Algunas ideas para ayudar a pensar la situación de la salud en la República Bolivariana de Venezuela

Como nadie tiene el monopolio de la “verdad” y todas las “verdades” dependen de los intereses materiales y espirituales de quienes las profesan, como individualidades y como grupos o clases, lo que voy a decir es mi opinión como trabajador burócrata del sector salud y como miembro de eso que algunos llaman “clase media”. Como dijo Mario Testa en su libro Pensar en Salud, cuando se escribe se hace un multiplagio y salvo que obligue la academia, no vale la pena citar. Que me perdonen los autores.

¿Cómo debería ser el enfoque Revolucionario Socialista en salud?

* Los Revolucionarios Socialistas nos planteamos la transformación radical de las relaciones sociales que sustentan el capitalismo y su dominación de una ínfima minoría que se apropió y apropia a sangre y fuego, unido a medios llamados legales, del producto del trabajo de la sociedad, realizado por nosotros los trabajadores. Las inequidades en el campo de la salud se derivan de este robo legalizado y de la dominación por la fuerza o por la manipulación ideológica. Coerción y consenso, organizado como dominación de la Burguesía en un aparato burocrático-militar-ideológico llamado Estado.
* Cuando los Revolucionarios Socialistas luchamos por necesidades individuales o parciales en salud mediadas por estas inequidades capitalistas como, por ejemplo, que a un sector de enfermos se les proporcione algunas medicinas o se compre algún equipo de diagnóstico, deberíamos estar claros en que mientras no actuemos sobre las relaciones sociales totales de explotación y dominación capitalista, estaremos luchando por “pañitos calientes”, que son necesarios para actuar sobre las consecuencias de las inequidades del capitalismo, pero que si no acabamos con él, seguirán nuestros males intactos.
* Entonces, la cosa no es solamente si se gasta bastante porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) en salud, si hay más o menos hospitales y módulos, si se hacen pocas o muchas consultas, si hay un Sistema de Salud o una mezcolanza de servicios de atención médica públicos y privados. Que, en el fondo, la cuestión no es si hay sistemas de salud buenos, productivos y eficientes en el capitalismo y en el socialismo, que se piensan como autónomos y con vida propia, dentro del modo de vida o formación económico-social capitalista o socialista, que al parecer para algunos no es lo mismo, pero es igual.
* Es verdad que los Revolucionarios Socialistas hemos luchado y luchamos por mejoras a los sistemas de salud, a los servicios, por algodón y alcohol. Pero, lo hemos hecho y lo hacemos, igual que como luchamos porque no nos exploten tanto y pedimos aumento de sueldo, o pedimos que por favor nos den una explotadita y nos den un empleo.

¿Qué decíamos los Revolucionarios Socialistas sobre la crisis de la salud de la cuarta república en 1998?

