La estrategia para destruir el Estado venezolano constitucional y legítimo suma diversas variables y escenarios.
Holmes Trujillo, el Canciller uribista del gobierno colombiano, ha dicho sin ningún reato que la acción seguirá adelante para bloquear y destruir la economía venezolana con el fin de crear las condiciones para el colapso definitivo del gobierno de Caracas (https://bit.ly/2xVT9za ).
En pleno dialogo entre el Gobierno de Maduro y los delegados de Guiado en la isla de Barbados, otros actores han hecho anuncios para proseguir en su presión injerencista y desestabilizadora tal como lo ha hecho la vocera de la Unión Europea, el Grupo de Lima y el Secretario de la OEA.
Sin embargo, el dato más grave y preocupante de todo este entramado belico contra el gobierno de Maduro es la constitución de las Autodefensas Unidas Colombo- Venezolanas, que operan con el apoyo, la colaboración y el patrocinio del Ejército colombiano y del Comando Sur del pentágono (https://bit.ly/2Ge6XcC ).
El recurso paramilitar repite el modelo de la Contra Nicaragüense utilizado contra la revolución sandinista al frente de la cual se desempeñó Elliot Abrams, el actual delegado de Trump para coordina todo el plan de destrucción de la revolución bolivariana.
Las AUCV resucita el aparato uribista de muerte de Carlos Castaño, el creador de las Autodefensas Unidas y Campesinas de la ultraderecha fascista colombiana responsable de miles de masacres, desapariciones y desplazados en las dos últimas décadas en Colombia.
Lo que queda claro de este hecho es que tanto el imperio como sus socios de Bogotá se decidieron por la organización de un ejército asesino para sembrar el terror y la muerte en los 2300 kilómetros de frontera entre Colombia y Venezuela y de esa manera generar el escenario de la guerra civil en el territorio venezolano.