El día en que del Naranco destrozó horriblemente a los ladrones Bottome-Granier

La historia del capítulo anterior (del libro de Rafael del Naranco, “El Triángulo de la Corrupción”) continúa; nos encontramos cuando surgieron serias denuncias de sobreprecio en la negociación con la empresa oficial Línea Aeropostal Venezolana (LAV), y Bottome aparecía claramente implicado en estos sobreprecios. El expediente entonces pasó a la jurisdicción del Tribunal de Salvaguardia del Patrimonio Público. Quién lo iba a pensar, aquellos tribunales de la IV eran más arrechos que los de las V. Porque Bottome con todo su poder fue llamado a  declarar junto con otros dirigentes del grupo IBC. Nos refiere del Naranco que en Principio se encontró con que el sobreprecio había superado los 15 millones de dólares, una bicoca.

Se profundizó en las investigaciones, y se encontró que tanto Marcel Granier como Bottome se tenía que preparar para pasar una temporada en Retén de Catia: había indicios de culpabilidad. Pero aquí viene lo típico, lo insólito, lo de siempre: “Entonces Marcel movió sus contactos, y el propio jefe de la DISIP, Rafael Rivas Vásquez, le alertó un día antes de que se dictara el auto de detención contra su socio Peter Bottome…

La llamada a Miraflores no se hizo esperar. Granier pidió al presidente Carlos Andrés Pérez que le recibiera, fue a Miraflores,  y aquella  misma noche CAP localizó a un magistrado de Salvaguarda, que pidió que se produjera el auto de detención contra Bottome. Al día siguiente se movilizaron los abogados de Granier. El expediente pasó a la Corte  Suprema, y se estudió dentro de un mar de presiones. Sin embargo,  llegaron a conseguir lo anhelado. Se produjo una ponencia en  la Corte según la cual Bottome no sería juzgado y se le absolvió de culpa. Aunque la tempestad parecía haber pasado quedó vivo un foco no controlado: el magistrado Silvestre Ortiz Bucarán, que había salvado su voto, argumentó que en el expediente había suficientes elementos para decretar la detención por estafa del empresario de 1BC.

“El problema fue conjurado, y aunque no lograron convencer a Ortiz, se aprobó la decisión de la juez que había canalizado el expediente por dos votos contra uno. Victoria pírrica, pero  victoria al fin y al cabo.

 

EL “SHOW” DE TELEVEN:

 

“Cuando Alberto Federico Ravell  fue director de la OCI tuvo la idea de crear un nuevo canal de TV. Esta noticia explotó como una bomba para la pareja Bottome- Granier, y se convirtió en  motivo para iniciar un vulgar chantaje contra el gobierno de Lusinchi.

Marcel dispuso la artillería: El Diario de Caracas y Radio Televisión fueron los organismos por los que se canalizaron los ataques. En el Canal 2, Radios Caracas TV (RTCV), estuvo mucho tiempo actuando,  y asociado,  al animador Guillermo González que aparecía como socio de Ravell en la licencia de una nueva televisora. La orden impartida a los servicios informativos de RCTV fue silenciar a Ravell y todo mensaje que partiera de la OCI .

“Hay un curioso texto que pretende recoger exactamente lo que dijo Granier en esos días. Estas son las palabras que le atribuyen en el “dossier” recibido de Caracas: “Tenemos que hacerle sentir a Jaime Lusinchi el peso de nuestros medios. No es posible que nos haya traicionado facilitándole las cosas a Ravell y a Guillermo para que saquen al aire un nuevo canal de TV, después de haberle brindado nuestra amistad,  y reído de sus chistes malos.”

“Y se añade que el tono de Marcel era de gran enfurecimiento. Cumpliendo lo ordenado, El Diario de Caracas publicó varios editoriales en contra de Lusinchi (y de Ravell), aunque este último como ya era de preverse, no fue más visto ni nombrado en los “medios” de Granier.

“Pese a todos estos esfuerzos, las cosas siguieron con su curso, y Ravell triunfó, tenía la concesión a su nombre del nuevo Canal 10. Esto dio pie a un nuevo chantaje el de atemorizar a los inversionistas que osaran participar en el negocio. El banquero José Álvarez Stellig fue contactado por Ravell y simpatizó con la idea, pero percibió los problemas, y desistió. Lo mismo ha ocurrido con otros poderosos financistas. Todos habían recibido el “mensaje” de Bottome-Granier.

