Alex Saab permanece secuestrado en Cabo Verde (12/06/2020), bajo los
más aberrantes mandatos de los EEUU; mientras el avión en que viajaba
se aprovisionaba de combustible. En la medida que el tiempo ha
avanzado, se ha llegado a conocer que en aeropuerto lo estaba
esperando el primer ministro Ulisis Correia, para cumplir con ese
acto infame de su detención. Recordemos que Saab era un enviado
especial para tender puentes que permitiera facilitarle alimentos al
pueblo. Dando saltos por todos lados para evadir el bloqueo inhumano
de los EEUU, cumplía con una tarea muy particular, como era la de
estrechar lazos de amistad y acercamiento con aquellos países amigos;
como funcionario diplomático y por lo tanto con inmunidad, para no
ser detenido en ninguna parte y menos secuestrado. Acaso los gringos
no tienen en el mundo a miles de funcionarios que cumplen ese rol, se
meten en sus asuntos privados de esos países y nadie dice nada.
Saab ha sido blanco en eso de fabricarles los más inverosímiles
delitos, que no tienen parangón alguno. Se le acusa de todo: de
blanquear y lavar dinero, de ser testaferro de Maduro, de ser un
Chacal financiero, etc, etc. Hasta el Reino Unido, no se quedó atrás y
ha tomado parte de este andamiaje de señalamientos, ahora aparece
pidiendo sanciones contra Alex Saab, un país al que se le acusa del
robo de 30 toneladas de oro, que son de la legitima propiedad del
Estado venezolano y que permanecen en sus bóvedas.
Cabo Verde es un país salpicado por el narcotráfico y la corrupción
que lo hace débil y sumiso ante los poderosos Sus gobernantes no
tienen pudor y se doblegan ante cualquier exigencia del imperio. El
Comité de los Derechos Humanos de la ONU, señaló en una de sus
declaraciones, que Cabo Verde debía abstenerse de extraditar a EEUU a
Saab; luego salió un Tribunal de esos que se arrodillan ante cualquier
postura imperial, que el país africano no esta obligado a cumplir esa
solicitud de la ONU. No crean que la situación en ese país ha sido
normal, dentro de la ciudadanía han salido voces altisonantes ante ese
secuestro. Otro organismo que emitió su opinión fue la CEDEAO; un
Tribunal de Justicia de la Comunidad Económica Estadal de África
Occidental, del cual Cabo Verde es firmante (1991), rompió el silencio
y salió a emitir su sentir, actuando como supranacional, en el sentido
que emite un pronunciamiento a percatarse que Cabo Verde como Estado
no responde ante la violación de los derechos humanos que recae sobre
el secuestrado; ordenando su no extradición a EEUU; sino su
liberación inmediata por arbitraria e ilegal.