* La última reforma de la salud intentada, bajo el marco del consenso de Washington y las Multilaterales, quería terminar de privatizar la atención médica de la enfermedad. La Ley de Salud Caldera, aún vigente, era una muestra de ello.
* En un proceso de años, se había venido desfinanciando el sector público de salud para hacerlo quebrar, mientras venía creciendo el negocio de la salud como el pensamiento neoliberal lo concibe. La formación de los profesionales de la salud en las universidades se fue adaptando progresivamente bajo el ideal capitalista de la rentabilidad, desplazándose cualquier idea social, que la hubo en el llamado “Estado de Bienestar”, surgido en la segunda postguerra. Los trabajadores de la salud, al igual que el resto de los trabajadores del país, asumió una perversión sindicalista, gremial y corporativista, orientada por el ideal del menor trabajo posible y el mayor acceso grupal e individual a las migajas del festín petrolero expresado en el presupuesto público nacional.
* La concepción de la salud como atención de la enfermedad y los daños, condujo a la construcción de Ministerios de la Salud que eran Ministerios de la Atención Médica de la Enfermedad y la Salud Pública se erigió en “Enfermología Pública”.
* Nuestro Ministerio de Sanidad y Asistencia Social (el famoso SAS), supuesto rector de la salud en el país, comenzó a usar buena parte de su presupuesto en gastos de personal con una carga burocrática y clientelar, mientras se ejecutaba el 80% de su presupuesto de funcionamiento en hospitales, es decir, para atender a la gente cuando estuviera bien enferma y dañada.
* Hace treinta y tantos años la Federación Médica decía que el 60% de los enfermos los atendía el MSAS, el 30% el Seguro Social (IVSS) y el 10% era privado y les iba de maravillas. Les faltaba contabilizar a los atendidos por el IPAS-ME y la Sanidad Militar. En 1999 se hablaba en el país de entre 400 a 1.000 entes públicos que atienden enfermos, cada quien por su lado. Y como parte de las reivindicaciones corporativas, inspiradas y propiciadas por las políticas privatizadoras neoliberales, proliferaron los “HCM” financiados por el presupuesto público nacional. Algunos estiman que una sustancial parte de los ingresos de las clínicas privadas de nuestro país proviene de estos seguros. Algunos afirman que muchas empresas aseguradoras y la mayoría de las clínicas quebrarían si desapareciera este financiamiento público anárquicamente establecido.
* Se habló, asimismo, de que estos establecimientos de la enfermología pública, considerados insuficientes y con difícil acceso para la población según las pautas de la ciencia oficial, no basaban su acción en las necesidades de los seres humanos que buscaban atención, sino en la “oferta” de unos servicios determinados por una burocracia “experta” y corporativa, intérprete fiel de las necesidades e intereses parciales de unos trabajadores, especialmente de los profesionales, los cuales por la férrea hegemonía del capital los conducía a identificarse con los intereses del negocio de la salud. Las reglas sociales vigentes, para la dominación, hacen que esos trabajadores se desdoblen en roles (como dice el funcionalismo) y cuando se ponen el sombrero de “trabajador de la salud” no identifican en el “paciente” al pueblo que ellos mismos son, salvo claro, cuando les toca enfermarse y vivir la experiencia de la (des)atención.
* Los establecimientos de atención de la enfermología no funcionan sistémicamente, de tal manera que la entropía y el derroche de la energía social es dramático. Los enfermos, en su situación amplia de debilidad, deben tocar las puertas de diferentes establecimientos rogando una atención que nadie sabe con certeza en donde está. Al tanteo, por ensayo y error, a veces consiguen la anhelada atención; otras veces se encuentran con la muerte o con lesiones de por vida. Tampoco existía el cuidado planificado para todas las etapas del ciclo vital.

¿Qué hemos propuesto los Revolucionarios Socialistas desde la Revolución Bolivariana?

