¿Conseguirá Trump ser reelegido?

"He aprendido a no intentar convencer a nadie. El trabajo de convencer es una falta de respeto, es un intento de colonización del otro" (José Saramago).

Al comienzo de este año, Donald Trump tenía el viento a su favor, después de haber sorteado, el 05/02/2002, con éxito el juicio político (impleachment en inglés), aprovechando la mayoría que tiene el partido republicano en la Cámara Alta (Senado).

Ese día quedó absuelto de las acusaciones que se le hicieron sobre las presiones realizadas al gobierno de Ucrania para promover una investigación contra su rival demócrata Joe Biden. Los demócratas habían sufrido una contundente derrota.

Ante ese resultado, Trump se presentó como el presidente "para siempre".

Pero, además, la economía de EEUU estaba en franca crecimiento y los niveles de desempleo eran muy bajo.

Todo estaba servido para su reelección. Nadie dudaba de eso. Todas las encuestas lo daban como seguro ganador.

1. La mala suerte

Maquiavelo diría en el capítulo XXV de El Príncipe lo siguiente: "No ignoro que muchos creen y han creído que las cosas del mundo están regidas por la fortuna y por Dios, de tal modo que los hombres más prudentes no pueden modificarlas; y, más aún, que no tienen remedio alguno contra ellas. De lo cual podrían deducir que no vale la pena fatigarse mucho en las cosas, y que es mejor dejarse gobernar por la suerte".

Esa fortuna, en su acepción de "suerte", que había tenido el presidente Trump, se ha venido trasmutando en "mala suerte".

Veamos

a) El Covid-19.

El Covid, el 13/03/2020 fue declarado pandemia por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Trump desde el principio pretendió negar el impacto de ese "enemigo invisible" y lo llamó despectivamente la "gripecita china".

No había pasado tres meses de esa pandemia y EEUU pasó a convertirse en el epicentro del Covid-19 y hoy superar los 6 millones de casos y se acerca a los 200 mil muertos.

b) La economía

Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), en su World Economic Outlook (WEO) de junio, EEUU verá reducirse el Producto interno Bruto (PIB) en 8 por ciento en 2020 y previendo que en 2021 caerá en otro 4,5 por ciento.

Todo ello debido a los efectos devastadores de la pandemia en el consumo, en las empresas y el empleo, con magras expectativas en un momento en que el virus avanza sin control.

Los desempleados ya superan la cantidad de 40 millones de personas.

c) Sus detractores

Pero, como si lo anterior fuera poca cosa, sobre Donald Trump ha caído un balde de agua fría. Está recibiendo ataque por todos los frentes.

Su ex colaborador de seguridad, John Bolton, en el libro (2020) La habitación donde ocurrió. Una memoria de la Casa Blanca, lo cataloga como impulsivo, errático e insensato que miente sin cesar.

Su sobrina Mary, en el título del libro (2020) Trump. Demasiado y nunca suficiente. Cómo mi familia creó al hombre más peligro del mundo, lo acusa de ser un profano.

En el prólogo del libro (2020): Desleal: La verdadera historia del exabogado personal del presidente Donald J. Trump, Michael Cohen, lo llama "tramposo, mentiroso, farsante, matón, racista, depredador, estafador y un timador".

Y su hermana mayor, Maryanne Trump, en conversación con la sobrina Mary, filtrada a la prensa, lo describe como un hombre que "no tiene principios".

d) Centro de protestas

Estados Unidos, además, se ha convertido este año en el centro de las protestas contra el supremacismo blanco y el racismo, por una serie de incidentes de disparos de agentes de policía contra afroamericanos.

Como corolario de esta "mala suerte", las encuestas le pronostican un resultado adverso y aseguran que Biden lo supera por ocho puntos (49 a 41 por ciento) en general y en las mujeres (56 a 34 por ciento) en la carrera electoral.

2. Las armas para la reelección

a) Dialogando con Dios

El 17/08/2020 el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, durante un discurso pronunciado en la ciudad de Mankato (Minnesota, EE.UU.), habló del "milagro económico" que había conseguido antes que el Covid-19 golpeara a EEUU y afirmó: "Hemos construido la economía más grande en la historia del mundo y ahora tengo que hacerlo otra vez".

Y en ese sentido hizo alusión a una conversación con Dios y a la prueba a la que estaba siendo sometido: "¿Saben lo que es eso? Es Dios, que me está poniendo a prueba", y añadió: "Él me dijo: 'Sabes, lo has hecho una vez'. Y yo le dije: '¿Hice un buen trabajo, Dios? Yo soy el único que podía hacerlo'".

Ante lo cual, según Trump, "[Dios] dijo: 'Eso, no deberías decirlo. Ahora vamos a hacer que lo hagas otra vez'" a lo cual "yo le dije: 'Está bien, estoy de acuerdo. Me pillaste'. Pero lo hice una vez y ahora lo voy a hacer de nuevo".

b) Los enemigos

Trump no deja pasar casi ni un día sin enzarzarse en Twitter o ante las cámaras con algún supuesto enemigo. Muchos consideran que es él quien instiga las batallas, pero él se considera la víctima.

De allí, que Trump, por una lado, ha ideologizado el discurso de su campaña y eso encuentra un aposento en una sociedad donde cala el anticomunismo y supremacismo.

Y por otro, intenta motivar que los adeptos a teorías conspirativas como QAnon, que en muchos casos no participan en las elecciones, lo hagan por él.

Debe recordarse que Estados Unidos es, históricamente, un terreno fértil para las teorías conspirativas y QAnon ha sido declarado como amenaza terrorista por el mismo FBI.

