El Mundo ante una nueva mentira, ¿que hay detrás?

Nuevamente y con el mismo argumento de costumbre tratan en esta oportunidad distraer al mundo y como auxilio al estado sionista de Israel y el cual ya es conocido en el mundo como el estado sionazy quien claramente destapo el nuevo plan macabro del cartel del terrorismo internacional con sede en la Casa Blanca.

El supuesto plan contra aviones civiles descubierto por los servicios secretos británicos no son mas que otra novela, y lo lamentable es, que la comunidad internacional, le a dado razón a esta nueva campaña de la supuesta lucha contra el terrorismo.

Desde la experiencia sufrida por el mundo a raíz de los atentados criminales contra las torres gemelas donde se evidencio que los servicios secretos tenían información de estas operaciones, y que el sionismo internacional informo a los 2600 empleados judíos que laboran en estos edificio del atentado, por lo cual ninguno vino a trabajar ese 11 de septiembre del 2001. posteriormente y con mucha y profunda investigación con cámaras que captaron a un aparato impactando contra el pentágono con una velocidad muy superior a la de un avión dejando por fuera la tesis de la CIA del supuesto avión por el cual nos preguntaríamos en este caso que paso entonces con ese avión que nunca impacto?, será que las fuerzas aéreas estadounidenses en realidad derivaron dos aviones en ves de uno como afirmaron sus fuentes. Otra pregunta que nos haríamos, porque el primer ministro Ariel Sharon suspendió su visita a Nuevayork un día antes de los atentados? La edición noruega de le monde Diplomatique publicó en su número de julio de 2006 una interesante serie de trabajos sobre los atentados del 11 de septiembre concluyendo que estos hechos fueron resultado de un complot interno estadounidense. La repercusión fue tan grande que los grandes medios de la prensa escrita y audiovisual noruega han ido publicando, uno tras otro, sus propias investigaciones, en las cuales reconocen la existencia de indicios que dejan lugar a la duda o llegan a la conclusión antes mencionada.

Giulietto Chiesa en la conferencia de Axis for Peace hace un análisis de mucho contenido sobre la magnitud de la complicidad y comenta, que Cuando se habla del 11 de septiembre, ¿quién es el conspirador? ¿El que acepta la versión oficial, según la cual 19 inadaptados bajo las órdenes de un señor que no sabe prácticamente nada de lo que están haciendo y que se encuentra a 20,000 kilómetros, en una cueva de Afganistán, logran alcanzar el 75% de sus objetivos (tres aviones de cuatro) matando alrededor de 3,000 personas y sembrando el pánico total en la primera y única superpotencia mundial? ¿O el que no se cree esa fantasía, versión ridícula e insostenible de los hechos, y pide simplemente que le ofrezcan una versión más creíble, que concuerde con los datos que se han ido acumulando desde hace ya cinco años y que no pueden seguir siendo desmentidos?

Aunque el complot sea, según se hace evidente, la versión que describe y ofrece la administración estadounidense; aunque tengamos todos la prueba de que el presidente de Estados Unidos y su segundo son mentirosos empedernidos; aunque estos últimos ya provocaron la muerte (en Irak, donde los mandaron a luchar sobre la base de mentiras flagrantes) de por lo menos tantos estadounidenses como los que murieron en los atentados del 11 de septiembre (sin contar los muertos civiles en Afganistán e Irak, que no cuentan en lo absoluto para Occidente); aunque todo eso sea ampliamente conocido, se califica de «conspiradores» a quienes exigen la verdad y sus ideas son tildadas de «teorías del complot».

¿Y quiénes son los acusadores? Todos los órganos de información más importantes del mundo, medios que, en vez de dedicarse al periodismo sometiendo la versión oficial a las verificaciones normales que requiere toda versión oficial, se han convertido en megáfonos propagandísticos, en encargados de prensa del gobierno estadounidense. Desde hace cinco años un manto de silencio tan pesado como el plomo cayó sobre el hecho y «cambió la historia mundial». Ni más ni menos. Se siguió hablando del 11 de septiembre, como un mantra que se repite de forma obsesiva, de sus consecuencias, de la guerra contra el terrorismo internacional, se llenaron las páginas y las pantallas de todo el mundo. Pero toda pregunta es ignorada. Por el contrario, las pocas personas que trataban de oponer la menor objeción, basándose en las gigantescas incongruencias de la versión oficial, o sea del complot oficial, eran simplemente ridiculizadas cuando no se les tildaba de locos, de dementes o de peligrosos aliados de los terroristas islámicos.