* El proceso Constituyente y la nueva Constitución de la República Bolivariana: Permitió que por primera vez se diera la oportunidad de que se escucharan y recogieran una serie de posiciones respecto a la salud, lográndose la coincidencia de una gran mayoría en los artículos fundamentales de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV) aprobada en 1999. El artículo 83 define la salud como un derecho social fundamental parte del derecho a la vida. La salud ya no es concebida limitadamente como un proceso biomédico, sino en su entidad compleja más abarcante de lo social y la vida. El par salud-enfermedad es agrandado a vida-salud. El Estado está obligado a garantizar la salud elevando la calidad de la vida, el bienestar colectivo y el acceso a los servicios. O sea, la cosa abarca toda la política del Estado y no sólo la acción de un ministerio que administra servicios de atención médica. Todas las personas somos corresponsables en el deber de garantizar el derecho. El artículo 84 establece la creación de un Sistema Público Nacional de Salud (SPNS), parte de la Seguridad Social, gratuito, universal, integral, solidario, equitativo y de integración social; el cual priorizará la promoción de la salud y la prevención de enfermedades y daños, y garantizará el tratamiento oportuno y la rehabilitación de calidad. Este artículo es preciso en el derecho y el deber de las comunidades de participar en la toma de decisiones sobre la planificación, la ejecución y el control de la política en las instituciones públicas de salud. El artículo 85 expone que el Estado financiará el SPNS con un presupuesto suficiente para cumplir con los objetivos de la política sanitaria. Asimismo, promoverá y desarrollará una política nacional de formación de profesionales, técnicos y la producción nacional de insumos para la salud. Por último, el Estado regulará las instituciones públicas y privadas de salud. El artículo 86 garantiza el derecho a la seguridad social, el cual comienza por garantizar la salud y asegura una protección en contingencias que atañen a la calidad de vida de las personas y las familias y a grupos de riesgo. Desde la CRBV de 1999, se planteó la construcción del Sistema Público Nacional de Salud (SPNS) como una condición para acceder al Derecho Constitucional a la Salud. Asimismo, en la Ley Orgánica de la Seguridad Social de 2002, se legisló sobre la creación del Subsistema de Salud de la Seguridad Social, y después de 9 años no hemos podido hacerlo. Hay varias versiones de leyes de salud y la Asamblea Nacional no termina de aprobar la Ley de Salud. El mismo Presidente ha tenido varias Leyes Habilitantes y no ha considerado conveniente aprobar por esta vía esta ley.
* El Modelo de Atención Integral (MAI): Este modelo pretendió relanzar los Programas de Salud Pública con miras a "Disminuir la Oportunidades Perdidas", en el marco de la Atención Primaria de Salud (APS), lo cual exigió impulsar un cambio sustancial en la organización de los servicios y del trabajo de los establecimientos, implantando como norma nacional la Atención Integral al usuario, es decir, la no fragmentación de la prestación del servicio de salud, practicar todas las acciones básicas y programáticas en una sola consulta, muy especialmente a la mujer y al niño donde es importante garantizar; calidad, accesibilidad, cobertura, equidad y solidaridad. Es el enfoque integral de la persona, familia, entorno comunitario y la relación con el equipo de salud para reforzar las actividades de promoción de la salud y aproximarse a la prevención clínica, sin olvidar el respeto a la autonomía del individuo, pues la intervención preventiva no puede ser una decisión unilateral de los servicios de salud. Es brindar el máximo de oportunidades al individuo, la familia y la comunidad en la conservación de la salud, promoviendo los factores protectores de vida con actividades, hábitos y comportamientos saludables, donde la participación de la sociedad organizada será la herramienta esencial. Tiene una Oferta Básica de Servicios, que son:

1. Promoción de la salud.

2. Atención prenatal y postnatal.
3. Atención del parto y del aborto.
4. Cuidados neonatales.
5. Control y estímulo del crecimiento y desarrollo
6. Vacunación.
7. Detección temprana del CA. cuello uterino, mama, próstata y colon.
8. Anticoncepción y protección sexual.
9. Cuidados de la nutrición y sus trastornos
10. Atención ambulatoria de la morbilidad.
11. Atención de emergencias
12. Salud Oral
13. Rehabilitación y reinserción social
14. Vigilancia epidemiológica, entomológica y zoonótica.
15. Identificación y clasificación de riesgos ambientales
16. Vacunación de animales domésticos.
17. Control y/o eliminación de insectos y roedores.
18. Vigilancia y control de la calidad del agua, alimentos y sustancias peligrosas.
19. Vigilancia y control de desechos sólidos.
20. Coordinación intra e intersectorial.
21. Evaluación y garantía de la calidad.
22. Registro de información
23. Planificación local estratégica
24. Investigación en salud.

Servicios que se organizan y sistematizan mediante un “Programa Nacional de Atención Integral en Salud”, para cuya operación fue dividido en 6 subprogramas: Atención Integral del Niño, Atención Integral del y las Adolescentes, Atención Integral del Hombre y la Mujer Adultos, Atención Integral de las Personas de la Tercera Edad (65 años y más), Salud Ambiental y Salud Familiar.

