Cesar Pérez Vivas y su partido

De repente es una moda, generada por el oficialismo para aparentar que en Venezuela si se practica la democracia. Es así que cualquiera con una carpetica y apoyo gubernamental legaliza una organización política para luego Jorge Rodríguez gritar a los cuatro vientos que existen 107 partidos en todo el territorio nacional, por tanto que dejen de participar 4 o 5 no tendrá peso en el sistema electoral vigente. Nuestro cordial amigo Pérez Vivas, carece de estructuras, mucho menos financiamiento y se le ha ocurrido la genial idea de fundar un partido político para salvar a Venezuela, casi que compite con José Brito, casi porque este entregó bolsas de comida en cantidades industriales.

Cesar es de esa generación que con una declaración o idea pretendían ganar unas elecciones o cambiar el destino del país, pero al pasar de tiempo entendió que a fuerza de artículos de prensa solamente no se construyen liderazgos políticos, y con esa sangre gocha lanza esta propuesta de un nuevo partido político. En Copei hace años en las convenciones internas los dirigentes de esa región eran muy particulares. Ellos mantenían su independencia estratégica con los dirigentes nacionales, negociando los votos de los delegados como un solo bloque buscando posiciones en el Comité Nacional. Difícil de controlarlos, La fuerza andina hizo que personas como Abdón Vivas Terán y otros muchos vibraran al ritmo del país. El liderazgo de Cesar Pérez Vivas fue producto de un cambio generacional influenciado por Eduardo Fernández, quien llevó de la mano a la secretaria general también a Donald Ramírez, Luis Ignacio Plana y Roberto Enriquez, hasta que llegó el proceso las directivas ad hoc, en las cuales también influyó, lógico siempre y cuando se restearan en las aspiraciones presidenciales de El Tigre Fernández. Solamente Roberto Enriquez le echó un parao y lo freno causando la renuncia de Eduardo.

No se sabe si Pérez Vivas se vio en el espejo de Eduardo con Unión y Progreso, partido del que se vanagloriaba Fernández de ser su fundador, para nada, no figuró en las parlamentarias. El problema con Cesar es que perdió el nivel dirigencial. de su paso por la gobernación de El Táchira, solo queda el recuerdo de la nomina paralela por la cual arrestaron a un empleado que mágicamente dormía a todo el mundo y hacia lo que le daba la gana en la administración, por otro lado lo único que hizo como gobernador fue tratar de proyectarse para ser presidente de acuerdo a los consejos de sus asesores Max Guerra y Luis Barragán, que más bien eran operadores de teléfonos uno recibiendo las llamadas y otro llamando para los otros estados metiendo casquillos, porque esa es su única forma de hacer política. Con estos dos señores Pérez Vivas no cuenta para fundar su partido, uno es acompañante de un diputado que fue adeco y ahora es de Primero Justicia y el otro forma parte de la nomina de Vente. Fíjense que en Anzoátegui el único dirigente regional que lo podría acompañar está aspirando la presidencia de Copei se llama Jesús Aguilera, y los dirigentes municipales como Geomar León y Mata Caña en Puerto La Cruz, difícilmente se lancen en esa aventura. Además hay que estar claro la verdadera razón de ese partido es simple y llanamente oxigenarse con la intención de recuperar el liderazgo perdido en El Táchira para aspirar nuevamente la gobernación.



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Claudio Schiveci

Exdirigente juvenil en el Liceo Cajigal de Barcelona, Cofundador de la revista Horizonte, redactor de la revista cultural Candilejas. Columnista en los diarios El Metropolitano, La Nueva Prensa de Oriente y Diario Impacto en Anzoátegui.

 claudioschiveci@gmail.com

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