Sacudón universitario

Uno de los sectores más activos, en la dinámica de la lucha de clases que sacude nuestra sociedad, sin duda, lo constituye la clase trabajadora universitaria. A quién, desde lo interno de las universidades se les acusa de chavistas, mientras que, a lo externo de las mismas, se les acusa de güarimberos y escuálidos. Lo cierto es, que la unidad entre chavistas, no chavistas y ninistas, es lo que ha permitido a la clase trabajadora universitaria sobrevivir a la ofensiva patronal burguesa de autoridades universitarias y ministeriales “revolucionarias”, confluyentes en políticas neoliberales y de marcado corte antilaboral salvaje. No obstante, la quinta columna enquistada en su seno, constituida por la dirigencia de las federaciones patronales, léase: Fetrauve, Fenastrauv y Fenasinpres, han actuado duro en procura de dividir el conjunto de la clase, para poder instrumentar con total facilidad las políticas de flexibilización laboral y desmejora de las condiciones de sobrevivencia del trabajador/trabajadora universitaria. "En principio, las condiciones económicas habían transformado la masa del país en trabajadores. La dominación del capital ha creado en esta masa una situación común, intereses comunes. Así, esta masa viene a ser ya una clase frente al capital, pero todavía no para sí misma. En la lucha, de la cual hemos señalado algunas fases, esta masa se reúne, constituyéndose en clase para sí misma. Los intereses que defienden llegan a ser intereses de clase". (Marx, Karl; Miseria de la Filosofía, pág. 257. Ed. Júcar).

¿Qué significa adquirir una conciencia de clase para sí misma? La conciencia de pertenecer a una comunidad particular de la sociedad, con sus propios intereses sociales y sus propios objetivos históricos, fruto de su condición de trabajadores y trabajadoras asalariadas. Intereses y objetivos que, sólo pueden lograrse con la transformación socialista de la sociedad, mediante la expropiación de la propiedad de la clase capitalista, y su control y gestión planificada por el conjunto de la sociedad bajo la dirección de la clase trabajadora. No hemos avanzado tanto, para proclamar nuestra supremacía como clase, y eso lo refleja el hecho que, en estos momentos nos encontramos en una situación de defensiva contra la arremetida patronal burguesa y sus aliados en nuestro seno, la aristocracia sindical que actúa como correa de transmisión no de los intereses de la clase trabajadora sino, todo lo contrario, de los intereses de la burguesía y los burócratas enquistados en el aparato de Estado burgués que los reflejan, en nuestro caso concreto, MINPPTRASS, MPPEU y OPSU. La aristocracia sindical de Fetrauve, Fenastrauv y Fenasinpres, al actuar en procura de los intereses de las autoridades universitarias y burócratas gubernamentales, procuran mejorar, NO las condiciones de sobrevivencia de sus hermanos y hermanas de clase, sino los suyos propios. Un claro ejemplo de ello, por ahora, lo constituye el caso del presidente de Fenasinpres, el profesor Telémaco Figueroa, quien fue electo en planchas del Psuv, como diputado al Legislativo del Estado Sucre, hoy es el presidente de ese órgano. Su accionar contra las y los trabajadores, contra sus reivindicaciones, tiene un beneficio, en este caso, una diputación.

Otro caso, bien pudiera ser el de Carlos López quien funge como presidente de Fetrauve, sus últimas declaraciones en defensa de la devaluación de nuestra moneda, son por llamarla de alguna manera extravagantes, por no decir que se fumó una lumpia. El personaje en cuestión, al igual que el Telémaco Figueroa, ha escalado alto en la figuración burocrática del aparato de Estado burgués en transición, hoy forma parte el engranaje institucional, así como lo fuese en la cuarta república Carlos Ortega u otro que fuera presidente de la extinta CTV; es vicepresidente de la Central Bolivariana de Trabajadores, CBST, como tal, los medios públicos le rinden pleitesía, y le dan máxima cobertura.