La búsqueda del socio para la nueva televisora continuó y entonces surgió un hombre que en ese momento era completamente ajeno al ambiente político. Se trataba de Omar Camero, empresario de una región del interior de Venezuela llamada Valle de la Pascua, y amigo personal de Jaime Lusinchi. Camero aceptó integrar un capital de cinco millones de dólares junto a Alfonso Rivero y Arturo Pérez Briceño. De esta manera se conformó la nueva compañía

“Tal alianza fue una desagradable sorpresa para el tandem Bottome Granier, y dio lugar a que ellos desataran una “guerra sucia” según su costumbre, contra Omar Camero.

“Cambiaron los tiempos y las situaciones. Camero tuvo problemas con los otros accionistas, y al final se salió de la empresa. Granier aprovechó la coyuntura para llenarlo de halagos.

“En la actualidad y tras varios cambios en el accionariado, es la mano de Gustavo Cisneros la que mas pesa en la estación del Canal 10, Televen, lo que al dúo de RCTV no debe producirles ninguna alegría, porque ahora se sienten disparados por los “spots” publicitarios, la gran  tajada que en tiempos fue para dos canales, la TV de Granier se queda con una tercera parte del pastel cuando antes tenía la mitad

 

COMO DESTRUIR A UN PRESIDENTE.

 

“De acuerdo con las descripción que hace el columnista Andrés Galdo, del que ya hemos hablado, Marcel Granier ha sido en la política lo más parecido a un camaleón en el reino animal, el más asombroso campeón del mimetismo.

“En, los inicios del segundo periodo constitucional del presidente Carlos Andrés Pérez (1989) Granier fue uno de los principales asesores y en cierta forma responsable de la gran debacle económica que hizo sucumbir su gestión, pues fue quien recomendó a Pérez a los artificio del llamado “paquete económico” así se conoce en Venezuela la política de ajustes a la economía  iniciada por Pérez ´

“Tecnócratas amigos de Granier fueron los ejecutivos recomendados para aspirar a los ministerios claves de la economía. Nombres como Miguel Rodríguez, Moisés Naim, Gerver Torres, Imelda Cisneros, Roberto Smith, Jonathan Coles, entre otros, pronto fueron captados por el recién juramentado presidente venezolano.

“A estos personajes se les considera tan responsable como el mismo Granier, de adelantar y llevar adelante una política de ajustes precipitada, que produjo no sólo una gran conmoción popular en febrero de ese mismo año 1989, sino que tres años después provoco dos frustrados golpes militares que agudizaron la crisis que hoy se vive en el país sudamericano.

“El columnista Galdo hace referencia a este grupo de tecnócratas así: “El pobre de Pérez, con una ignorancia enciclopédica, cayó en  manos de esa efebocracia que gira en torno a Marcel. Eso fue lo que le condujo la ruina en que hoy vive y vegeta”.

“Pero esa no es la única cuenta que le carga a Granier, pues agrega: “el que llevó a cabo la tarea de destruir a Lusinchi fue Marcel para satisfacer a Carlos Andrés Pérez y para vengarse del hombre que le había obligado a retirarse del escenario por algún tiempo fue entonces cuando Pérez tuvo que enfrentarse al caso de los 250 millones de dólares de la partida secreta y cayo en desgracia.

“El ejecutivo de televisión empezó a realizar distintos movimientos estratégicos para manejar a su antojo la imagen de Carlos Andrés Pérez. Los editores de El Diario de Caracas se convirtieron en un barómetro. Cuando decía que Pérez nada tenía que ver  con el caso de la partida secreta, el editorial lo defendía; de lo contrario, si había mucho ambiente para culparlo, lo atacaba.

Desde que el presidente Pérez comenzó a declinar, fueron patéticos los esfuerzos de Granier para demostrar a través de sus medios de difusión que el jamás perteneció al denominado entorno presidencial .su firme decisión fue no dejarse arrastrar en la caída de Pérez.