Al llegar a ese punto, la mainstream de la información guardó silencio, mintió, deformó los hechos, intimidó, censuró autocensurándose, al extremo de obligarnos a deducir que si ha habido un complot ha sido el de los grandes medios de información para impedir que el verdadero complot, el oficial, fuese descubierto y denunciado. Una colosal operación destinada a desviar la atención se llevó a cabo y el engaño se convirtió en un hecho histórico sólido como el granito que no puede ser, no digamos ya demolido, sino ni tan siquiera rayado con la menor sombra de duda.

Pero, cinco años más tarde, las fisuras del muro del silencio se han ido ampliando. Y ya no es posible callarse, ni siquiera en los propios Estados Unidos donde hablar equivale a ser tildado de terrorista (en Italia esto es apenas un poco menos grave). Eso explica que Matrix haya decidido ya hablar del 11 de septiembre dos veces en menos en unos pocos días. Esto sucedió luego que Beppe Grillo decidió publicar en su blog una de mis cartas, invitando a «Romper el muro del silencio». A consecuencia de esto no sólo el blog se vio inundado de comentarios, en gran parte de alivio, de gente que esperaba que saltara el tapón, sino que el sitio Megachip (www.megachip.info), y su expediente sobre el 9/11 recibió en tres días más de 220 000 visitas individuales de los internautas.

Habrá los que dirán que no son más que historias italianas, cuentos de la periferia del imperio. Todo lo contrario, no es así porque días antes, exactamente el 23 de mayo, el primer sondeo de opinión sobre el tema, efectuado en Estados Unidos por el muy autorizado Zogby por cuenta del grupo de investigación «Verdad sobre el 9/11» (el mismo que organizó un gran encuentro que comienza en estos días en Chicago), permitió descubrir que el 45% de los estadounidenses considera como aceptable la idea de reabrir la investigación sobre los ataques del 11 de septiembre mientras que el 42% piensa que hubo un complot (cover up) pero que quienes lo pusieron en marcha, para ocultar la verdad, fueron las autoridades federales.

Quienes así piensan están en minoría, pero ya no son «marginales». Quizás sea por eso que algo ha comenzado a filtrarse, para impedir que el arroyo se convierta en torrente. Es así que están saliendo a luz películas misteriosas que se habían mantenido en secreto. Así se sabrán también otras cosas, para crear cortinas de humo y enredar las pistas. Pero sucederá lo mejor. Lo importante es estar atento… y abrir los ojos.

pero mas allá que todas esas preguntas, quien esta realmente detrás de los atentados sufridos en los Estados Unidos de Norte América, España, Londres, argentina, etcétera si no se pudo demostrar la vinculación de grupos religiosos islámicos?.


En el marco de sus intentos por dar peso a sus acusaciones contra los musulmanes chiítas, Estados Unidos explota al igual que otros el recuerdo de los atentados cometidos en 1992 y 1994 en la ciudad de Buenos Aires. En efecto, la mayoría de las enciclopedias siguen atribuyendo esos crímenes al Hezbollah o a Irán. A pesar de ello, nadie cree ya en esas acusaciones y la propia justicia argentina se orienta hoy hacia una pista israelí. Como consecuencia, Washington hace presión para que se ponga fin a una investigación que se está haciendo molesta.

Pero que sabemos de ese atentado?

La agencia argentina DyN recoge datos interesantes que pueden servirnos de orientación en estos misteriosos hechos.

Entre los mas resaltantes esta la del camarista Alfredo Bisordi, quien fuera el primer [juez] instructor de la causa judicial sobre el atentado a la embajada de Israel, confió que hubo «bastantes influencias» de ese país [Israel] en la investigación y manifestó que «no» le «consta» que haya existido un coche bomba en el ataque.

El 17 de marzo de 1992 en que asestaron el golpe terrorista, Bisordi era secretario penal de la Corte Suprema de Justicia, cuyo presidente era Ricardo Levene, y como tal se desempeñó de instructor en la causa hasta el 23 de diciembre de aquel año. Actualmente Bisordi es vicepresidente de la Sala I de la Cámara Nacional de Casación Penal, el segundo mayor tribunal penal del país [en Argentina], y el expediente sobre el ataque terrorista que causó 29 muertos no esclareció el caso ni tuvo grandes avances.