El Estado burgués, colma de prebendas a sus agentes, en todos los niveles y estratos de la sociedad, para garantizarse su plena dominación. Conforma un sector minoritario de privilegiados y privilegiadas que, le responden en todas las instancias de la sociedad, por sus intereses. Y algunos/algunas se preguntarán pero es Carlos López un dirigente sindical o no les, un miembro más de nuestra clase? Le responderemos con Trotski: “tomemos una analogía más familiar; aquélla entre un estado obrero y un sindicato. Desde el punto de vista de nuestro programa, el sindicato debería ser una organización de la lucha de clases. ¿Cuál debería ser entonces nuestra actitud hacia la Federación Norteamericana del Trabajo? En su dirección se encuentran reconocidos agentes de la burguesía. Ante todos los problemas esenciales, los señores Green, Woll y compañía sostienen una línea política directamente opuesta a los intereses del proletariado. Podemos ampliar la analogía y decir que si hasta la aparición del CIO la Federación Norteamericana del Trabajo llevó a cabo una labor de alguna manera progresiva, ahora que el principal contenido de su actividad se centra en una lucha contra las tendencias más progresistas (o menos reaccionarias) del CIO, todo el aparato de Green se ha convertido en un factor definitivamente reaccionario. Esto sería completamente correcto. Pero la AFL no deja de ser por esto una organización sindical.” (En Defensa del Marxismo, León Trotski, 1937). Efectivamente es uno de los nuestros, de nuestra clase; pero, obvio que se trata de un esquirol, un traidor a nuestra clase. Y lo manifiesta sin ningún pudor, cuando sale en defensa de unas medidas que tienen un marcado carácter antipopular como lo son las recientes medidas devaluacionistas: “El coordinador de la Central Bolivariana de Trabajadores de Venezuela (CBTV), Carlos López, consideró este viernes que el reciente ajuste cambiario “no necesariamente va a generar un aumento desaforado de la inflación”. Durante su participación en el programa Mesa Informativa, que transmite Venezolana de Televisión (VTV), el dirigente señaló que si el Gobierno logra las metas de aumentar la productividad y hacer que las exportaciones superen las importaciones, la moneda nacional se verá robustecida. Recordó que el incremento de las exportaciones de rubros es uno de los principales objetivos en la transición hacia el socialismo, ya que con ello se incrementaría el valor del bolívar. “Si a esa burguesía parásita y especuladora que es importadora logramos acorralarla, logramos que deje de chupar dólares que tumban el valor real de nuestra moneda, si logramos eso, obviamente no va a hacer falta aumentos exorbitantes de salario, porque se va a mantener un nivel de ingresos”, enfatizó.” (Correo del Orinoco, 22-02-2013).

Marx escribió que, en el primer período de un Estado Obrero, se preservan las normas burguesas de distribución. (Véase La revolución traicionada, sección “Socialismo y estado”, p. 53). Hay que reflexionar muy bien sobre este pensamiento y, meditarlo hasta el fin. El Estado de las y los trabajadores como Estado, es necesario –precisamente- porque las normas burguesas de distribución todavía subsisten. Esto significa que, aun la burocracia más revolucionaria es, hasta cierto punto un órgano burgués en el estado obrero. De allí la defensa intransigente de un miembro de nuestra clase trabajadora de las medidas devaluacionistas de marcado tinte capitalistas, un trabajador actuando como burgués, sin serlo.

Pero, pongamos los pies sobre la tierra, la clase trabajadora universitaria ya definió su trinchera en el escenario actual de lucha de clases, de ofensiva contrarrevolucionaria burguesa, y esa no es otra que resistir para sobrevivir como clase. Paro de 48 horas, los días martes 27 y miércoles 28; asamblea universitaria en Parque Central el jueves 29; paro de 24 horas el miércoles 6 de marzo; Marcha Nacional Universitaria el jueves 14 de marzo; y, de allí en adelante paros de 72 horas como preámbulo a la Huelga General Indefinida de Universidades. Un conflicto de grandes magnitudes, es lo que se avecina en nuestras universidades públicas. Siendo la pregunta clave, qué motiva el conflicto de grandes proporciones?