“Los ataques más virulentos de la prensa venezolana contra el presidente Pérez salieron de los tres medios de Granier. Por último, para coronar los esfuerzos de salir incólume se fue de viaje al exterior con toda la familia. Este hecho lo comentó Galdo así: “Se las arregla sabe Dios cómo, para que le entren a tiros en su residencia. La opinión pública siempre relaciona estos hechos de violencia con los amigos de Pérez, y por consiguiente, si Marcel aparece como victima de la agresión, eso lo define como adversario de Pérez”

En el fondo hay algo muy ingenuo en todo esto acota al –columnista- “la complicidad de Marcel y sus amigos con Pérez esta registrada ampliamente en los archivos. No importa todo lo cauteloso que haya sido. Y eso, en su momento saldrá a la luz. Con tiros o sin tiros, Marcel Granier ha sido durante el gobierno de Pérez, uno de los principales responsables y beneficiados de la política que reunió al país. Lusinchi tiene razón cuando dice que el odio de Marcel contra él se sabe a que no le reconoció deuda espurea de Radio Caracas Televisión. Hay otras razones -profundiza el periodista-. Obsérvese que Lusinchi no se refiere a la familia Phelps y concentra su desprecio sobre el ambiguo personaje que es Marcelito. En el fondo lo que hay es el deseo de complacer a Pérez, con quien Marcel mantiene tratos  secretos. La actividad de Jaime Lusinchi al avanzar de frente y sin rodeos contra los intrigantes, tiene respaldo de la opinión pública venezolana”.

 

“El articulo de Galdo señala que en un país como Venezuela, donde “los personajes no suelen dar la cara, y algunos de ellos, como Marcel Granier, andan con las caretas,  y a veces  hasta de espaldas, el caso de Lusinchi tiene mucho de admirable.

“No hay hipocresía en ese hombre. No se oculta para decir lo que piensa. El contraste con el sibilino Marcel, cuya función en el escenario político y empresarial venezolano no ha sido siempre “reptilínea”,  es una elocuente abrumadora”.

“El lenguaje empleado por el ex presidente Lusinchi ante el reportero enviado por Marcel, fue duro, pero de acuerdo con Galdo, “responde a una persecución enconada y calumniosa. Lo decente es admitir que  este hombre tiene poderosas razones para lanzar sus “carajazos” a todos los vientos. La intriga contra él y su esposa ha sido miserable .El culpable a sido Pérez. Lo lamentable es que todavía sigue persiguiendo a Lusinchi”. Marcel Granier, siempre ambiguo y temeroso, dijo que no iba a responder. Galdo se pregunta, ¿Qué le va a responder? Yo lo que le aconsejo a Jaime Lusinchi es que se encierre en un par de meses en Costa Rica y escriba, en leguaje claro y sencillo, sin rodeos y divagaciones, las memorias que todos quisiéramos leer. Este  venezolano es el único capaz de contar todo lo que oyó y supo durante los cinco años de paso en  Miraflores. Lusinchi podría producir un best-seller.

“La prensa venezolana reseñó ampliamente este incidente con el periodista del canal 2, Luis Guillermo García, aliñado por la anticipada respuesta de Lusinchi,  a quien trató de comprometer ante la cámara y el micrófono de la televisora de Granier:

“¡Tu no me vas a joder! .esa fue la llave que desató la furia del  expresidente. Acto seguido acusó a Marcel Granier de atacarlo y perseguirlo, porque durante su gobierno le negó los dólares preferenciales a Radio Caracas Televisión, para un lote de películas sin manifiesto aduanero “Esa es la razón, dijo Lusinchi, por lo cual Marcel Granier (no el resto de la familia de Phelps) ha puesto su periódico y su emisora al servicio de la calumnia. ¿Por qué? Porque Granier es un cobarde.”

“El diario 2001 de Bloque de Publicaciones De Armas, reseñó en un editorial el suceso y aprovechó para cobrarle a Granier una vieja deuda: el despido de Rosana Ordóñez del programa matutino  de Radio Caracas TV, para congraciarse con Blanca Ibáñez quien se sintió ofendida por la alusiones que hizo la periodista sobre su persona .Rosana Ordóñez era también  entonces directora de la revista semanal Bohemia del Bloque De Armas. El hecho de que Marcel Granier la despidiera tenía una fuerte razón : la Ibáñez comenzaba a tener influencia y tenía que ganársela para que lo ayudara con el Presidente, y lograr los dólares que requería para adquirir los repuestos de sus aviones.