En declaraciones a la agencia DyN, el juez recordó que pocas horas después del hecho "la hipótesis de la Policía era que el explosivo habría entrado a la embajada entre los materiales de construcción, porque estaban haciendo reformas en el edificio, y que la explosión fue de dentro hacia afuera". "Hubo varios testigos, entre quienes estaban adentro de la embajada y los que trabajaban en las reparaciones, que dijeron que los controles de seguridad eran poco estrictos hacia la gente que ingresaba todos los días", señaló.

Y añadió que "incluso hay un dato importante: está demostrado en el expediente que poco antes de la explosión pasó una moto por la calle, que pudo haber sido desde donde se activó el mecanismo de explosión mediante un control remoto".

"Siempre pensé que esa podría ser una hipótesis más cercana a la realidad de lo ocurrido", definió.

Seguidamente, Bisordi recordó que "hacia las diez de la noche de aquel 17 de marzo [1992], el jefe de seguridad de la embajada, un señor que dijo llamarse Roni Gorni, se presentó en la comisaría 15a. y dijo que la investigación debía orientarse a la existencia de un coche bomba".

"No se sabe si ése era el nombre real porque en las listas de diplomáticos acreditados por Israel en la Cancillería no figuraban los que estaban adentro de la sede diplomática", consignó. Bisordi recordó que "eso determinó que poco tiempo después habría aparecido, según la policía, el motor partido de lo que posteriormente se determinó era una [camioneta] pick up Ford F100 en el jardincito de un edificio que hace cruz con la embajada y tiene un frente bastante alto".

El ex instructor señaló que "no hay acta del secuestro de esa presunta prueba ni fui convocado como instructor para participar de ese secuestro",con lo cual prosiguió: "se trató de una infracción de las autoridades policiales a lo que está reglamentado en el código procesal penal".

"Hasta que yo estuve a cargo de la investigación nunca pude determinar, por otros medios que no fuera ése, la existencia del coche-bomba" enfatizó el camarista y dijo que "a mi no me consta porque no participé (del secuestro del supuesto motor) y debía haber participado porque estaba presente en la comisaría 15a.".

Además, recalcó que "no hubo ningún testigo que viera pasar la camioneta momentos antes del hecho" y confió que "cuando se le pregunto a Israel si podían enviar los videos de las 17 cámaras de seguridad alrededor del edifico dijeron que no porque no grababan sino que registraban imágenes".

Bisordi eludió contestar si recibió presiones en las pesquisas pero sostuvo que "sí hubo bastantes influencias... vino mucho personal de inteligencia israelí. No sé si eran del Mossad (la inteligencia israelí), decían que eran coroneles e incluso participaron en allanamientos".

Lamentó que "Israel siempre dijo que no tenia ninguna información que aportar y nunca hicieron ningún aporte" al tiempo que sostuvo que "tampoco los del FBI (agencia de investigaciones de los Estados Unidos) que estuvieron en el lugar de los hechos, recogieron evidencias y las mandaron a analizar a Washington, nunca aportaron ninguna investigación".

Finalmente Bisordi resumió que "hubo serias dificultades para determinar como ocurrió el hecho" y se mostró pesimista al reseñar que "creo que nunca se va a saber como fue el atentado, la Corte ha recogido una verdad formal que yo dudo que sea la verdad real de lo ocurrido".


José Petrosino, 61 años, investigador independiente de los atentados en Buenos Aires, en 1992 a la Embajada de Israel y 1994 a la mutual judía AMIA, y por extensión de los otros atentados en el mundo también atribuidos al llamado "terrorismo internacional". Ingeniero electrónico, trabajó 22 años en las multinacionales ITT y E. I. Du Pont de Nemours y en la italiana en el Grupo Radici, como investigador industrial. Retirado en 1992, vive en la ciudad de Luján al oeste de Buenos Aires, Argentina, después de un largo análisis finalmente llega a una conclusión alarmante diciendo que Argentina reconoció su propia culpa ante la la OEA por no haber prevenido la masacre AMIA, en 1994 luego de atentado a la embajada de Israel, asimismo de fabricar culpables «falsos».
Cabe preguntar a quién se «ayudó» pasiva o activamente a cometer el atentado y qué intereses extranjeros se encubre.