* EL Plan Estratégico Social: Otra gestión ministerial consideró necesario profundizar la política de salud visualizándola como un Plan Estratégico Social de desarrollo humano integral, partiendo de las necesidades de la población reconocidas como derechos consagrados en la CRBV, cuya realización exigía un esfuerzo transectorial. En ese momento se avanzó en la conceptualización de la alta política y el sistema de salud, pero no se lograba impulsar los cambios profundos que se requerían para construir la nueva institucionalidad pública. Se avanzaba muy lentamente en la operativización del sistema, mientras las necesidades postergadas de la población seguían acumulándose. Era urgente dar la garantía de los derechos a los sectores sociales excluidos (población en situación de extrema pobreza, población rural, indígena; mujeres, niños y ancianos en especial los más pobres). Postula 4 directrices: 1) Políticas públicas orientadas hacia el imperativo ético de responder a las necesidades sociales de calidad de vida y salud con universalidad y equidad. 2) Estrategia de promoción de la calidad de vida y salud, que busca la preservación y desarrollo de la autonomía de individuos y colectividades, entendida como capacidades para satisfacer necesidades y deseos, mediante la transectorialidad y la acción sobre territorios-poblaciones, actuando sobre causalidades y determinantes sociales, generando capacidades de organización y empoderamiento social. 3) Modo de atención que estructura respuestas regulares, suficientes, integrales y equitativas, conformadas en redes públicas y sociales de calidad de vida y salud, dentro de los ámbitos nacional, estadal y municipal como espacios de gestión en territorios sociales y como ámbitos para el ejercicio político y social entre autoridades públicas y comunidades organizadas. 4) Nueva institucionalidad pública rectora, con liderazgo dentro de una estructura intergubernamental, descentralizada y participativa, comprometida con la transformación de los patrones de calidad de vida y salud de la sociedad venezolana, alrededor de metas concertadas con la misma, convertidas en monitor del progreso estratégico y operacional de la gestión y del desarrollo económico y social de los territorios y del país.

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“La Matriz del PES es la representación operativa del pensamiento estratégico en los procesos de planificación y en la formulación e instrumentación de políticas y proyectos”. Los ejes horizontales, considerados “estructurantes”, contienen los proyectos que combatirán transectorialmente las grandes categorías de problemas que atentan contra el desarrollo de la autonomía al interior de cada etapa de la vida, se refiere a la satisfacción de las necesidades de personas y colectivos, en el ciclo de vida. Los ejes verticales o “ámbitos de desarrollo de la autonomía”, son los proyectos o subproyectos dirigidos a enfrentar cada ámbito de problemas del sector salud que atenten contra el desarrollo de la autonomía a lo largo del ciclo de vida. Esta lógica del PES rompe con la manera tradicional de trabajar por “programas”, donde no se plantea el enfrentamiento de problemas sino administrar capacidades y recursos disponibles en función de áreas de atención que se formulan por demandas de clientelas, y que tocan solamente parcelas de los problemas, no sus causas. Los ejes diagonales izquierdos, representan los enfoques de la equidad (género, étnias y razas, territorios y clases sociales). Los ejes diagonales derechos, representan redes de respuestas (políticas, acciones y servicios) a las configuraciones de problemas.