“El editorial cuenta la queja telefónica de Lusinchi a Granier por la referencia que Rosana Ordóñez hizo a Blanca Ibáñez: “Ni corto ni perezoso Granier complació a Lusinchi. Tan pronto como colgó el teléfono, Rosana Ordóñez fue despedida al minuto de Radio Caracas TV, por expresas instrucciones  del doctor Marcel Granier “

“En cuanto a la respuesta de Marcel Granier a Lusinchi, en la discusión con el periodista Luis Guillermo García, ésta no fue directa. Usó un espacio satírico y caricaturesco de la planta, “Radio Rochela”, para mofarse del ex presidente invirtiendo el sentido de la respuesta que éste le dio al periodista y trató de tapar la tajante sentencia de Lusinchi: “Marcel Granier es un cobarde”.

“Andrés Galdo comentó este editorial del diario 2001, publicado el 26 de agosto de 1993, definiéndolo como modelo de periodismo honesto y sincero, y destacado esta contribución del editor Armando De Armas y sus hijos al buen periodismo, al considerar que se le hace una critica a Jaime Lusinchi que tiene asidero en la realidad.  “Es muy cierto que el ex presidente es un hombre temperamental y a veces explosivo. Los berrinches de Jaime Lusinchi son famosos. Pero le reconoce algo que lo salva: es un hombre de una sola cara y no oculta sus pensamientos. En un país donde los políticos tienen tantas máscaras que nunca se llega a saber cual es su verdadero rostro, Lusinchi está siempre identificado para lo bueno y para lo malo.”

“Y aquí es donde Galdo va al grano de lo quiere  expresar: “Una es la actitud de Armando De Armas al confesar que no le guarda ningún rencor a Lusinchi. ni ahora ni antes. Hay nobleza en esto. Lo otro que quiero destacar es el contraste entre un periódico de verdad, en manos de gentes con decoro periodístico y un empresario simulador y ambiguo como Marcel Granier”

“Granier se rinde al poder sin protestar, señala Galdo, quien agrega: “hombre ambiguo, de espinazo flexible, gelatinoso, se inclina ante el presidente iracundo. Marcel tiene alma de cortesana. Obedece. Pero lo hace lleno de amargura. Y cuando Lusinchi  sale de la presidencia, Marcel se pone de acuerdo con Carlos Andrés  Pérez para pasarle factura al presidente que lo humilló. Por eso tiene razón Lusinchi cuando acusa a Marcel granier de cobarde. Yo estoy de acuerdo con Lusinchi “prosigue Andrés Galdo. ¿Qué podría haber hecho Marcel Granier frente a la indignación de Lusinchi? Debió haberse negado. Es posible que si ha Lusinchi le dejan 24 horas para reflexionar, se le había pasado el súbito berrinche contra Rosana Ordóñez, y no habría pasado nada. Pero Marcel Granier no es periodista, ni tampoco político. Obedeció. El hijo De Armas sin embargo, hizo lo que tenía que hacer cuando Lusinchi lo llamó personalmente, para pedirle que despidiera a la Ordóñez. En forma respetuosa y categórica le dijo que no. Y Rosana se quedó como directora de Bohemia y no pasó nada.

“El conflicto de Lusinchi con la empresa. De armas fue arbitrario. Pero De Armas no le guardó rencor, y así lo proclama en el editorial. ¿Por qué? Porque en la política y en el periodismo siempre hay conflictos, y todos los hombres tenemos encontronazos y disputas, y cuando las hormonas andan bien, los agresivos se disuelven con el tiempo y no dejan huellas “.dice Galdo.

“Acto seguido, el columnista finaliza: “Yo felicito a 2001 por su editorial e invito a comparar esa conducta con las ambigüedades de Marcel Granier.

“La actitud de Marcel Granier es totalmente distinta. El rencor brota de sus acciones. Al regreso de su viaje al exterior, perfectamente planificado, donde hubo hasta disparos en contra de la garita de su residencia vacía, aprovecho la antesala del espacio que conduce por el canal 2 “Primer Plano”, para hacer una supuesta defensa al reportero Luis Guillermo García, quizás por  remordimiento por lo que le hizo a Rosana, “por las groserías y amenazas expresadas públicamente por el ex presidente Lusinchi.”. Hizo un recuento sobre los casos de periodistas y otras personalidades agredidos, tales como José Vicente Rangel, Napoleón Bravo, Miguel Henrique Otero, Carlos Sicilia, Alfredo Peña, y habla de paliza que le dieron al senador Alfredo Tarre Murzi, y agrega, considerándose metido en el grupo: ”De manera que ya los medios de comunicación social están acostumbrados a esto”.