Investigaciones internacionales denuncian Terrorismo de Estado Postmoderno, coordinado por Israel, Inglaterra y USA. Tal violencia, desde la implosión de la URSS fabrica una Guerra Santa. Parece increíble, que el 11 de septiembre, EEUU haya masacrado a 3 mil «ciudadanos» negros y latinos en el atentado a las Torres Gemelas.
Pero hay antecedentes en la historia de EEUU de estas justificaciones para entrar en guerra: explosión del Maine en La Habana para atacar a Cuba, pasando por Pearl Harbour en la segunda guerra mundial y el incidente de Tonkin para invadir a Vietnam.

Horrendo, pero avanzan investigaciones francesas, alemanas, americanas y causas judiciales en EEUU. No nos crea a priori como hizo con Menem y Galeano, busque en Google referencias de Philips Berg, Stanley Hilton, Reopen 9-11, Red Voltaire, Thierry Meyssan, Axis for Peace, Alex Jones, James Petras, William Rodríguez, Andreas von Bülow y otros.

El estudio comparativo, de estos atentados atribuidos a musulmanes, ayuda a entender qué pudo y puede estar pasando en Argentina.

Nuestra investigación sobre la pista israelí de ambos atentados está presentada ante los tribunales competentes. Pero: ¿Cómo se explica la posibilidad de que Israel haya masacrado a su propia gente? Por motivos similares a los que tuvo EEUU contra los suyos y aunque repugne, comprendamos que para «Ellos» son las formas actuales de guerrear. Si no les importaron 3 mil americanos, porqué habrían de compadecerse por 100 argentinos.

Algunos, «alegan daño colateral» dado que en las Torres Gemelas mataron a gente menor, de «tercera categoría». Que en la embajada de Israel se tuvo «cuidado» para que no murieran las 100 personalidades que momentos antes del ataque discutían la paz en Medio Oriente, y que sólo cayeron obreros bolivianos, pocos argentinos y diplomáticos de escaso rango.
Marcos Aguinis [escritor argentino de orígen judío] «juega» con la ficción de que si hubieran atacado la sede de la sociedad Hebraica, hubieran muerto 1500 personas. Se concluye que si la bomba en la AMIA, se hubiera colocado con deseo de exterminar gente «importante» se hubiera hecho en otro horario.

Israel, Inglaterra y USA alegan que iniciaron una guerra «contra» el terrorismo, pero lanzaron una guerra «con» terrorismo, invasiones a otros países y tortura.
Veanse, los artículos de Naomi Klein sobre la tortura en Abu Ghraib y Guantánamo. Le debemos a Noam Chomski el recordatorio de las veces que USA lanzó guerras «con» terrorismo: Contras en Nicaragua, Plan Condor en Sudamérica.

Argentina encabeza investigaciones contra militares por genocidios sucedidos en los años 70, pero «no hay permiso» para investigar el «padrinazgo» de Kissinger para el Plan Cóndor.
No deberíamos conformarnos, sólo con «carne nacional» en los atentados Embajada y Amia..

Aceptando sin conceder que la pista israelí es lógica,¿puede Argentina investigar?
Quién lo intente, aunque sea el mismísimo Mario Vargas Llosa, será acusado de antisemita. Embajadores israelíes, lanzaron tal anatema, cuando algún resultado judicial no comulgaba con la «teoría», con la que acomodan los atentados.

Dañaron al pueblo argentino, pero hay especial sufrimiento en los gauchos judíos. Se sabe que hay «colaboración» del lobby judío-sionista en el encubrimiento, judíos progresistas denuncian que el «juicio sucio» de Galeano tuvo acompañamiento de la dirigencia judía.

A pesar de la evidencia, resulta inimaginable una pista israelí. Nos pasa como a los norteamericanos, que ven con terror, la posibilidad de que la masacre de las Torres gemelas y el ataque al pentágono, sea obra de su propio gobierno.

El «11-S» le facilitó a USA mayor armamentismo e invasión a Irak.


Hoy reina en EEUU la suspensión de libertades constitucionales, gracias al «Acta Patriótica», un engendro mas brutal que el «Proceso de reorganización Nacional» argentino de 1976.

Se avanzará más cuando se pregunte al ex juez Galeano y al doctor Teilleldín qué fue lo que se negoció con Eldad Gaffner, un falso fiscal israelí que violó leyes nacionales e internacionales.


