Por lo que podemos ver la derecha no se incorporará a la Constituyente promovida por el Presidente Nicolás Maduro y su gobierno como alternativa a la confrontación política del chavismo y el antichavismo.

Al mantenerse al margen de esta convocatoria, después de haberse negado a incorporarse a la mesa de diálogo, la oposición abraza la opción de la confrontación abierta contra el gobierno y la institucionalidad que éste representa. Aprovechando la severa crisis económica que 4 años de "guerra económica" nos han dejado, la derecha insiste en restarle legitimidad al gobierno y a las instituciones y desde planteamientos radicales, en los cuales el factor violencia es uno de los ejes centrales, pretende agudizar las condiciones que conduzcan a la ingobernabilidad del país. En este marco las guarimbas, y la violencia callejera, apenas son la punta del iceberg.

Ya está más que dicho por ellos, el gobierno de Maduro es ilegítimo, que se ha salido del marco constitucional, desde marzo a nuestros días es en su versión de la realidad un gobierno represor que violenta los derechos humanos de "protestantes pacíficos" que en las calles repudian al gobierno y es culpable de todas las muertes ocurridas en estos días de guarimbas. ¿Para qué los dirigentes opositores van a legitimar una Constituyente convocada por un gobierno con estas características?, ¿Qué sentido tiene embarcarse en una Constituyente que busca darle legitimidad a un régimen ilegitimo, antidemocrático y represor?, ¿Para qué dialogar, y terminar negociando, con un gobierno al que es mejor deponer?.

Además, y lo más importante de todo ello, desde el norte del continente, los que suministran los dólares y determinan el guión de los de acá, no se cansan de exigirle a la derecha local que mantenga viva la llama de la confrontación, que ahora más que nunca hay condiciones para que "el pueblo en masa" salga a la calle a protestar contra Maduro. Pero además aclarándoles que una Constituyente al único que beneficiaría es a Maduro que se atornillaría definitivamente en el poder.

Ya la Fiscal General y la institucionalidad que representa ha sido "captada" por los sectores enemigos de la revolución. Asimismo, se apostará a que con el paso del tiempo más factores "saltarán la talanquera", quitándole el apoyo al régimen y poniéndose del lado de la "democracia".

Por otro lado, el gobierno parece estar encarando bien la "crisis política" que la derecha ha puesto sobre la mesa y se apuesta a Rosalinda con la Constituyente. Queda por ver que tan sólida es la unidad del chavismo puertas adentro y que tan sólido es el liderazgo de Maduro y lo más importante que tan cohesionado están hoy los mandos en la Fuerza Armada Bolivariana. Nadie puede olvidar que en 2002, el golpe contó con importantes aliados en el seno de los militares que traicionando al mismísimo Chávez permitieron que Carmona Estanga se juramentara en la Presidencia, después de deponer al presidente legítimamente electo por el pueblo.

Aún falta saber cuántos más harán como la Fiscal Ortega Díaz, pero además es imprescindible que los problemas económicos (inflación, desabastecimiento, inseguridad, etc. ), agudizados por la crisis política, no se soslayen y que a la par de la Constituyente el gobierno le demuestre al pueblo que el chavismo sigue siendo la opción política, que más conviene a la mayoría.