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España, debe girar a la izquierda y Venezuela, a la verdadera vanguardia zurda

Hitchcock era tal maestro en estos señuelos que figura como padre de los MacGuffin. Estos cebos le sirvieron de arranque en sus más renombradas historias de misterio. Pronto se percató de que resultaban más eficaces cuanto más genéricos eran. Al modo de los trucos de magia, el Macguffin desvía la atención en la dirección contraria a donde el prestidigitador urde su número con el que sorprender al público del espectáculo. Es asimismo lo que permite al trilero -"¿dónde está la bolita?"- vaciarle los bolsillos a los panolis que muerden el anzuelo que tiende con sus compinches en el sablazo

En el año que dista entre la investidura Frankenstein de junio de 2018 que le catapultó a La Moncloa tras su moción de censura exprés contra el incauto de Rajoy y la reinvestidura Sáncheztein que puede sustanciarse este otro junio con los mismos expedicionarios de entonces (podemitas e independentistas, incluido el brazo político de ETA), Pedro Sánchez ha demostrado una notable pericia en el manejo de los Macguffins. Ello ha descolocado a quienes se empecinan en desconocer su carácter de aventurero de la política. Atenido al ideal de Maquiavelo, al presidente en funciones le mueve exclusivamente la consecución del poder a toda costa y sin remilgos de ninguna clase. No rehúsa explorar la senda del mal si lo exige el objetivo que persigue. Por eso, las rayas rojas que prometió no saltarse son su norte y guía.

En Venezuela, los malos querían saltarse la talanquera, pero Hugo Chávez Frías les daba sus latigazos y entraban en cintura. Es que muchos izquierdistas, desean darle la espalda a Nicolás Maduro Moros y seguir picándole los ojitos a Gustavo Cisneros para promover en definitiva la candidatura presidencial de Leopoldito López y entrarle a Miraflores por la esquina de pajaritos en la ciudad de Caracas.

Las elecciones de cualquier índole entre España y Venezuela reflejaran siempre los mismos acertijos y falsos positivos y, en este sentido, no hay que poner cara de perro para entender las descalificaciones y la legalidad constitucional para defender la patria o República. Nos creemos estadounidenses o ingleses, cuando en verdad somos ibéricos o hispanos, nunca latinos, porque los originales son de la ciudad de Lascio, veamos la historia.

Bueno, hay que saber quienes son independentistas y traidores a la patria. El Arco del Orinoco es solo un reflejo de todo ello. Las descalificaciones sobre algunos militares y civiles ya es conocida. Lo que implica en que vivimos un suplicio y suspenso progresivo y es igual hablar de derecha y de izquierda, parecemos andaluces, gallegos o andinos, donde solo basta mostrar nuestra naturaleza y las condiciones extremas en que vivimos. Tanto España como Venezuela viven aterradas por la intromisión de los ingleses y estadounidenses en nuestros asuntos internos. Pero, culpable es quien los ampara en el poder, en unas condiciones que mantienen soterradas una campaña que afronta con la ventaja inestimable de hacer alforjas en oro, con tal de hacer a Errejón o a Leopoldito, el niño luz de presidentes de España y Venezuela al mismo tiempo, según lo dictamine su papá, diputado al parlamento europeo como Gustavo Cisneros y su círculo económico en el país.

Lo cierto, es que todos, andan repletos de dólares de los fondos públicos con los que agradare a un buen número de empresarios y, algo debe quedar para el pueblo y un amplio electorado..

Alfred Hitchcock popularizó la expresión Macguffin para esas maniobras de distracción de las que se valía como director para desconcertar al espectador e imprimir un giro imprevisto a la trama. "En historias de rufianes, el Macguffin siempre es un collar, y en historias de espías, siempre son los documentos", resumía quien lo ejemplificó surrealistamente: Van dos hombres en un tren y uno le dice al otro: "¿Qué es ese paquete que hay en el maletero que se encuentra sobre su cabeza?". El otro contesta: "Ah, eso es un Macguffin". Ante su insistencia para que le aclare qué diantres es eso, su compañero de viaje le indica: "Un Macguffin es un aparato para cazar leones en Escocia". "Pero que me está diciendo -le refuta-; si, en Escocia, no hay leones". "En ese caso, eso de ahí no es un Macguffin", zanja.

Sin duda, todo un giro copernicano. Hay que tener en cuenta que, en 2007, cuando el PSOE, navarro se echó al monte intentando una operación de este jaez con Nafarroa Bai (amalgama de PNV y adeptos a ETA) e IU, la Ejecutiva Federal del PSOE segó la propuesta de Fernando Puras y de Carlos Chivite, tío de la actual presidenciable, y facilitó con su abstención la investidura de Miguel Sanz, líder de UPN. Contrariamente a lo que ha hecho esta vez con Javier Esparza, aspirante la coalición de centro derecha Navarra Suma. La gallina ha cantado después de asada, como en la leyenda de la localidad riojana de Santo Domingo de la Calzada.