* Barrio Adentro: La nueva política de los servicios de salud no surgió de la vieja institucionalidad, sino que fue la vida misma la que permitió que en los límites de lo social, al calor de los barrios de un municipio del país, se gestara una respuesta a las demandas del pueblo llano. El Alcalde de Caracas y su equipo, bajo la presión de las comunidades organizadas de las zonas más empobrecidas, ideó con ellas lo que en un primer momento se denominó “Plan Barrio Adentro”. Se trataba de un Plan Integral de Desarrollo de las Comunidades, de un conjunto de políticas transversales que pretendían hacer que la Revolución Bolivariana elevara la calidad de vida de los sectores excluidos, promoviendo la organización social y comunitaria. Se inicia formalmente el 22 de Mayo de 2.003, con la firma del “Acta Convenio entre la Alcaldía del Municipio Libertador y el Colegio de Médicos del Distrito Metropolitano de Caracas”, para dar cobertura a 171 barrios, con la participación de 200 Médicos Cubanos y 30 Médicos Venezolanos y con una inversión inicial de mil millones de bolívares. El Presidente Hugo Chávez consideró que esta experiencia era una expresión concreta de la política de cambio revolucionario en salud que se correspondía con el espíritu y la letra de la CRBV y la institucionalizó como “Misión Barrio Adentro”, decretando su aplicación en todo el país. En dicho decreto se establece que “La Comisión Presidencial “Misión Barrio Adentro” tendrá como objetivo la implementación y coordinación institucional del Programa Integral de prestación de Atención Primaria de Salud, estimulación e implementación de expresiones de la economía social y transformación de las condiciones sociales, económicas y ambientales de las comunidades bajo un nuevo modelo de gestión basado en principios de interdependencia, coordinación, corresponsabilidad, cooperación y de participación activa y protagónica de las comunidades organizadas”. No fue posible para el gobierno de Venezuela conseguir que la mayoría de los médicos atendieran el llamado a incorporarse a la Misión Barrio Adentro, por causa de la deformación de años generada desde las mismas universidades y en las instituciones de salud en proceso de privatización, así como por la coyuntura política que condujo a expresiones de intolerancia y abierto boicot a las nuevas políticas. Le hubiera llevado años al gobierno nacional convencer a contingentes de médicos generales y revertir la dinámica de la formación médica en el país para lograr echar a andar la Misión Barrio Adentro, mientras la gran deuda social de atención primaria de salud clamaba por ser saldada en primer lugar en los sectores excluidos de siempre (el 60% de la población venezolana). Sólo gracias a la existencia de un convenio de cooperación entre Venezuela y Cuba y a la gran disposición y experiencia para la cooperación internacional de los médicos cubanos, se ha podido avanzar con la celeridad hasta ahora demostrada. BA no hubiese sido posible sin la participación solidaria y activa de las mayorías excluidas que cedieron sus casas o espacios de éstas para que pudiesen funcionar los consultorios populares, o para que la logística básica al médico llegase, o para que los insumos médicos tratasen las enfermedades asociadas a la pobreza y hasta aquellas patologías crónicas (diabetes, hipertensión, etc.). Una extensa red social, liderizada por los Comités de Salud, se consolidó con el fin de ir saldando la gran deuda social contraída con los pobres de esta patria. Sin embargo, la hiperfragmentación existente y la no aprobación de una política rectora mediante la Ley de Salud, ha operado perversamente convirtiendo a BA en otro pedazo aislado.

¿Qué hacer hoy, en octubre de 2009? (Deseos no empreñan, pero si no se sueña con los ojos abiertos y los pies en tierra no se hace Revolución)

* Si no tenemos la fuerza suficiente para hacer una Revolución Socialista, hagamos el esfuerzo de empujar la Revolución Democrática expuesta en la Constitución de 1999.
* La garantía efectiva progresiva de los derechos consagrados en la Constitución, desde el Poder Popular, con las comunidades, los trabajadores y los estudiantes, va a seguir incidiendo, cada vez con más fuerza, sobre las condiciones de vida de la población y, por lo tanto, elevando y manteniendo la salud, superando paulatinamente las inequidades.
* Los trabajadores de la salud deberíamos encabezar el movimiento político-social que permita aprobar y ejecutar la Ley del Subsistema de Salud de la Seguridad Social, que unifique bajo una autoridad única nacional e intergubernamental, los servicios de atención médica públicos y privados de este país. Hemos tenido casi 11 años desde que se aprobó en referendo que esto se hiciera. La creación de la Misión Barrio Adentro y su actual reimpulso es, hasta nuevo aviso, una medida coyuntural y parcial que no puede resolver la problemática existente. No se le puede pedir a la Misión Médica cubana que haga la Revolución en Salud por nosotros. Simplemente, no pueden hacerlo aunque seguro quisieran. Ellos sólo tienen gobernabilidad sobre los módulos de BA, los Centro de Diagnóstico Integral (CDI), Salas de Rehabilitación Integral (SRI) y Centros de Alta Tecnología (CAT), organizados en red como Áreas de Salud Integral Comunitaria (ASIC).
* El SPNS integraría en red a todos los establecimientos de salud, públicos y privados, del país. Cada persona, cada familia, cada comunidad, sabría a donde le corresponde ir cuando tenga alguna necesidad.


fmejiasster@gmail.com


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Freddy Mejía


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