“Y para seguir metiendo en un solo saco las causas justas y las de su único y personal interés, salta la historia contemporánea de Venezuela y repite sus términos de “persecución y difamación”. Menciona a Luís Teofilo Núñez, Director del Diario El  Universal, quien afrontó problemas durante dos gobiernos de muy distinto signo, y a Miguel Ángel Capriles, propietario de los diarios Ultimas Noticias y El Mundo, quien también tuvo que sufrir persecución y cárcel.

“Nadie puede entender, ni siquiera establecer la más mínima comparación de tales casos con el de Marcel Granier, como producto de sus ambiciones para obtener de aviones o equipos para la televisora, violando los manifiestos aduaneros solicitados a posteriori, y aprovechándose del saqueo a la nación a través de RECADI, para obtener millones de dólares preferenciales.

En aquel “Primer Plano “Granier se refirió a Jorge Olavarria, propietario de la revista Resumen, para sumarse finalmente a él:  “Ahora nos toca a nosotros. Lamentablemente es el precio que tenemos que pagar los medios de comunicación social y quienes trabajamos en ellos, por cumplir con nuestro deber de informar al país lo que está ocurriendo” (como si los repuestos para aviones tuvieran algo que ver con los medios de comunicación). Pero las fuentes de Andrés Galdo son inagotables y nos sorprende con más detalles de la  pequeña historia. Cuenta que un 23 de enero de 1989, en Caracas, se reunió un grupo de personas ligadas a la prensa, cine, radio, y televisión para poner “la primera piedra” a lo que seria un centro de  artes audiovisuales, con la denominación oficial de Academia Audiovisual. En ese acto se encontraba el presidente Jaime Lusinchi y su secretaria, Blanca Ibáñez. Así mismo estaba el presidente de Radio Caracas TV, Eladio Lares, el hombre que tiene el récord de haber visitado 168 veces, en cinco años, a Jaime Lusinchi, seguramente a nombre de su ilustre jefe, el patriota de bigote enhiesto que responde al nombre de Marcel Granier”.

“Al terminar la ceremonia, dice el columnista, todos fueron invitados por Eladio Lares a almorzar a un elegante restaurante. Antes de comenzar el almuerzo hubo una sorpresa: se apareció Marcel Granier muy atildado, recién salido de las manos de su barbero, y dijo: “Aquí vengó a compartir con ustedes la alegría de este momento.” Esto dijo el ejecutivo, probablemente mientras besaba la mano de la Ibáñez y se doblaba ante  Lusinchi.

“Según Galdo, cuando llegó el momento de los postres Granier se puso de pie, se acarició el pelo, y pidió permiso al presidente para pronunciar unas palabras que quedarían grabadas para siempre en la memoria de los asistentes.

“Breve y sustancioso “Señor presidente, señora Blanca Ibáñez, queridos compañeros, amigos y amigas, yo quiero reclamar el bono de que se me conceda un permiso especial para imprimir no menos de dos millones de estampitas con la que efigie de nuestro amado presidente, Dr. Jaime Lusinchi, porque yo estoy seguro, de todo corazón, que a los seis meses que el presidente haya abandonado el gobierno, se acabaran las velas en Venezuela, para colocarlas frente a la querida imagen de nuestro presidente, lamentando su partida he implorando su retorno”. Los asistentes se quedaron estupefactos. Lusinchi estaba avergonzado. Blanca Ibáñez bajó la cabeza con gestos de disimulo. Solo Marcel Granier estaba feliz. Cuenta Galdo: “Dos de los comensales fueron a vomitar al baño. Jamás se había visto a un hombre arrastrarse tanto. ¿Por qué lo hizo? Estaba haciendo un esfuerzo supremo para que Lusinchi, antes de salir del gobierno, le regalara el Canal Ocho”.

 

LUSINCHI ESCRIBE A GRANIER

 

“Jaime Lusinchi ha demostrado ser hombre de una sola cara, valiente y decidido, que siempre responde y aclara cuando lo atacan, y eso fue lo que ocurrió en la ocasión en que cito la rueda de  prensa y el reportero del Canal Dos e insistió en repreguntar por separado. Pero Lusinchi estaba preparado y más bien le pidió que abriera el micrófono para darle respuesta, que aderezada con una castiza palabra, reveló el por que de la persecución de la televisora de Granier contra él.