Son puras historietas, la vida de los políticos españoles y venezolanos, cuanta falsedad en sus rostros.

A Sánchez le ha funcionado el Macguffin de que era Ciudadanos quien le obligaba a echarse Las elecciones, en definitiva, han dado como vencedor indiscutible a Pedro Sánchez. Y a él corresponde la responsabilidad de tomar la iniciativa para sacar a España de la parálisis en la que se encuentra, en parte por su aventurerismo político de los últimos 10 meses. Tiene ahora, una inmejorable oportunidad de corregir los errores y trabajar por la estabilidad que el país necesita.

“¿Qué ofrece diferente Errejón respecto a Pablo Iglesias (Unidas Podemos) especialmente pero también hacia un Pedro Sánchez (PSOE) al que en las últimas semanas hemos visto más bronco en el Congreso de los Diputados? Pues un talante más propositivo de yerno entrañable con una voluntad de suma, de vayamos a entendernos, a poner paz”, afirma Aira. señala que su candidatura nace de una escisión “por tanto también de lo que en teoría viene a combatir, que es la división en la izquierda, a propósito de lo que no ha podido ser, el gobierno de izquierdas con Pablo Iglesias y Pedro Sánchez”. Aira sostiene que es muy positivo que Errejón se quiera presentar como el antídoto a eso y considera que su afirmación se sustenta en el tono en el que se comunica, una intención de desbloqueo y también de aspecto. “Ante el aspecto más desaliñado de Pablo Iglesias y el aspecto más de maniquí, casi de escaparate, de Pedro Sánchez, él muestra un término medio”. En su análisis, Aira destaca que la imagen que ofrece ahora Errejón ahonda en la que diseñó su equipo de campaña en las autonómicas, con él de candidato sin gafas, con camisa bien planchada y con americana, que es como presentó su lista el miércoles en Madrid. Errejón ofrece, según Aira, una imagen más pulcra que la de Iglesias y a la vez más joven, más de izquierda moderna que Pedro Sánchez y en comparativa con los dos, el mensaje que transmite es de intentar no seguir encallados en lo que ha llevado a la repetición de elecciones.

“Es curioso que este tono que ha agriado la relación entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, que tiene bastante en el punto de crispación máxima a Albert Rivera (Ciudadanos), en el espectro de la derecha, lo intenta combatir Pablo Casado (PP) con un tono mucho más pausado en las formas, en el discurso, en fondo y forma, buscando esa idea de moderación y propositiva no tan a la contra sino más en positivo”, argumenta.

Sobre el cambio de imagen de Casado, con barba tras las vacaciones, Aira valora que le da un punto de madurez, da cierto recuerdo a Santiago Abascal (Vox) y en contraste a Rajoy.

“Podría recordar un punto medio entre Abascal y el expresidente del Gobierno popular Mariano Rajoy, que es lo que busca Casado y creo que le ha ido bien porque le da la sensación de más madurez, lo hace más caricaturizable, incluso y más diferencial de Rivera”, afirma. Apunta también Aira la escasa presencia mediática de Abascal y de Rivera.

“Abascal ha estado casi tan desaparecido como Rivera y su ausencia no se ha notado, eso es significativo y describe el papel que ha tenido VOX en el Congreso desde que llegó”. En este sentido señala que podría ser una estrategia o que la formación de Abascal haya constatado que vive mejor mostrándose solo en campaña electoral. “Seguramente su liderazgo es más cuestión de imagen de impacto emocional ligado a una campaña y a unos eslóganes que no al hacer política tradicional, hablar y opinar todo el tiempo. En este sentido señala que ha tenido más protagonismo Javier Ortega Smith que él”, afirma.

El expresidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero considera que la irrupción de Más País en la cara a los comicios del 10 de noviembre puede favorecer la fragmentación de la izquierda, pero destaca que el discurso de Iñigo Errejón "es un discurso en favor del acuerdo, en favor de integración".

En esta línea, Zapatero ha asegurado que no ve posible un entendimiento entre el PSOE y Ciudadanos tras las próximas elecciones generales y considera que "lo razonable" es que "el diálogo y el acuerdo se sitúen en el terreno de la izquierda".

"Mi opinión es que esa hipótesis no existe, no está abierta", apunta Zapatero sobre una negociación entre el líder socialista, Pedro Sánchez, y la formación de Albert Rivera.

A su juicio, "lo razonable" -tanto por la evolución de los "hechos políticos" recientes, como por "la actitud de Ciudadanos" y por "el propio programa del Partido Socialista"- es que el PSOE mire a la izquierda.



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Emiro Vera Suárez

Profesor en Ciencias Políticas. Orientador Escolar y Filósofo. Especialista en Semántica del Lenguaje jurídico. Escritor. Miembro activo de la Asociación de Escritores del Estado Carabobo. AESCA. Trabajó en los diarios Espectador, Tribuna Popular de Puerto Cabello, y La Calle como coordinador de cultura. ex columnista del Aragüeño

 emvesua@gmail.com

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