1. Señorito Pablo Casado, seguramente usted supone que Leopoldo López es antirracista, anticolonialista y profundamente admirador de Fidel Castro, cómo si lo fue Mandela. Señorito don Pablo Casado, usted piensa en su profunda bestialidad de franquista, que Leopoldo López estaba luchando aquí contra un oprobioso régimen que odia a los negros, en la defensa de un grupo social que se está muriendo de hambre, que no tiene dónde caerse muerto, como los andrajosos y pordioseros del Antonio Ledezma (también residente en el Barrio de Salamanca), como los potentados de Juan Guaidó, María Corina Machado, Lorenzo Fernández, Julio Borges, Carlos De Veccio, Enrique Capriles, Henry Ramos Allup, Manuel Rosales,…

2. No teniendo nada en su cabeza para homenajear a su par venezolano, el que nunca dijo nada cuando por su llamado a tumbar el gobierno bolivariano, sus partidarios quemaron a 22 negros, viene entonces don Pablo Casado y lo compara con el héroe Anti-Apartheid Nelson Mandela. Ustedes, señores franquistas, quienes han protegido al miserable racista que quemó a Orlando Figuera, al tatatarabuelo tuyo, Pablo Casado, al Torquemada de Enzo Franchini Oliveros…. Porque ha de saberse que los conquistadores del tipo Pablo Casado practicaban en América la aberrante afición de empalar, aperrear y quemar negros, ¡y venir este bellaco a hablar de Mandela, y compararlo con uno de su clase!

3. Tú, Pablo Casado, debes suponer que el gran Nelson Mandela luchó apoyado por la CIA; que fundó un partido porque su mamá tenía vara larga en una poderosa empresa petrolera que le suministro el capital necesario para fundarlo. Tú debes suponer que el imperio gringo luchó a brazo partido para tratar de sacar de la cárcel a Nelson Mandela. Con razón, carajo, te plagiaste la tesis con la que te graduaste.

4. En su bestialidad pro-colonialista, Pablo Casado, debe suponer que Leopoldo López luchaba porque en Venezuela, vivimos bajo un régimen de Apartheid, en el cual a "sus negros" se les tiene prohibido habilitar negocios o ejercer prácticas profesionales dentro de las áreas asignadas, tal cual como ocurría en Sudáfrica. Tú, Pablo Casado, te imaginas que entre nosotros los opositores viven totalmente segregados en buses y busetas, en el metro y en aviones, o inclusive los taxis de las ciudades.

5. Pablo Casado, piensa, si es que has estudiado algo, que a los embanderados con Leopoldo López no les está permitido entrar en las mejoras zonas de Venezuela, como el Este de Caracas, por ejemplo, a centros comerciales, asignados a la clase alta, a menos que tengan un pase o permiso exclusivo entregado por la policía.

6. En su genial formación política también se habrá enterado don Pablo Casado que los seguidores de su "Mandela" jamás pueden acceder a tener abogados, a entrar a las instituciones públicas como prefecturas, juzgados, alcaldías o gobernaciones. No pueden reunirse ni organizarse como les plazca, ni salir en televisión o radio, ni hacer llamado a matar chavistas, ni pedir intervención militar, ni aupar invasiones con gringos armados hasta los dientes.

7. Se ve que al señor don Pablo Casado no le importa para nada quién fue Mandela ni lo que hizo, ni lo que buscó para su pueblo, siendo Mandela en todo caso un político que toda la vida luchó contra lo que representa el Partido Popular, un partido falangista, seguidor de la línea del dictador Francisco Franco. El partido del mismísimo José María Aznar, quien junto a Bush y a Blair apoyó la guerra de Irak, y que mintió como un bellaco diciendo a diestra y siniestra que Sadam Hussein tenía armas de destrucción masiva. Por Dios, los políticos de partido, aunque sean bien imbéciles e ignorantes también deberían saber medir sus ("MOJONES") extravagancias.

