En unos cursos de Antropología Filosófica y Ética Fundamental de los que participamos entre 2022 y 2024 pudimos compartir la lectura y estudio de algunas de la cartas enciclicas del Papa Francisco y una exhortación, por cierto bastante polémica y causó mucho revuelo, así como también algún libro de su pluma sobre la educación. Además de algunas de sus biografías recogidas en libros de fácil acceso, todos de impresionante actualidad. Una de esas biografías es la escrita por el distinguido periodista deportivo venezolano José Visconti y el libro Los dos papas de Anthony McCarten, que también es una película, de tal suerte que hicimos un acercamiento al pensamiento teológico y antropológico de ese pibe nuestro latinoamericano.
Por lo que nos hizo recordar viejos tiempos cuando en lo personal hiciéramos un Diplomado en Didáctica de la Filosofía con el Profesor Dr. Francisco Ramón Zambrano Cano (UPEL IPB, 2016) e Historia de la Filosofía Clásica, Moderna y Contemporánea con el Profesor Magister Mariano Gonzalo (UCLA-Humanidades, 2916-2019), uno de cuyos módulos estuvo referido a la Filosofía Medieval y, en consecuencia, se pudo revisar los padres de la iglesia y clásicos de la escolástica. Pero esta experiencia con ciertos textos de Francisco resultó muy actual ya que aborda dimensiones muy salientes de la realidad actual.
En particular revisamos la encíclica Frattelli Tutti, una síntesis de lo que, parafraseando un viejo libro de Max Horkheimer, denominamos la referida encíclica también constituye un preciso "diagnóstico de nuestro tiempo", así como un llamado a la solidaridad (a la economía solidaria, tan cara a la Doctrina Social de la Iglesia) y a la fraternidad en un mundo contemporáneo y actual dominado por el utilitarismo, el relativismo y el olvido de la naturaleza (un poco en la linea de la fenomenología de Heidegger).
Acota en su primera parte la Frattelli Tutti la existencia de "Las sombras de un mundo cerrado", aunque paradójicamente conectado en pantallas, pero aislados de otros; mundo egoísta, autoreferencial. Lo que resulta una de esas peligrosas sombras como parte de un vivir paradójico, con polarizaciones que reproduce el mundo del egoísmo. Ese es el esbozo de nuestro tiempo.
En ese contexto es frecuente encontrarse "un extraño en el camino" y el imperativo de ser solitario con él, es decir, ser un buen samaritano; por eso Francesco propuso desarrollar la "amistad social" entre personas y pueblos, porque lamentablemente se dice que las naciones no tienen amigos sino intereses; de dónde se tiene que hay que tener el corazón abierto, con regímenes social y legal que atienda a los desplazados de conflictos bélicos, desastres naturales o hambrunas, fomento de la solidaridad con políticas de amistad social, que restablezcan la comunión y la dignidad humana.
Lo mejor de esa experiencia fue que a un grupo de jóvenes tecnólogos se sintieron identificados con las reflexiones del obispo de Roma, también leímos, no sin sorpresa, un documento vaticano con su autorización sobre el trato de la iglesia jerárquica y en las comunidades parroquiales a personas diversas, divorciados, vueltos a casar, homosexuales o sexo diversos, titulado "Fedusia Suplicant"; ahí sugiere la posibilidad de orar por personas en tal condición, sin rechazarlas a priori, sino incorporarlas a la comunidad eclesial sin hacer juicios de valor, como Jesús frente a la mujer sorprendida en adulterio, no la juzgó, sino que como dijo el poeta lanzó aquello de que el que este libre de pecado que tire la primera conciencia.
Por cierto, creo que una última carta encíclica del Papa Francesco versa sobre teología espiritual y está dedicada a la devoción del Corazón de Jesús; con lo que de una manera sencilla profundiza bíblicamente en una bella tradición popular, por lo que como acotó una jovencita que participó de los cursos anteriormente señalados: en la formación de las comunidades cristianas es muy importante tener en cuenta el magisterio de la iglesia, la Biblia se leé y comprende mejor si se contextualiza en la historia de la iglesia, como en concreto se ha vivido la fé.
En síntesis, demás está decir que el obispo de Roma ahora en Capilla Ardiente, Hugo Mario Bergoglio, en su Magisterio Petrino, fue un Papa fuera de serie y también se ubicó fuera del Vaticano, como un signo de contradicción frente a ciertas estructuras corruptas enquistadas aquí y en todas partes, pues tú tumba será lejos de las criptas, de residencias Santa Marta a santa María La Mayor. Lo que nos hizo recordar el famoso chiste eclesiástico de mi buen amigo el teólogo Rider Murillo, a saber, que sí bien Roma y el Vaticano representan el depósito de la fé, pero sucede también que muchos van allá a depositar la fé y se quedan sin fé, sino con muchos intereses, véanse la historia de ciertos arzobispos y cardenales, muy corruptos en la administrativo, financiero y moral. María purísima!