Los seguidores de ese grupo (calificado por el republicano Jeff Bush como "chiflados, racistas y odiadores"), creen que el mundo está gobernado por una camarilla de políticos corruptos, pedófilos, adoradores del diablo (que se encontrarían en el Partido Demócrata, como Hillary Clinton o Barack Obama, también habría estrellas del mundo del espectáculo y hombres de negocios influyentes) que conspiran contra Trump.

Trump dijo a la prensa el 20/08/2020, al hacer referencia a este grupo lo siguiente: "No sé mucho de ellos", pero "he oído que son personas que aman este país" y a las que "no les gustan" las escenas de violencia que están viendo en ciudades demócratas como Portland o Chicago.

Cuando un periodista le corrigió y le recordó, literalmente, que los seguidores de QAnon creen que él está luchando contra un culto satánico de pedófilos y caníbales, el presidente respondió: "¿Y se supone que eso es algo malo? Si puedo ayudar a resolver los problemas del mundo, estoy dispuesto a hacerlo".

A juicio de Trump, de hecho, ya él está "salvando el mundo de la izquierda radical que quiere destruir este país. Y cuando este país desaparezca, el resto del mundo irá detrás".

c) El mensaje del miedo

La campaña republicana para la reelección de Trump se está haciendo sobre la base del miedo y de mostrar un panorama dantesco si Joe Biden y los demócratas se imponen en las elecciones de noviembre.

El mensaje no pasa por vender un programa económico o por la defensa de los valores tradicionales republicanos, sino por instigar miedo a una victoria demócrata con la advertencia de que sus barrios residenciales pueden convertirse en el próximo Portland.

Sus asesores buscan hacer un potente lavado de imagen sobre su gestión de la pandemia del coronavirus y despejando cualquier dudas sobre el manejo de la economía.

El congresista republicano Matt Gaetz ha dicho: "Os desarmarán, vaciarán las prisiones, os encerrarán en casa", la "pesadilla" demócrata se está haciendo realidad.

Donald Trump Junior dice que en noviembre los estadounidenses tendrán que elegir entre "iglesia, escuela y trabajo", lo que ofrecen los republicanos y los "disturbios, saqueos y vandalismo" que significaría una victoria demócrata.

Uno de los representantes de las nuevas generaciones de republicanos, Charlie Kirk, de apenas 26 años ha dicho: Trump es "el guardaespaldas de la civilización occidental", frente a las "hordas vengativas que quieren destruir nuestro modo de vida".

El matrimonio Mark y Patricia McCloskey, que se hicieron viral en las redes sociales por haber enfrentado con su pistola y su rifle AR-15 a un grupo de manifestantes de Black Lives Matter en junio de este año, han comentado: "No se equivoquen: no importa donde vivan, su familia no estará segura en los Estados Unidos de los demócratas radicales".

Agregando que Trump, en cambio, "protegerá el derecho divino de los americanos a proteger con armas nuestros hogares y nuestras familias".

d) Contestatario y optimista.

Consciente de que son los Colegios Electorales los que toman la decisión, Trump busca mantener activa a su base e intentar captar nuevos votos en los contestatarios del sistema.

Sus asesores dicen que su negativa a inclinarse ante la clase política de Washington lo distingue de todos los demás.

En entrevista para el diario El País, el 05/09/200, Trump dijo que de ser reelegido seguiría con su política de aumentar el gasto militar, rebajar impuestos, eliminar normas, reforzar la frontera y nombrar jueces conservadores.

También aseguró que está listo para los próximos cuatro años: "Yo soy el único que puede arreglar esto".

Y remató así: "Me siento bien. Creo que estoy mejor que hace cuatro años".

¿Un acertijo?

En un país donde muy pocas veces ha votado el 60% de los inscritos en el registro electoral, pero además y los más grave aún, donde su pueblo no elige, cualquier sorpresa es posible, incluso las más insólitas de la vida, como el hecho cierto que en Estados Unidos puede llegar a ser presidente un candidato perdedor en los votos populares.

Recordemos que en el año 2000, el candidato demócrata Al Gore perdió la presidencia ante el republicano George W. Bush, pese a aventajarle en más de 500.000 votos.

El más reciente caso fue precisamente la elección donde Trump salió electo como presidente pese a que Hilary Clinton, la candidata demócrata, lo superó en 2,8 millones de votantes.

El 9/11/2016, las cadenas de noticias anunciaron que, en los estados de Míchigan, Pensilvania y Wisconsin (estados en los cuales según las encuestas Hillary Clinton ganaría), Donald Trump había obtenido 78.000 votos de más.

Pero más importante aún: el candidato republicano también logró imponerse en los dos grandes estados en disputa ("swing states") de las últimas décadas: Ohio y Florida, así como en otros estados "swing" menores (Arizona, Georgia, Iowa y Carolina del Norte).

Es así como Trump se convierte en presidente con 304 votos electorales contra 227 de Clinton.

Por tanto, si Trump será reelecto se convierte en un acertijo que sólo será develado el 3 de noviembre.

En todo caso, como adelanto, podemos afirmar que en esa relación pendular entre republicanos y demócratas, siempre habrá un ganador: los "poderes fácticos" o el "Estado Profundo".


 



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Franklin González

Doctor en Ciencias Sociales, UCV. Sociólogo, Profesor Titular, Ex Director de la Escuela de Estudios Internacionales de la UCV. Profesor de Postgrado en la UCV, la Universidad Militar Bolivariana de Venezuela y en el Instituto de Altos Estudios ?Pedro Gual? del Ministerio del Poder Popular para las Relaciones Exteriores. Fue embajador en Polonia, Uruguay y Grecia.

 framongonzalez@gmail.com

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