“La definición programática de un sindicato debería ser, aproximadamente, así: una organización de trabajadores de industria o comercio, con el objetivo de 1) luchar contra el capitalismo por el mejoramiento de las condiciones de los trabajadores, 2) participar en la lucha por el derrocamiento de la burguesía, 3) participar en la organización de la economía sobre una base socialista. Si comparamos esta definición “normativa” con la realidad, nos vemos obligados a decir: en el mundo actual, no existe un solo sindicato.” (En Defensa del Marxismo, Trotski, 1937). No obstante, los sindicatos existen y están allí, son palpables sus actuaciones. Fetrauve, Fenastrauv y Fenasinpres, cuando creen “sacar del juego” de la discusión de la Normativa Unificada del Sector Universitario a Fetrauniversitarios y los sindicatos no federados, delatan sus planes en contra de que dicha propuesta de contratación colectiva se apruebe tal como fue presentada o, al menos casi en su totalidad. Aún más, Carlos López cuando declara a los medios públicos en defensa de la devaluación de nuestro signo monetario, que: “no va a hacer falta aumentos exorbitantes de salario”, está admitiendo que a trabajadores y trabajadoras universitarias no se les satisfacerá una de las exigencias fundamentales contenidas en esa propuesta de Normativa Laboral Unificada, el Ajuste Salarial que, en este caso, estaría por el orden del 177%, habida cuenta que ese sector de nuestra clase trabajadora, NO recibe incremento salarial desde el año 2009. El mensaje de López, desmiente esa aspiración de mejorar su calidad de vida, un sector que se mantiene como el de más bajos salarios en toda la Administración Pública, gracias a las políticas neoliberales que puso en boga la Opsu, a partir del año 2000.

El sacudón que, comenzará a desarrollarse la próxima semana en nuestras universidades e instituciones universitarias, como podemos apreciar tiene una connotación economicista, para el observador inaprensible. Pero, más allá refleja una lucha de la clase trabajadora universitaria contra políticas que no tienen absolutamente nada que ver con el tema del Socialismo y el papel perjudicial que juega en procura de su destrucción el burocratismo. Eso explica el odio de la burocracia estatal y su par, la burguesía, contra la clase trabajadora. De allí, el papel que comienzan a jugar, Elio Colmenares, vice ministro, y Juan Carlos Toro, director de Inspectorías de ese ministerio del trabajo, en contradicción con María Cristina Iglesias. En una disputa que, bien pudiéramos calificar como de ambición de poder en dicho ministerio. Colmenares y Toro, en alianza con Carlos López, aspirante a ser ministro, contra María Cristina quien ha mantenido, hasta la fecha, una conducta en la línea trazada por nuestro camarada Presidente Hugo Chávez, de inclusión y procura de unidad de la clase trabajadora. Eso también será afectado por el sacudón anunciado por la clase trabajadora universitaria. Y, más en las sombras, la ministra Córdova y su directora de Opsu, Tibisay Hung, enemigas perennes de las y los trabajadores universitarios y, más aún, de su propuesta fantástica de Normativa Laboral Unificada, como comienzan a llamarla tras bastidores.

Y, así como se moverá la estructura gubernamental burocratizada, sus aliadas a lo interno de la estructura universitaria también recibirán lo suyo. De hecho, la lucha por la garantía a la vida, a la seguridad ucevista, ya está sobre el tapete de la opinión pública nacional. El tema de la inseguridad, cuya responsabilidad legal es de las autoridades universitarias, como les obligan la Ley de Universidades, aún vigente en todo aquello que no contradiga los mandatos expresos de nuestra Constitución Bolivariana y la Ley Orgánica de Educación. Las y los trabajadores ucevistas se han colocado a la vanguardia de esa lucha por la vida, tal como lo ha expresado el dirigente del SinatraUCV, el camarada Eduardo Sánchez: “En esta universidad o se resuelven los problemas o se paraliza”.

La incorporación plena, de la representación genuina de las y los trabajadores universitarios a la discusión de la propuesta de Normativa Laboral Unificada es uno de los requerimientos exigidos en sus manifiestos por la dirigencia de la clase trabajadora universitaria. La traición No pasará!!!

henryesc@yahoo.es


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Henry Escalante


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