Las FARC y la ETA no necesitan zapateros

La verdad que esto de aceptar la calificación de terroristas a las FARC y la ETA es hacerse eco del enemigo. Así de simple. El calificativo de Terrorista es manejado por el imperio a conveniencia, además que no existe una definición clara y el término acompaña los intereses imperiales.

En el caso de las FARC, especialmente, tienen muy bien justificada su existencia; ésta se yergue sobre la sangre de miles de campesinos asesinados por los paramilitares de Uribe, y millones de desplazados por la oligarquía. Las FARC-EP y ELN, como grupos insurgentes, no es otra cosa que el pueblo colombiano en armas, lo cual es acogido en el Derecho Internacional Humanitario y el Derecho de La Haya, como Fuerzas Beligerantes.

La Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) no son producto de la mente iluminada que desde una oficina decidió que sería conveniente organizar un movimiento guerrillero. No fue un burócrata quien diseñó la estructura organizativa de las FARC. Mañana abrimos la jornada de inscripción para los aspirantes a guerrilleros.” Pensó el iluminado burócrata. No, no, así no fue la vaina. Las FARC surgieron como respuesta a una situación socio-política específica: la violencia bruta e indiscriminada de la oligarquía colombiana en contra de su pueblo. Nadie planeó la creación de las FARC. Su surgimiento nadie lo previó. La guerrilla organizada fue una respuesta de legítima defensa, en esa oportunidad, ante la avanzada violenta en contra del pueblo y de las organizaciones populares.

La cierto es que cualquiera que sea la apreciación que se tenga de las FARC-EP y su papel en la vida política colombiana actual, nada ni nadie puede desconocer su papel. Una organización de esa naturaleza no puede estar a la voluntad de alguien, por muy poderoso que ese alguien sea. Las FARC-EP tienen una historia propia, una dinámica propia como organización política guerrillera. Además, si asumimos el principio de autodeterminación de los pueblos, sólo le corresponde al pueblo colombiano y a los miles de guerrilleros y guerrilleras que integran las FARC-EP decidir su destino. En conclusión, como las FARC-EP son producto de la historia, sólo la historia decidirá su destino.

No es un pecado tener nexos con ese movimiento, al contrario, es un deber de todo revolucionario verdadero tenerlo, relacionarse con ellos. Mas aun, cuando la guerrilla colombiana asegura que en caso de ser necesario será la primera en el frente de batalla para defender el proyecto revolucionario del presidente venezolano, Hugo Chávez. "Es necesario acompañar con el corazón, pero también con práctica diaria a los líderes del proceso revolucionario, a quienes reiteramos nuestro gran respeto y admiración.", señalo la insurgencia colombiana

Acertada la posición del Comandante Chávez: “no tenemos que dar explicaciones a nadie, menos a los verdaderos terroristas”

Debemos decir, de la FARC-EP lo que a Neruda de Marulanda: “… no ha muerto. Está en medio de la pólvora, de pie como mecha ardiente”

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Juan Contreras y Oswaldo Flores (Coordinadora Simón Bolívar)


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