Apartheid progresista

Siguiendo con la serie de artículos que pretenden desnudar el discursito de la MUD mejor conocido como los lineamientos del plan de gobierno de la unidad nacional y de su representante; el cual fue firmado ante el país en noviembre del año pasado, importante es señalar como el lenguaje que estos señores despliegan en sus lineamientos además de exponer un profundo desprecio por la Constitución, muestran además el profundo aborrecimiento hacia el pueblo chavista que apoya el proceso revolucionario.

Esto parece repetitivo, muchos han señalado el carácter orgulloso y soberbio de los dirigentes de la oposición, sin embargo, la mejor demostración de cómo nos ven y cómo ven al país es su propio plan.

Comienza este proyecto de país asegurando que “el actual gobierno, fundamentado en una ideología contraria a los principios democráticos, ha traicionado el acuerdo social que rige a los venezolanos desde 1999. Ha violado constantemente la Constitución, irrespetando la separación de poderes, pisoteando la participación, inclusión y pluralidad. Para enfrentar estos desmanes, y rescatar la institucionalidad democrática, un buen gobierno, una sociedad productiva, con calidad de vida y con buenas relaciones internacionales”.[1] 

Resulta bastante curioso que quienes derogaron la Constitución de 1999 -que hoy defienden a ultranza, por lo menos en apariencia- acusen al proceso revolucionario de traición. Si en este país existiera justicia esos señores que hoy se erigen como los más versados demócratas estarían presos por haber violado la Constitución y haber coadyuvado en el Golpe de Estado de 2002. Y que no me vengan con el cuento del “vacío de poder” pues esa tesis en estricto derecho y jurídicamente hablando se cae cuando leyeron su famoso decreto –hecho público, notorio y co0municacional-; ese documento constituye la prueba del delito que cometieron.

Continua la exposición de estos señores asegurando que “si algo ha caracterizado al actual ciclo político es su voluntad de erigirse sobre las cenizas de los factores que adversa, lo cual se ha traducido bien en políticas deliberadas de supresión, bien en políticas de marginación, deslegitimación o arrinconamiento. El manejo de los símbolos patrios, la interpretación de la historia, el lenguaje político y la acción gubernamental han concurrido consistentemente en la dirección de fracturar al país y levantar una barrera infranqueable entre su ideología y el resto del mundo social y político. La devastación institucional padecida en esta larga década, estimulada por la lava corrosiva del personalismo político y del autoritarismo, tiene que ser enfrentada con una dosis intensa de sentido de la institucionalidad.”[2]

Resulta curioso el lenguaje que estos “sabios” utilizan; pues si nos fijamos detenidamente sólo términos peyorativos, nocivos y especialmente desfavorables caracterizan a lo largo de este plan cuando van a referirse al gobierno nacional o al proceso revolucionario.

Es corriente encontrar en este “plan de gobierno” vocablos como marginación, supresión, deslegitimación, arrinconamiento, fractura, devastación institucional, autoritarismo, traición, irrespeto, desmanes, pisotear, lava corrosiva entre otras tantas expresiones. Estos sabios se sumergieron en una especie de éxtasis lingüístico con el que pretenden asemejar al gobierno nacional con “lo malo y diabólico” estigmatizándolo, criminalizándolo -que además constituye un estilo característico de la oposición venezolana-, y que se repite día tras día, mañana, tarde y noche, los 365 días de estos últimos trece años en los medios de comunicación privados venezolanos y sus redes internacionales.

Sin embargo, las expresiones utilizadas cuando se refieren a ellos -la oposición venezolana- estas se refieren a “rescatar la institucionalidad democrática, un buen gobierno, una sociedad productiva, con calidad de vida y con buenas relaciones internacionales,” es decir solo se muestran como los salvadores de la patria, de la institucionalidad, defensores a ultranza de la Constitución de 1999, ellos que la derrocaron! irónico no?.

Esta pequeña metáfora que estamos revelando es apenas sólo la punta del iceberg que muestra a las claras cuales son sus verdaderas intenciones que persiguen los lobos vestidos de corderos  de la MUD y que siguen, repitiendo todos sus voceros –asesorados por los especialistas en marketing político extranjeros y nacionales- ello mediante la elaboración de un discurso “correcto y adecuado” hacia el electorado nacional; especialmente dirigido a la clase media, ni ni y a los chavistas Light, denigrando de un modelo de vida alternativo que representa el proceso Bolivariano, frente a una alternativa “progresista y moderna” que estaría enfrentando al oscurantismo político que según ellos representan estos últimos trece años de proceso revolucionario.

 Sus propios alegatos y sus discursos conducen al apartheid progresista no revelado de manera abierta, pero que al desfragmentarlo y estudiarlo en detalle se muestra claramente.

Por ello, camaradas y por miles de detalles como estos, no pueden pasar, ni pueden volver al poder, porque esto significaría la destrucción ya no del adversario sino del enemigo –tal y como nos ven y nos tratan-, y esto no lo estoy asegurando yo, sus propias palabras así lo demuestran.


alecucolo@cantv.net


[1] Página 11 punto 28

[2] Página 11 punto 32



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María Alejandra Díaz

Abogada constitucionalista y representante del Estado ante la Comisión y la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Vicepresidente de la Comisión de Justicia y Tutela Efectiva de la Asamblea Nacional Constituyente de Venezuela (2017).

 @MariaesPueblo

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