Sor Lucifer

            La cara del diablo tiene muchas mascaras y siempre viene acompañada de muy malas intenciones que por las mismas cosas diabólicas de la gran prensa presentan al diablo como Dios. Hay una especie de mediatica del infierno que en los últimos tiempos ha despertado interés en la alta curía de inscribirse dentro de los procesos políticos. En El caso de Venezuela esto no es una novedad, la prensa (para no llamarla gran) trata de apuntalar a la Conferencia Episcopal Venezolana como el partido político de mayor aceptación en el país contracorriente de lo que arroje una lectura fiel a la realidad venezolana y donde se oculta el vertiginoso descenso de los simpatizantes de este partido de un Cristo falso y a-histórico. No es casual que este haya sido la principal preocupación en el último sanedrín de la alta curía venezolana.

            Este in crescendo de las antipatías terrenales contra la iglesia (de los del templo) no ha tenido una génesis accidental, sino más bién su concepción ha sido planificada para hacer de los púlpitos, de las misa y de las prácticas de seudo evangelio un instrumento contra los pobres de la tierra y una ferrea defensa de los intereses de las grandes corporaciones nacionales e internacionales que brindan atractivas limosnas a los prelados importantes de este país. Allí  está el caso de la inusitada fortuna de Baltazar (y esto hasta pudiera ser bíblica) quien pobremente y haciendo un himno de la palabra de un tal San Francisco: “deseo poco y lo poco que deseo lo deseo poco”, se fue a Panamá para aperturar, con denarios modernos (10.000$) una cuenta bancaria (http://www.aporrea.org/oposicion/n261366.html).

            Es la cara del diablo que cedió ante el tentador y se imperializó como bien lo hace ver Hinkelanmert  en la historia del diablo: Una vez imperializado el cristianismo es el poder del imperio que empuja el proceso, y el cristianismo está a su servicio. Fue imperializado, y lo admitió con gusto”. Secuela de ello han venido brotando actos daibólicios como el de una monjita y además docente de Maracaibo quien entiende a su manera en su evangelio light lo que es la gracia, y en función de ella pide ese auxilio divino para que desaparezcan chavistas y todos aquellos que no crean en la religión de Mammon, al contrario de Sor Lucifer quien sabe adorar el becerro de oro y además adora el oro del becerro.



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Nelson España

Miembro del Frente Antiimperialista de la Zona Sur - Anzoátegui

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