Ni sueñe con pruebas secretas este falso fiscal, que fue denunciado por la Unidad Amia del Ministro de Justicia, reconocido por el TOF (Tribunal Oral Federal) y publicado, por el periódico judío-sionista [argentino] Nueva Sion [de extrema derecha y ligados ideológicamente a los neoconservadores norteamericanos].

El juez que sucedió a Galeano -Canicoba Corral-no investiga al falso fiscal israelí, pero nos envió un camión simil SWAT aterrorizando al vecindario, reclamándonos documentación secreta de la SIDE Secretaria Para la Impunidad Del Estado, robada del juzgado.

Las partes interesadas en la causa amén del periodismo, silencian el robo de esta documentación secreta. Sin embargo, se abrió una causa judicial luego de que informáramos a la SIDE y nos presentáramos ante Nissman. No entendemos, porqué con el video de C. Libarona hicieron un circo mediático y con esta documentaciòn se muerden la lengua.

Al igual que con aquel video, el delito menor es el robo. Lo importante es que esta documentación revela pobreza de la SIDE con las pistas musulmanas.

Es característico de un buen espía, exhibir indirectamente, que tras 12 años, no hay prueba seria contra árabes. De manera indirecta la SIDE, empieza a abandonar su esclavitud al servicio de «plantar» pistas musulmanas.

¿Qué oculta realmente la SIDE?
A nuestro parecer, los servicios de inteligencia ocultan aquello que no pueden mostrar. Si ciudadanos de a pie apreciamos con un desprejuiciado estudio las pruebas que conducen a la pista israelí, suponemos, que la SIDE sabe mucho más. Pero no largarán prenda, hasta que se den condiciones, para cuestionar la política «terrorista» de Israel y Estados Unidos.

La vaticinada debacle de Bush y las críticas hacia el rol del lobby israelí en Estados Unidos (vea la revista VEINTITRES Internacional de mayo y junio 2006) crean condiciones para que aparezca prueba nueva y se valore la existente, sugiriendo responsabilidad de EEUU e Israel en el encubrimiento, quizás hasta en la autoría.

La Señora Camioneta Ford de la embajada y Mademoiselle Traffic Renault en la AMIA, son inocentes. La cosa es automática: salen en libertad los coches bombas, se ilumina la pista israelí. Pero estos dos automóviles inocentes podrán salir en libertad si la grey judía apoya al gobierno nacional.

El general israelí Zeev Livne «encontró» un trozo de motor y un gobierno y jueces argentinos «colaboraron» con el hallazgo irregular.
La posibilidad de explosión «interior», como bien dice el intelectual judío Gabriel Levinas, es rechazada porque implicaría alguna responsabilidad de los directivos de AMIA.

Teilleldín y Galeano tienen un as de bastos para mostrar que la Traffic Renault es inocente y un as de espadas para revelar que se dialogó y negoció con un fiscal israelí.

En la embajada (1992), la Policía Federal determinó de inmediato la explosión interior y solicitó al juez instructor (Dr. Alfredo Bisordi) la detención de los repartidores de materiales. Pero, esa misma noche Roni Gorni, jefe de seguridad de la embajada, «convenció» al gobierno del coche-bomba.
Ni una palabra más, se prohibió investigar la explosión interior, hasta 1996, cuando una pericia de ingenieros argentinos volvió a machacar: «explosión interior».

Luego del peritaje vino una hecatombe.
Embajada, DAIA y AMIA lanzaron ataques contra ingenieros y ministros de la Corte hasta que estos decidieron un debate entre partidarios de la teoría israelí (coche bomba) y los de la explosión interior.
La Audiencia se realizó en 1997, pero en lugar de Pública fue secreta, aunque se filtró que perdieron los peritos de la doctrina israelí.

La victoria argentina, contra la teoría israelí fue la debacle. Los embates del embajador Aviran recrudecieron hasta que los cortesanos delegaron todo en una Secretaría Especial. Tal secretaria siguió las pistas indicadas por el gobierno de Israel, hasta encajonar todo en un freezer.

De qué magnitud será la presión de Israel y USA para el encubrimiento, que el doctor Bisordi, hoy juez de Casación Federal, declaró (marzo 2002) ante una comisión legislativa con la presencia de Elisa Carrió, abundando en prueba de ingerencia de Israel en la causa embajada.

