Desde el 30 de abril, don Juan Guaidó está cada vez más desolado: no tiene quien le escriba más libretos para sus shows porque ya todos se han agotado. Tiene además pánico de enfrentar a la propia poderosa prensa capitalista, sencillamente porque ya no tiene nada qué decir (ni ayudado), y no quiere que le sigan sacando por el mundo su sonsa cara, que ni él ya se la soporta. Le gustaría ardientemente que lo detuvieran para convertirse en el nuevo "Nelson Mandela" de las ONG de derecha, de HWR, en sustitución del "bello símbolo" que ha dejado en la estacada a la poderosa prensa mundial; ansiaría esconderse en una celda y ponerse a hacer barras y a tragar chocolate y a ver comiquitas de Disney y luego publicar un libro que llegue a presentar don Mario Vargas Llosa... Le gustaría que Washington le aconsejara meterse en una legación amiga, pero ya las legaciones no están dando cobijo como antes…. No se suicida porque ya no le queda cabeza en dónde darse un tiro... Su "primera dama", doña Fabiana decidió no abrir más la boca y buscar un chiringuito para verdulera, su trabajo en Mérida…

Un cuadro de total pánico, además, para la propia AN que lo desprecia, que se ríe de él y que está en total desbandada.

Veo a camaradas pidiendo a gritos que detengan a Guaidó: ¡NO! Sería un catastrófico error político, no por las amenazas de los gringos, que sería lo de menos, sino por las grandiosas estupideces que viene cometiendo nos favorecen en grado sumo y milagroso.

¿Con qué coraje un gobierno revolucionario que se precia de luchador, aguerrido y heroico se va a rebajar deteniendo y encarcelando a un mequetrefe que se presta tan duchamente para el modelaje farandulero, que morisquetea y se contorsiona buscando poses ante las luces de un experto fotógrafo de misses? Zape!

Desde el 30 de abril, todo el mundo está a la espera de su próxima metida de patas. Pero en Washington, los Think Tanks, lo analizaron con microscopio, y se pelaron bien feo, porque se imaginaban que los venezolanos somos de esos pendejos que nos gustan a muñequitos de torta del tipo como el Barack Obama, el Enrique Peña Nieto, el Juan Carlos Varela o Iván Duque… Se pelaron…

Y lo peor son los imbéciles que rodean a Trump que se comen todos los mojones que le dicen los chulos y mantenidos de la oposición venezolana que andan gozando con todo lo que nos están robando los gringos, inglese y portugueses. Fueron estos chulos y le dijeron a Mike Pompeo, a Mike Pence, a Ellior Abrams, a Marco Rubio y a John Bolton que Maduro estaba listo y que con un empujoncito se iría de bruces, y colorín colorado los gringos volverían a cogernos a lazo. Y fue entonces cuando echaron la paradita del 30 de abril, liberando al cobarde de Leopoldo López, y lugo en estampida luminosa corriendo en un santiamén de la guarida de Chile a la de España.

El 30 de abril, en menos de dos horas quienes cayeron fueron ellos, Guaidó y su combo junto con toda la plana mayor de halcones asesinos de la Casa Blanca. El imbécil de Mike Pompeo salió diciendo que el presidente Nicolás Maduro estaba a punto de huir, cuando unos rusos se lo impidieron. Luego John Bolton aseguró que estaba en comunicaciones con el presidente Mikel Moreno y Padrino López para la acción del golpe y que le habían quedado mal… y más tarde Elliot Abrams dijo la horrible pendejada de que había apagado los teléfonos para no comunicarse con los comprometidos en la sonada.

Dicen en España: "Si no fuera por los muertos y la envergadura del drama social, el intento de golpe de Estado del 30 de abril en Venezuela bien pudiera calificarse como una charlotada. Cuesta trabajo digerir tanta equivocación en los cálculos de la dirección opositora y de los asesores estadounidenses. Algo debe estar fraguándose detrás de la pantomima. Unos y otros han cometido muchas equivocaciones, pero no de ese calibre. Suponiendo que la desesperación sea la culpable del desatino, habría que tener visión láser, como la de Superman, para echar un vistazo al guion de Washington y saber en qué acto de la tragedia estamos, y qué falta por venir. La escalada punitiva proseguirá, pero también la movilización defensiva del régimen. Era previsible que no iba a rendir la plaza sin presentar batalla. Como se ha visto, la toma de la fortaleza chavista no es fácil".

Agregan los antichavista europeos: "El plan de Guaidó para el cambio en Venezuela se enfrenta al estancamiento.. Las sublevaciones callejeras han sido masivas pero insuficientes durante los dos últimos decenios. El relevo en Miraflores casi se logra pacíficamente en abril de 2013: Maduro obtuvo 7.505.338 votos (50,66%) contra 7.270.403 votos de Enrique Capriles (49,07%). Apenas 300.000 sufragios de diferencia. Dos años después, la oposición ganó la mayoría en la Asamblea Nacional, pero en sus rifirrafes con el Ejecutivo cometió errores que aprovechó Maduro…".

Añaden los THINK TANK españoles: "La oposición más radical, integrada por licenciados de la Universidad Católica Andrés Bello, sigue en el convencimiento de que el chavismo es tramposo y manipulará la legalidad tantas veces como necesite para ganar tiempo y seguir al mando. Al no disponer de fuerza suficiente, necesitaban un aliado más temible que Barack Obama. Llegó Donald Trump y detuvo las negociaciones de Santo Domingo asumiendo el reto de liquidar el régimen con una Europa remolcada, y las locomotoras del Grupo de Lima, Colombia y Brasil, a toda máquina. Los países capaces de influir en Washington y Caracas deberán movilizarse con planteamientos realistas para impedir que el próximo movimiento de EE UU en Venezuela sea marcando el paso. Hay salidas. Cuadros chavistas civiles y castrenses hasta hora silentes probablemente asumirían la retirada de Maduro y elecciones con un candidato bolivariano de consenso…". Es decir, hoy como nunca el mundo anti-chavista está severamente derrotado. VICTORIA POPULAR CARAJO!