“Si alguna vez hubiera que escribir una tercera parte de El Quijote, no hay duda que la asesoría de Lusinchi sería a la medida, pues su forma de manejar el idioma castellano lo convierte en un narrador ameno y picante

Es así como Lusinchi, quien estaba fuera del país, lanza más tarde esta declaración “Con posdata para Marcel Granier: “He tenido ocasión de leer -con algún retraso una pretendida respuesta de Marcel Granier a dos señalamientos concretos que yo lo hiciera hace algunos días. Ese “documento”,  casi con carácter de remitido, fue enviado con el titulo mencionado a algunos medios; y por lo mentiroso y rebuscado de sus argumentos, pareciera redactado por alguno de esos escribidores alquilados, que degradan la condición intelectual y la función eminente que cabe a la comunicación social”.

“Agrega: “Habla Granier de mis “improperios y amenazas” a un periodista, cuando solo  me limite a decir –en tono fuerte, sí- la palabra que se correspondía a quien pretendía acorralarme en cumplimiento de la pauta asignada  Necio señalamiento por quienes a diario inundan la televisión y la prensa con groserías de mal gusto y escenas degradantes, dichas y hechas en “fríó”. La “mala” palabra mía, que podría repetir sin sonrojo, no resulta así una vulgaridad, sino que es la expresión idiomática exacta para apoyar una indignación legítima. Menos mal que en un momento dado, por ejemplo, el atildado Dr. Arturo Uslar Pietri, de tan depurado estilo literario, dio relevancia, y puso de moda alguna otra palabrita común con acento despectivo. Pero éstas son reservadas del castellano para exigencias  de autenticidad, y nada más. Vayamos mejor a territorio de precisiones. Marcel Granier o su equipo escribidor, apelan a la vieja técnica de enredar la cosa para que nadie entienda; o gritar por un lado para escaparse por el otro. Es así como se apuntalan en los nombres de distinguidos periodistas, de quienes en alguna ocasión yo discrepara, pero que ningún Marcel puede señalar que los persiguiera. Y en cuanto a la célebre” paliza” a Tarre Murzi, esa es la mentira más repetida del siglo, porque en verdad todo pareciera haber sido un intento de atraco, cuando unos zangaletones que le venían siguiendo desde el banco donde fue a buscar dinero, en el sótano del edificio, le amenazaron con un cuchillo y le dieron un golpe en la cara y uno en un costado, arrancando a correr cuando los gritos de Tarre atrajeron a la conserje, según relata el expediente. No veo por qué menciona a mis distinguidos amigos Miguel Ángel Capriles, Luís Teofilo Núñez y Jorge Olavarria, con quienes no tuve el menor problema durante mi gobierno; pensando en que acaso el fichero se le traspapeló o que lo quiso enredar. Evasivo como es, habla de unas columnas pagada por intereses vinculados con los dos ex-presidentes sometidos a juicio. Valdría la pena que el artero entrevistador de “Primer Plano” nombrara al columnista y a esos intereses; por que yo no me siento aludido de ninguna manera. Me someto hasta a la prueba de los cassettes de grabaciones, que el debe guardar, porque tengo entendido que la empresa de Supergrabación del señor Rivas Vásquez, es la que presta servicios de “seguridad” y demás hierbas, precisamente al Dr. Marcel Granier. Menos mal que no nombra a Rosana Ordóñez por haberse enfrentado al presidente del canal, y de ningún modo por intervención mía ni de mi gobierno”.

Y señala Lusinchi: “Hasta aquí lo aparentemente cominero en estos comentarios a la “respuesta” de Granier.

