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Pretendieron enterrarme vivo

La extraordinaria victoria de Lula, en las elecciones presidenciales del domingo 30 de octubre pasado, es el resultado de la heroica lucha del pueblo brasilero, contra el régimen totalitario y neoliberal que representó Jair Bolsonaro y la ultraderecha. No hay que olvidar nunca que en 2016, se produjo un golpe de Estado en Brasil, que depuso a Dilma Rousseff y encarceló injustamente a Lula, que no pudo ser candidato en 2018, por la patraña que le montó la ultraderecha, y mucho menos hay que olvidar que el Partido de los Trabajadores se mantuvo firme, y se colocó al frente del esfuerzo de millones por rescatar la democracia. Después de una larga campaña y de dos vueltas electorales, Luiz Inácio Lula da Silva, fue elegido presidente de Brasil, y se prepara para encarar su tercer mandato tras una primera experiencia entre 2003 y 2010, mientras toda América Latina, se pregunta cómo impactará el resultado en el país más grande e importante de la región.

Los giros políticos se han convertido en tendencia en América Latina, especialmente debido al fuerte impacto de la pandemia de covid-19 en los Gobiernos, y en las últimas elecciones en la región ha sido normal que los oficialismos pierdan y la oposición los reemplace en el poder: este año ha habido cambio de Gobierno en Brasil, , Colombia y Costa Rica, en 2021 lo mismo ocurrió en Ecuador, Honduras, Perú y Chile, al igual que en 2020 en Bolivia y República Dominicana.

Lula cambio el mapa político del mundo, La articulación de un amplísimo frente democrático, el reagrupamiento de los partidos de las izquierdas y los movimientos sociales. La sólida conciencia política de las fuerzas populares, tiene en Lula a su líder, y a su conductor, quien está a la cabeza del proceso de renacimiento de Brasil y de la integración latinoamericana y caribeña. Vuelve la política social progresista "Hambre Cero", la salud para todos, la defensa de la Amazonía, el derecho a vivir en democracia. Un batallador de la talla de Lula, al conocerse los resultados oficiales declaró: "Me considero un ciudadano que ha vivido un proceso de resurrección. Intentaron enterrarme vivo y aquí estoy".

Lula da Silva es presidente de Brasil por tercera vez. Derrotó al candidato de extrema derecha Jair Bolsonaro en la segunda. Una elección histórica, pero con el resultado más estrecho desde el final de la dictadura, que vio competir por primera vez a un presidente y un expresidente, y en un país dividido. han querido enterrar vivo a Lula, para que no gobernara para los pueblos pobres, a Bolsonaro y sus iglesias que son sus aliados no les preocupa para nada el hambre para 33,1 millones de personas, y la pobreza, impuesta a 100 millones de Ciudadanos brasileños, que los dos últimos años comían una sola vez al día. Se ha producido un aumento del 73% de hambrientos. La renta media de la población es la más baja de los últimos diez años, mientras sigue creciendo la brecha con el 5% más rico, que tiene una riqueza equivalente del 95% de los brasileños.

Ya quedaron muy atrás los años en que la gran mayoría de gobiernos, por desgracia, eran dictaduras de derecha, que han desaparecido fueron derrotadas, por voluntad del pueblo brasileño. En ese sentido, la victoria de Lula significaría la puesta en marcha de un programa progresista y la reactivación de alianzas económicas y políticas. Lula logró vencer al autoritarismo encarnado en Bolsonaro, a partir de una alianza progresista, ahora Lula, se erige como el líder más importante de la izquierda en la región,



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Francisco Medina

Abogado. Dirigente político. Exdiputado del Consejo Legislativo del estado Bolívar

 medinafranr@gmail.com

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