Es difícil que Chávez logre salir de la dinámica impuesta por la campaña electoral de Colombia.
Juan Manuel Santos basa su estrategia electoral en la continuidad de la doctrina de seguridad democrática impuesta a sangre y fuego por él y Uribe. Esta doctrina tiene 2 componentes con los cuales el sicariato mediático vincula a Chávez: el terrorismo, (con el que EEUU asoció a las guerrillas colombianas después del 11S) y el narcotráfico, que ha penetrado a toda sociedad colombiana.
El sicariato mediático se ha orquestado desde el 2005 por Santos, de quien se dice, fue reclutado por la CIA cuando era estudiante en los EEUU y ha sido denunciado varias veces por José Vicente Rángel, debido a su complicidad con los EEUU en los planes de desestabilización y asesinato de dirigentes políticos en Venezuela.
Los venezolanos y colombianos no podemos olvidar que siendo Santos Ministro de la Defensa, surgieron los “falsos positivos”, definidos como: los asesinatos de civiles por parte del ejército colombiano, quienes luego son presentados ante la opinión pública como muertos en combate con la guerrilla.
Santos tiene como asesor a J.J. Rendón, un venezolano antichavista también vinculado a la CIA, especialista en guerra sucia y en rumor, vino a Venezuela en 2004 y trabajó junto a “Súmate” contra el referéndum revocatorio y la campaña contra el CNE.
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