La cara escondida de Jhon McCain

Pocos norteamericanos saben que detrás del septuagenario risueño, millonario e hijo predilecto de admirantes de la US Navy que aspira a la presidencia de los EE.UU. por el Partido Republicano, se esconde el jefe de la junta directiva del IRI, una maquinaria de propaganda infernal que gasta anualmente decenas de millones del dinero del contribuyente en conspiraciones antidemocráticas a través del mundo.

Parte esencial del mecanismo de la CIA para atacar a los gobiernos progresistas latinoamericanos, el International Republican Institute, que preside John McCain desde hace más de quince años, es el arma secreta de la derecha más recalcitrante de Estados Unidos para lograr sus propósitos a través de millonarias campañas de engaño y de manipulación.

Inspirada por Ronald Reagan, quien reclamaba en 1982 la creación de un "think tank" que desarrollaría una "cruzada por la libertad", el IRI fue fundado en 1983 por ideólogos fundamentalistas del Partido Republicano y recibió de entrada un financiamiento abundante del tesoro público por intermedio de las instituciones federales que se dedican a la injerencia en el exterior.

La casi totalidad de los cerca de 75 millones de dólares que el IRI riega anualmente entre las organizaciones subversivas más reaccionarias del planeta, alentándolas a desestabilizar gobiernos legítimos, provienen de la National Endowment for Democracy (NED) y de la United States Agency for International Development (USAID) ambas fundaciones bien conocidas por su carácter conspirativo. Y por su alineamiento con los proyectos más inconfesables de la inteligencia norteamericana.

Hecho elocuente, entre las corporaciones que completan el presupuesto del llamado "instituto" se encuentran fieras tales como las petroleras Chevron, ExxonMobil y BP, las transnacionales de las comunicaciones AT&T y Bell-South, el holding de cervecerías Anheuser-Busch (vinculado con la esposa de McCain), el gigante de la aeronáutica Lockheed Martin, y… la proveedora de mercenarios Blackwater.

UN "GUIA DE RECURSOS" PARA LOS AGENTES DE LA SINA

John McCain se sumó al consejo de dirección del IRI en 1993, en una época en que se crea su comité "para la transición en Cuba" bajo la dirección de elementos con apariencia CIA desde la raíz de los cabellos hasta las uñas de los pies.

En una entrevista reciente, Aleida Gódinez Soler, la agente Vilma de la Seguridad de Estado cubana, enumeraba a estos personeros que basta con identificar para convencerse del verdadero carácter del IRI.

Presidido por Jeb Bush, hijo no solo de un presidente sino de un ex jefe de la CIA que estimuló el terrorismo contra Cuba y de un vicepresidente que se atribuyó la exclusividad del manejo de la guerra sucia librada por Washington en América Latina, el comité reunió al agente Frank Calzón; "Pepe" Cárdenas, entonces director de la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA) y hoy con la… USAID; el “disidente” Ricardo Bofil; Adolfo Franco, que reaparecerá en la USAID antes de sumarse, hace poco, al equipo electoral del propio McCain; Porter Goss, que Bush hijo nombrara director de la CIA; el barrigón Roger Noriega y hasta Otto Reich, que no necesita presentación.

En su afán de estimular su peculiar versión de la democracia en Cuba, el IRI difundió entonces una "Guía de recursos para la transición", distribuida en La Habana con carácter secreto por los diplomáticos de la Sección de Intereses Norteamericanos desde su búnker del Malecón habanero, a sus agentes de máxima confianza.

En la Isla, el IRI financió y sigue apoyando auténticas operaciones de espionaje, y sirve de pantalla a la CIA en su búsqueda de información estratégica a través de su red de informantes remunerados.

Como si no fuera suficiente, el IRI también apadrinó a organizaciones tales como Reporteros sin Fronteras y People in Need en sus campañas anticubanas ya alimentadas por otras fuentes vinculadas a la Compañía.

EN CARACAS, SUS PROTEGIDOS PARTICIPARON EN EL GOLPE

 En Venezuela, además de engrasar descaradamente a distintos grupos antichavistas, el IRI participó en operaciones de apoyo al golpe de abril de 2002 contra el presidente Hugo Chávez.

En los meses anteriores al secuestro del líder bolivariano, el IRI mantuvo un puente aéreo entre Caracas, Miami y Washington, enviando politiqueros, líderes sindicales y comunitarios corruptos a Estados Unidos para reunirse con organizaciones de la extrema derecha y establecer contactos con oficiales del Departamento de Estado.

El IRI está detrás de las maniobras propagandísticas de la llamada Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV) que financió y apoyó a Primero Justicia y a Súmate, cuyo jefe andaba por el palacio presidencial en las horas del fracasado intento.

El presidente ejecutivo del IRI, George Folsom, celebró el golpe en un comunicado emitido el propio 12 de abril donde se jactaba de que el IRI había "servido de puente" para estimular a los partidos políticos y a los demás grupos implicados en la acción antidemocrática.

Ya se sabe en Washington que si McCain es electo, el sucesor de Folsom, Lorne Craner, se convertirá de inmediato en su principal asesor en materia de asuntos internacionales.

EN HAITI ROMPEN EL RECORD DE LA INJERENCIA

En Haití, en el 2004, los agentes del IRI rompieron récords en materia de injerencia desvergonzada.

Caleb McCarry, su principal representante en la operación contra el presidente Aristide, dirigió el complot golpista por intermedio de Stanley Lucas, un delincuente político vinculado a la dictadura de los Duvalier, cuya familia se ilustró con la masacre de 200 campesinos.

Ex funcionario de la oficina del ultraconservador Jesse Helms, McCarry, hijo de un ex agente de la Agencia, fue luego designado por Bush el hijo para administrar su plan de anexión de Cuba.

A SU LADO, REICH, LOS DIAZ-BALART Y… JOHN BOLTON

No hay porqué sorprenderse si los asesores de más peso en materia de relaciones con América Latina, en el actual equipo de McCain, son individuos cuyos nombres huelen a injerencia: los cubanoamericanos Otto Reich, Ileana Ros Lehtinen, Lincoln Diaz-Balart, así como el “profeta” del "Armageddon" John Bolton.

Ya se sabe cómo se exhibe junto a directivos del Cuban Liberty Council vinculados al uso del terror contra Cuba.

Ilustración de la política latinoamericana promovida por McCain: el año pasado el IRI atribuyó su Premio a la Libertad a Antonio Saca, presidente de El Salvador vinculado a los escuadrones de la muerte.

La investigadora Sarah Hamburger, del Council on Hemisferic Affairs (COHA), empieza un reciente análisis de la relación McCain-IRI con esta frase que lo cuenta todo: “el aspirante presidencial John McCain está escondiendo un esqueleto en su closet”.

Y más adelante añade: "Si la implicación de McCain con el IRI no ha empezado a preocupar a América Latina, lo hará si esas políticas que tuvieron tal influencia destructiva en el pasado son apoyadas por el poder de la presidencia".

No hay duda, a América Latina le queda mucho por descubrir del risueño millonario que la extrema derecha norteamericana propone como sucesor de Bush.


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Jean Guy Allard


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