La plutocracia mediática: Venevisión, Televen,
Globovisión, toda la prensa y la radio en manos de los ricos y los
gobernantes, sus partidos (adecos, copeyanos, el fascista Primero
Justicia, derivados, etc.), por muchos años y con gran despliegue
publicitario nos impusieron que los venezolanos teníamos que sentirnos
orgullosos de ser un país exportador de petróleo, tener las mujeres más
bellas y de ganar concursos de bellezas internacionales.
Esas eran las referencias mundiales por las cuales se reconocía a
nuestro país: Venezuela país petrolero, rico, con un pueblo en la
miseria y con las mujeres más hermosas del mundo.
Estábamos
anestesiados con el sedante más poderoso: la televisión, Venezuela era
un solo bonche, un solo boogaloo (bugaluu). Los ricos, banqueros,
políticos y empresarios de maletín saqueaban el país y para el pueblo:
televisión, cervezas y concursos de bellezas
Esa partida de corruptos (ricos, banqueros, políticos y empresarios
de maletín, dueños de medios) se robaban los dólares provenientes del
petróleo, mientras distribuían la pobreza al 80% del pueblo: hambre,
enfermedades, ranchos, delincuencia, desnutrición, violencia, recluta,
servilismo, etc.
Cuando los dólares del petróleo no les alcanzaron, endeudaron al
país, y para pagar las deudas quisieron aplicarle al pueblo las medidas
que exigían los acreedores (FMI, Banco Mundial); el Pueblo indignado
salió a la calle para rechazar las medidas el 27 y 28 de febrero de 1989
y fue masacrado por el ejército, la Disip, guardia nacional y Policía
Metropolitana. Con los muertos del pueblo llenaron calles y la esperanza
paso a la clandestinidad.
La Rebelión Militar de 1992, trajo la esperanza a las calles y Hugo
Chávez la llevó al poder. Es hora de que el Ejército de la dignidad pida
perdón al Pueblo.
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