Prosigue seguidamente el ex presidente:”Vayamos mejor al terreno de lo dicho por uno y otro, que la gente espera contrastar. Dije a Marcel Granier cobarde y se lo repito, por que no otra cosa es quien utiliza mano interpuesta para agredir, quien paga a “prestanombre” para que denigren de los demás, utiliza una concesión del Estado como son los medios  radiales y televisivos para infamar al que se le antoje, promover sus intereses políticos y económicos, y tratar de destruir aviesamente a los grupos empresariales rivales: y alienando la gente busca crear un caso social y político en función de sus ambiciones, degradando -repito- la alta misión cultural y educativa que por ley ética corresponde a los de comunicación. Lo que apunto no es un decir antojadizo, ya que la mejor demostración es que después de mi comentada declaración, los medios que controla Granier y sus escribidores, voceros o cómicos de encargo, me han llenado de improperios en forma que no es precisamente de valentía o de respeto a los demás, sino de ventajísimo bellaco. En resumen, que el señor no ha desvirtuado mi diagnostico. En cuanto a la otra referencia mía, en el sentido de que el odio de Granier estalló a partir de 1989, por el hecho de que la Comisión Calificadora de la Deuda Privada no reconoció, por carecer de sustentación fiscal. La importante deuda que le interesaba, correspondiente a importaciones de películas sin que constara el debido cumplimientote los impuestos aduaneros, observo que no responde Granier mis señalamientos, sino que se escurre en vericuetos generales de la deuda  y dándoselas de “antiimperialista y antifeudal”  como decíamos en la Universidad, me califica de “entreguista” y de haber reconocido “deudas legales” (que no la suya, por supuesto). Falso lo que dice, e improcedente como respuesta. Quizás le faltó señalar si hubo o no reconocimiento posterior a esa deuda. Pero como se trata de una alusión que no obstante la inconsistencia con que la aborda, se refiere a un tema de importancia, distinto al resto de sus chismorreos, aprovecho la ocasión para recordar brevemente algunos asuntos respecto  al problema del endeudamiento en nuestro país”.

“En una minuciosa explicación de siete puntos, el ex presidente Jaime Lusinchi aclara porque sostiene que su gobierno es el único desde 1949, en el cual no se incrementó la Deuda Pública Externa, sino que la disminuyo sin degradar la soberanía venezolana ni rendir culto al señuelo neoliberal.

Termina Lusinchi con su “posdata”, señalando enfáticamente: “Quedan así respondidas las increíbles alusiones “antiimperialistas” del Dr. Marcel  Granier quien durante los cinco años de mi gobierno se cuidó de formularlas. Yo como candidato ofrecí refinanciar la deuda, porque así lo exigían el país y su circunstancia. No veo porque el Dr. Marcel Granier había aceptado ser Ministro de mi gobierno, si era público ese compromiso mió de política económica. Granier me apoyó  según decía porque pensaba que yo era alternativa frente la “tragedia” que representaría una reelección del Dr. Rafael Cadera. Queda constancia, igualmente, que el Dr. Marcel Granier no materializó su aceptación  del Ministerio, porque minutos antes de la entrevista pactada para ello, en conversación mantenida en mi oficina con los doctores Leopoldo Sucre Figarella y Celestino Armas, éstos le hicieron presente que debía hacer, en la oportunidad legal, la declaración completa de sus bienes personales y familiares. El motivo de su “espantada” no fue la deuda externa, por cierto”.

Y finaliza el ex presidente Jaime Lusinchi: “Tampoco recordó ese “entreguismo” de mi gobierno con respecto a la deuda y esas “vagabunderías y cobardías” que pretende atribuirle , el día 23  de enero de 1989, cuando en un almuerzo realizado con integrantes de la Cámara de la Radio y Televisión, luego de colocarse “la primera piedra” de la Academia Audiovisual. Marcel, gentil, elocuente, en perfilado idioma, al brindar por mi, solicitó que yo, Jaime Lusinchi le concediera la exclusiva de las estampitas con mi imagen que, como las de José Gregorio Hernández, se iban a estar vendiendo por montón dentro de seis meses en todas las calles de Venezuela, al añorarse mi presencia, en contraste con el desastre inmediato que vendría”.

Esa fue “una jalada póstuma dice Lusinchi antes de integrarse con su influencia, a través de cuatro o cinco ministros de su intimidad filosófica, en el gabinete de Carlos Andrés Pérez, a quien como he sabido, se les voltearía después”. 

“Ahora veo que el aspirante presidencial de facto, no solo ataca por mampuesto, sino que tiene una memoria atroz y una agilidad especial. Lo que pasa es que, como decía un amigo mió: “para decir mentiras y comer pescado, hay que tener mucho cuidado”.

La respuesta está firmada y6 fechada el 20 de septiembre de 1993, a menos de tres meses de los comicios presidenciales en Venezuela que llevaron por segunda vez al Palacio de Miraflores al Dr.Rafael Caldera, precisamente el hombre a quien Marcel Granier consideró “una tragedia” para el país.


jrodri@ula.ve



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José Sant Roz

Director de Ensartaos.com.ve. Profesor de matemáticas en la Universidad de Los Andes (ULA). autor de más de veinte libros sobre política e historia.

 jsantroz@gmail.com      @jsantroz

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