¿Ud. conoce las denuncias efectuadas por la doctora Carrió?.

A fines del año pasado, nos presentamos a la Corte Suprema, sintetizando las pruebas que testimonian explosión interior, denunciando las múltiples y variadas presiones israelíes y solicitando que se inicie el estudio de la pista israelí.

¿Nos invade el pesimismo? No. En la causa embajada la prueba apuntando a la pista israelí es abrumadora, pues ni el menemismo se atrevió a destruirla. Para tal barril de pólvora, bastará el fósforo de un toque periodístico, un soplido de la nueva corte o un gesto del ejecutivo. Alentamos a los familiares de las víctimas a que ingresen a la causa y sugerimos a nuestros hermanos bolivianos, que pidan el apoyo de Evo Morales.

La historia «musulmana» se repitió en el atentado AMIA; a toda costa había que acusar a los musulmanes porque está visto que «por guión» usan coches bombas.
En la AMIA a horas de la explosión, cosa que parece probada en el juicio oral, se presionó a los heridos para que dijeran que habían visto una Traffic, mientras que los expertos consultados los primeros días declaraban en los medios que había «otra» explosión interior.

Fue Jorge Lanata uno de los periodistas que mejor interrogó a todos aquellos testigos, que debiendo ver algún coche bomba el día del atentado, no vieron nada.

¿Por qué razón de estado, Israel y Estados Unidos realizarían actos de encubrimiento tan evidentes y los sostendrìan en el tiempo, si no estuvieran involucrados sus intereses en los ataques?
Los investigadores del atentado a las Torres Gemelas, parten de una pregunta relacionada con la anterior: ¿A quién benefician estos atentados? La respuesta es única: a los países que definen su política exterior sobre la base de una guerra mundial contra supuestos terroristas árabes.

Teilleldín vale mas como soporte de una camioneta bomba trucha que como dedo acusador contra la policía bonaerense. Hay elementos en la causa para probar la inocencia de mademoiselle Traffic Renault.


Ni hablar del conductor suicida también plantado, porque el papelón representado por el fiscal Nissman cuando juró ante el mundo que lo había encontrado le valió ser motivo de las bromas del periodista Hugo Pressman.

Pareció durante un tiempo que el armado funcionaba, los restos de una traffic habìan sido plantados a la fuerza y nadie protestaba. Pero Renault peritó que no había restos de carrocería «mellizada» por Telleldin, lo cual les obligó a sacar de la galera «otra» Traffic.


Esta segunda camioneta fue buscada con ahínco, pero no aparece, falta que pidan ayuda a brujos y mentalistas.

El encubrimiento, está tercerizado por carne de cañón argentina, pero a nuestro entender depende de presiones directas de Israel y a través de sus organizaciones (DAIA y AMIA).

La población judía argentina, la más importante y prestigiosa de Latinoamérica, con un progresismo ganado en mil batallas hoy está aterrorizada por políticas de estado de Israel, que están siendo cuestionadas en el mundo entero.

Lea el libro que Mario Vargas Llosa escribió tras su reciente visita a Gaza (Israel-Palestina). Le parecerá que lo financiaron los barbudos de Hamas. Si la derecha liberal denuncia contundentemente lo que están haciéndole a los palestinos, es porque «se viene el holocausto del mito» de un Israel de Walt Disney.

Nuestros luchadores judíos maniatados por el terror a ser acusados de antisemitas no pueden demistificar políticas de Israel; por suerte no ocurre lo mismo a nivel internacional.

Hay un Gulag israelí, con disidentes como Mordechai Vanunu, Barry Chamish, Israel Schamir y otros, que denuncian y piden ayuda a nivel internacional. En Israel, el criollo Daniel Baremboim soporta con entereza, insultos y bofetadas.

Los cowboys judíos Blankfort y Chomski siguen denunciando. Los Rabinos Antisionistas, afincados en Nueva York se ufanan de dar «misa» en Teherán y acusan al militarismo sionista de ser la fábrica más poderosa de antisemitismo. Vargas Llosa invita a conocer vida y obra de Amos Oz, Ilan Pappe, Meir Margalit, Claudia Levin, Gideon Levy, Yehuda Shaul, Amira Hss, Benny Morris y Allegra Pacheco entre otros.

¿Por qué los progresistas judíos argentinas, siguen al margen de esta revolución mundial del judaísmo?