8. Sabrá don Pablo Casado y Cazado, que el grupo de los 156 líderes presos junto con Mandela, por luchar contra el Apartheid, tuvieron como ejemplo de lucha el famoso discurso de Fidel Castro, en su defensa aquella afirmación heroica de "La historia me absolverá". Y decía Mandela: "Ese mensaje resonó en nuestros 156 líderes, así como en activistas jóvenes como yo… Seis años más tarde, el 1 de enero de 1959, despertamos con las noticias de que el dictador cubano Fulgencio Batista había huido, que Castro y su Movimiento 26 de Julio habían triunfado. Aunque había fracasado en alcanzar su objetivo inmediato, los ataques al Cuartel Moncada se convirtieron en una herramienta de reclutamiento y una gran parte del éxito de su revolución".

9. La amistad entre Fidel y Mandela, floreció en 1966 cuando La Habana fue anfitriona de la Conferencia Tricontinental, una reunión de líderes provenientes de movimientos de liberación en Asia, África y América Latina, incluyendo el de Sudáfrica. La relación entre la Cuba de Castro y la lucha de liberación de Sudáfrica se arraigó profundamente cuando, en los setenta y ochenta, Cuba brindó entrenamiento militar y otras formas de ayuda a los sudafricanos.

10. Agrega Mandela: "Tuve el privilegio de conocer a Castro en 1987, cuando Cuba ayudó a prepararme para mi misión en Sudáfrica dentro de la Operación Vula del Congreso Nacional Africano (ANC por su sigla en inglés). Como parte de esa operación, miembros del liderazgo del exilio se infiltraron en Sudáfrica como la guardia de avanzada que trabajaba de manera clandestina en el país. Todavía puedo sentir la energía de Castro. Recuerdo la presteza sin reservas con la que respondía a nuestras peticiones para ayudar a mi misión como el comandante de la Operación Vula. No tenía la postura de una persona que quiere que su presencia y poder se sientan. Sentí que me hacía mejor persona en su compañía… mejor en el sentido de jamás dejar de querer mejorar la vida de los demás. Nuestras interacciones con Castro y los cubanos reforzaron un mejor entendimiento del significado de la libertad por la que estábamos luchando. Durante finales de los setenta y los ochenta, el ANC y su ala militar tenían sus campamentos principales en la República Popular de Angola. Sucedía lo mismo con Swapo, el movimiento de liberación namibio. Desde el momento en que Angola logró su independencia en 1974, el poder militar del estado sudafricano se ocupó de derrocar al gobierno. Angola sobrevivió en gran medida porque Cuba envió a sus soldados para que dieran sus vidas por la libertad de la gente de Angola, Namibia y Sudáfrica. Su sangre ha empapado la tierra de mi continente. En la Batalla de Cuito Canavale en Angola, que duró de 1987 a 1988 y fue una de las más grandes en tierra africana, Castro ordenó que tropas cubanas de élite lucharan por la libertad. Esa sangrienta batalla sepultó las ambiciones del régimen militar del apartheid y abrió el camino para el acuerdo de paz mediado por Estados Unidos y firmado en 1988. Provocó la retirada de todos los agentes beligerantes extranjeros de Angola y la independencia de Namibia. El acuerdo también provocó el cierre de los campos del ANC en Angola… un avance que ayudó a que el régimen del apartheid de Sudáfrica y las fuerzas de liberación dirigidas por el ANC negociaran la transición del gobierno de la minoría blanca a la democracia. Mandela, en notas para lo que sería una secuela de su autobiografía Long Walk to Freedom, escribió: "Hombres y mujeres en todo el mundo, por los siglos, vienen y van. Algunos no dejan nada a su paso, ni siquiera sus nombres. Pareciera que jamás existieron". El mundo siempre sabrá que alguna vez hubo un hombre llamado Fidel Castro. Los africanos jamás lo olvidarán. Sus incansables ideales anticoloniales y antiapartheid garantizan un lugar especial para él en los corazones de los sudafricanos…. Así, pues, coge tu Mandela del Barrio de Salamanca y aprende algo después de esa, tu inmensa metida de pata…

Bárbaro!: P Casado y el Mandela del Barrio de Salamanca, quien incitó a la quema de 22 negros, protector de Enzo Franchini. …

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