Contra el poder

Uribe Vélez a las heces de la historia

Para cuando lea este artículo, seguramente Colombia habrá elegido su nuevo presidente y según los medios de comunicación colombianos, el actual presidente Uribe Vélez será reelecto en primera vuelta. Sin embargo, el pueblo colombiano puede contradecir la realidad que reflejan los medios y quizás una sorpresiva victoria del candidato de izquierda Carlos Gaviria demuestre que una vez más los medios de comunicación privados no reflejan toda la verdad.

Independientemente de quien sea electo en las elecciones presidenciales en Colombia, Uribe Vélez está destinado a formar parte de las heces de la historia cuando deje de ser útil al sistema de seguridad planteado y coordinado desde Estados Unidos. ¿Por qué?, porque desde su gestión como gobernador de Antioquia, Uribe Vélez creó mediante disposiciones legales que datan desde el gobierno de Carlos Lleras Restrepo, unas “cooperativas” mejor conocidas como las Convivir, las cuales permitieron legalizar a los paramilitares. Obviamente Uribe no creó a los paramilitares, estos grupos armados datan desde 1946 y desde entonces son infinitas las masacres que han realizado contra el pueblo colombiano. El paramilitarismo se fundamenta en la Teoría de Seguridad Nacional de origen estadounidense, en Colombia es un fenómeno complejo que implica grupos armados que ejecutan asesinatos y masacres para proteger intereses económicos y erradicar cualquier persona o movimiento que disienta de las política de estado. Un ejemplo, es el genocidio contra los líderes de la Unión Patriótica, organización política a la que le han asesinado más de cinco mil dirigentes y simpatizantes. Trece organizaciones de derechos humanos denunciaron a más de 100 oficiales de las Fuerzas Armadas de Colombia involucrados en masacres y asesinatos, por lo que se denuncia al paramilitarismo en Colombia como una política de estado, definido como Terrorismo de Estado.

Todo conflicto armado tiene en su esencia factores económicos. A partir de 1946, esos grandes desplazamientos de campesinos agredidos por los llamados “pájaros”, más tarde paramilitares, permitieron la toma ilegal de tierras en manos de latifundistas. Más tarde llegaría el fenómeno del narcotráfico, cuyo resultado económico hace 4 años ascendía a 600 mil millones de dólares. Ese dinero permea la economía en todos sus ramos: banca, industria, construcción, comercio, etc.

Ahora bien, la guerra sucia en Colombia está perdida desde el punto de vista histórico por el estado y el imperialismo. En los principios de la guerra, el principio moral es determinante en el avance y la organización de movimientos sociales que se resisten a ser dominados y asesinados. Quizás Carlos gaviria llegue a una segunda vuelta, quizás gane, quizás pierda, pero el gobierno colombiano en manos de quien sea, tarde o temprano tendrá que dar respuestas a tantas injusticias. Cuando eso suceda, seguramente Urive Véles formará parte de las heces de la historia.

davidjavier18@gmail.com


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David Javier Medina


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