Cualquier persona pensante estará de acuerdo con el Ministro de la Cultura cuando compara a los intelectuales que defienden la "labor cultural " de Econoinvest con aquellos que "defienden a los “narcos” por el sólo hecho de que hacen obras sociales". “No les importa de dónde viene ese dinero, en este caso que se origina del delito bancario, del feo juego financiero, que con las transacciones cambiarias y de la bolsa le ha hecho daño a toda la población”.
La conducta de estos “defensores de la cultura” se equipara con la de aquellos personajes que abogaron por Pablo Escobar fundamentándose en las donaciones que diera para la construcción de la iglesia San Simón Apóstol en Medellín. 1
Si siguiéramos en esa trayectoria, pronto estaríamos emulando a la Corte Malandra de Venezuela, “un colectivo de artistas que se dedica a crear y adorar imágenes de delincuentes fallecidos, que a decir del artista Esteban le inspiró para representar en estatuillas a Pablo Escobar como Robin Hood, o con traje formal de congresista".2
Es bueno recordar que la moral de estos mecenas del siglo XXI no es muy diferente a la de aquellos sicarios que antes de salir a cometer sus crímenes, se encomiendan con fe admirable a la Virgen de los Dolores. De igual forma, cada mañana, los pulcros banqueros se encomiendan al Corazón de Jesús, y a la Santa Madre de Dios con aquella antigua oración mariana: “Bajo tu amparo nos acogemos, /no deseches las súplicas que te dirigimos /en nuestras necesidades / antes bien, líbranos siempre de todo peligro / Oh Virgen gloriosa y bendita.” Tal amparo a sus delitos no les fue concedido y las plegarias al final no sirvieron de nada… fueron descubiertos “in fraganti”. Ahora estos delincuentes de “alta ralea”, que tanto daño hicieron a miles de venezolanos, deberán entregar cuentas a la justicia humana.
Es de suponer que entre la casta de los llamados "intelectuales venezolanos" existen seres pensantes. Ojalá alguno de ellos llegue a conocer las reflexiones del ministro Francisco Sexto. Parafraseando el título de un artículo de Aldemaro Barrios R, pudiera darse el milagro de que alguno de los artistas o intelectuales “favorecidos” termine por confesar haber sido engañado diciendo “Yo no sabía eso¨ o “voy a devolver a los venezolanos el dinero mal habido que me dieron esos “mecenas” babosos.
alcidesrivas@gmail.com