Quizás uno de los «beneficios» de ambos atentados, es el sometimiento de la grey judía a toda y cualquier polìtica de Israel. En la cumbre de presidentes de Mar del Plata, el presidente Bush presionó para que lo ayudemos en «su guerra santa» [contra su terrorismo].


Contra los que presagiaban «relaciones carnales», el presidente americano recibió una negativa del presidente [argentino] Kirchner, quien dijo: «Unidos contra el terrorismo, pero no sólo contra el que tú promueves amigo Bush, sino contra el de toda bandería».

¡Para qué! A unos días del «no» de Kirchner, el lobby Sionista norteamericano, junto al fiscal Nissman y con apoyo del FBI juró ante el mundo que se había logrado una «confesión» de los hermanos del conductor suicida.

Veinticuatro horas más tarde del anuncio del fiscal Nissman, el gobierno argentino realizó la operación de inteligencia mas brillante de esta historia. Se facilitó un «Exocet» a Rolando Hanglin, que mostró que la patraña del fiscal AMIA, era casi tan desopilante como el pago a Teilleldín. Jorge Lanata bromeó con la ensalada de barro que hizo Nissman con Berro (nombre del falso conductor suicida). Y en un lujo de espíritu, el periodista Hugo Pressman, describió el desaguisado con humor.

La SIDE y nuestro gobierno pueden y deben realizar acciones de inteligencia contra las maniobras de encubrimiento. El gobierno argentino puede impedir «embarramientos» de la cancha, aunque intervenga un fiscal argentino, el máximo lobby judío internacional y el mismísimo FBI.

La vergüenza nacional e internacional fue mayúscula cuando la familia del falso conductor suicida dijo a Hanglin que Nissman fabulaba. Pero el lobby sionista volvió a la carga nuevamente y fue peor. Juntaron en USA al fiscal Nissman con dirigentes de la AMIA, llevándolos a nuestro entender a la peor y mas nefasta de las trampas. Una Agencia Judía-sionista de Noticias con sede en Washington, puso en evidencia este cónclave.

A gente del derecho, les pareció tan ostentosa la profanación de leyes y la intromisión extranjera que se realizó una denuncia penal contra los fiscales Nissman y Martínez Burgos, los responsables del American Jewish Commitee y aquellos de la AMIA.

Se viene el estallido de la crítica contra el sistema de terrorismo, tortura y guerras atribuidos a Israel, Inglaterra y Estados Unidos. La Argentina, recuperando el peso de la comunidad judía progresista más prestigiosa de Latinoamérica, debe ponerse a tono. Argentina se atreve con los militares genocidas, pero arruga ante el Kissinger, guionista del Plan Cóndor. No nos permitamos similar debilidad, para investigar los atentados a la embajada y la AMIA.

Se inicia el principio del fin de una política mundial iniciada al fin de la Guerra Fría, caracterizada por golpes de Estado orquestados desde USA y tortura desde Abu Ghraib a Guantánamo. Este orden mundial que el mundo entero denuncia desde los árabes, pasando por los judíos demócratas y los propios americanos, tuvo en los actos de terrorismo de Argentina, uno de sus globos de ensayo.


A pesar del escandaloso encubrimiento, Argentina es vanguardia. Las investigaciones oficiales de los atentados cometidos en el Primer Mundo (España, Inglaterra y EEUU), está a años luz de las argentinas.

El columnista de EL MUNDO de España Javier Ortiz recibió el 3 de abril del 2002 vía digital una pregunta y este respondió.

Israel no depende de los USA. A veces --vía lobby sionista en los EEUU-- más parecería lo contrario: los candidatos a la Casa Blanca dependen mucho de él. Al final, hay una relación compleja entre ambos. Por supuesto que los USA no permitirían --no han permitido-- un comportamiento como el de Sharon en otro político de otro Estado. Que lo cuente Milosevic...

ADEL EL ZABAYAR C.I. 8875933 DIPUTADO A LA ASAMBLEA NACIONAL


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Adel El Zabayar

Diputado del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) a la Asamblea Nacional por el estado Bolívar. Forma parte de la Comisión Permanente de Defensa y Seguridad de la AN. Presidente de la Federación Árabe en Venezuela. Por varios meses integró las brigadas de resistencia del gobierno en Siria, con autorización de la Asamblea Nacional de Venezuela.

 @zabayar

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