estanga como director máximo de la conjura. No olvidemos, que cuando se da el golpe del 11-A, se propone como canciller a José Rodríguez Iturbe (entonces vicepresidente de la ODCA), a quien de inmediato el dictador Pedro Carmona Estanga le da todos los poderes para que proceda y le corte el suministro de petróleo a Cuba y es cuando comienza a descender el precio del barril. Ya para el 13 de abril el precio del barril había descendido dos dólares. Más aún, la CIA había conseguido reunir al mismo tiempo toda una gama conspiradora internacional, para que se reconociera en tiempo récord al nuevo dictador. Dos meses antes del golpe los asesores gringos del golpe junto con Manuel Espino tuvieron una importante reunión con la ODCA en Caracas. Allí, Eduardo Fernández propuso su ayuda en la conformación del nuevo gabinete, y se aceptó que fuese el ultra-católico Carmona Estanga quien inaugurara una nueva era de progreso para Venezuela. El presidente de la ODCA entonces era Gutenberg Martínez (esposo de la cancillera chilena de ese momento, Soledad Alviar). Gutenberg trajo buenas disposiciones del gobierno de Ricardo Lagos para ayudar en todo lo que estuviese a su alcance para derrocar a Chávez.

Simultáneamente, el contralmirante Héctor Ramírez Pérez viaja a Chile para sostener varias reuniones con los veteranos “demócrata-cristianos” que habían participado en la batalla del 11 de septiembre del 1973. Ramírez Pérez llegó a Santiago a principios de abril. Allí fue recibido por el capitán de navío Martínez Hernández, agregado de Defensa en la Embajada venezolana en Chile. La encargada de poner a Ramírez Pérez en contacto con los expertos fascistas chilenos, fue la encargada de negocios de nuestra embajada, la señora Delma Mirelles. Esta dama, el 12 de abril, entró al palacio de la Moneda para entregarle al Presidente Ricardo Lagos, el maravilloso currículo de Pedro Carmona Estanga (donde iba consignada una carta aprobada por el cardenal Ignacio Velasco). Iguales movimientos estuvieron activando la CIA junto con la ODCA, a nivel de diplomáticos peruanos, salvadoreños, colombianos y ecuatorianos.

La ODCA para esa época consiguió repartir unos 750 mil dólares entre varios altos oficiales de la Fuerzas Armadas venezolanas.

La CIA hizo otro pedido de dinero para tensar aún más las alarmas y esta vez era para sacar a los muchachos de los colegios católicos, junto con maestras y profesores, monjas y beatas, para protestar la reforma al Reglamento del Ejercicio de la Profesión Docente. Exactamente lo mismo que están haciendo otra vez, calentando la calle con estudiantes, idea que sin duda está fundamenta por propuestas de la ODCA. Véase que quien está encabezando estas marchas, debates y perturbaciones estudiantiles es la UCAB.

Pero la acción del pájaro Espino no es aislada y tiene, como es fácil de colegir, amplias y perfectas conexiones con la campaña internacional desatada por los obispos en América Latina. Al tiempo que Espino atacaba con total desenfado dentro de nuestro territorio se armaba ex profeso la “equívoca” noticia de que Baltazar Porras era expulsado de Cuba, junto con la guazábara de insultos de este vil prelado desde la Habana contra nuestro Presidente. Pero nombre de la democracia, de la libertad y de los derechos humanos hay que calarse los insultos de estos grandísimos hijos de la chingada. Luego saltó otro loro inmundo desde Honduras, el cardenal Oscar Rodríguez Maradiaga, atacando con furia a Chávez. Pero la oposición Venezuela necesita mucho apoyo de delincuentes internacionales que se metan en Venezuela y declaren contra Chávez en momentos en que se discute la reforma de la constitución. Hoy, 25 de julio, el diario La Razón se despepita en insultos contra nuestro país, y el diario El Nacional publica un editorial contra el ataque a los extranjeros, al tiempo que recoge reportajes sarcásticos contra el gobierno por tratar de revivir leyes contra los extranjeros del año de 1942. No olvidemos que la posición contra el gobierno vienen enmarcada en la posición de Alexis Márquez Rodríguez quien declaró por Globovisión: “La lucha de nosotros desde la oposición debe ser celebrar y aplaudir con profundo fervor y locura todo lo malo que le pase en Venezuela mientras Chávez sea presidente.”

Dice el editorial de El Nacional: “Ya el domingo pasado el jefe del Estado había asomado su molestia por la actuación del presidente la Organización Demócrata Cristiana de América, Manuel Espino, representante de la corriente de derecha mexicana, quien simplemente tachó de "autoritaria y populista" la tendencia predominante en el Gobierno venezolano. Pero lo que no debemos perder de vista es que se trata de una opinión, expresada en público, sobre un proceso como el bolivariano que, desde sus inicios se auto-proclamó como una propuesta internacional, es decir, que no se reduce a las estrechas fronteras venezolanas.”


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José Sant Roz

Director de Ensartaos.com.ve. Profesor de matemáticas en la Universidad de Los Andes (ULA). autor de más de veinte libros sobre política e historia.

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