¡ Más dudas que Santos. Paradojas de la historia!

El Iscariote de la biblia fue un Judas barato y al final, la traición le costó caro. El Santo colombiano es un Judas caro, pero la traición le sale barato, pues  el paga con la  dignidad, el prestigio y la libertad del pueblo colombiano que ve como se deteriora su imagen a nivel internacional  por la actitud lacaya y de servilismo de sus presidentes hacia los Estados Unidos.

Dentro del mundo de la política se dan situaciones que son las que generan opiniones y una concepción de esta  actividad no muy  buenas, ubicándola en el orden de esas cosas, carentes de honestidad, sinceridad, confianza, etc.

Ciertamente existen quienes utilizando la política como instrumento para sus intereses reafirman esta visión, que deja muy mal parada a la actividad política.

Como  una prueba de esto tenemos en nuestra realidad el caso de Colombia  con su presidente Santos, quien juega a presentarse ante Venezuela como un amigo que quiere la paz, la cooperación entre vecinos, mientras  por otro lado y para no perder su condición de protegido de Estados Unidos, no pierde oportunidad para agredirnos con un lenguaje nada amistoso y sí de lacayo, arrastrándose  ante su amo para dejar claro que Colombia  sigue dispuesta a ser el peón de la dominación y explotación imperial en la región.

En reciente reunión con empresarios norteamericanos, Santos habló de las bondades y garantías de su gobierno para los inversionistas, que no hay expropiaciones ni intervenciones, ni obligaciones porque su gobierno  no es el “Castro-Chavismo”, que hoy existe en Venezuela ¿ Son estas las palabras de un amigo  que desea las buenas relaciones  en función de un clima de apoyo, cooperación y buena voluntad entre vecinos?. Este señor  en función de cumplir  su papel de peón  de la política yanqui en América Latina, con la tranquilidad  de todo farsante  inmoral y vende-patria habla en función de diferenciarse  de nuestro gobierno en tono despectivo, dando una imagen internacional totalmente negativa para los inversionistas  que deseen  venir a  nuestra patria. Para que lo tenga bien claro  señor, le decimos que:

 ¡Sí Señor Santos,  somos  Castro-Chavistas. Castro- Chavistas con dignidad , y honor que no vendemos nuestro territorio para que los poderosos  se instalen con sus bases militares para atropellar y amenazar a nuestros vecinos. Somos Castro Chavistas de esos  que le garantizan  sus derechos a los trabajadores contra explotación y expoliación  de las trasnacionales  inversionistas que solo ven sus ganancias. Somos Castro-Chavistas  que enfrentamos  el narcotráfico, el contrabando y sicariato de lo cual  su gobierno  se ha beneficiado  bastante. Somos Castro-Chavistas,   que trabajamos  por el bienestar de nuestro pueblo, que invierte  el producto de su riqueza  en salud, educación, cultura, deporte. Si,  Somos Castro-Chavistas, que nos hemos trazado la meta de desarrollar nuestro país en el campo, en la industria, en la ciencia y la tecnología, en la comunicación.  Somos Castro-Chavistas  que estamos construyendo como ningún otro país en América, miles de viviendas para nuestro pueblo, a bajo costo. Somos esos  Castro-Chavistas que invierten  grandes recursos  en abaratar los alimentos para nuestra gente de bajos recursos, Somos los  Castro-Chavistas que en el más apartado rincón de nuestra geografía hemos instalado centros de salud para el pueblo venezolano sin costo alguno. Sí Señor Santos, somos esos Castro-Chavistas  que han logrado incorporar el mayor número de jóvenes en América Latina a la educación superior, creando numerosas universidades y otros centros de formación profesional. Somos los  Castro-Chavistas a quienes nuestro claro sentido de la solidaridad le permite llevar recursos a países hermanos que lo han necesitado por diversas razones sin condicionamiento ni  compromiso. Somos y seguiremos siendo los Castro-Chavistas que  protegemos a nuestros campesinos de la voracidad de los terratenientes quienes en otras partes cuentan con la fuerza militar para echarlos de sus propiedades, muchas veces acabando con sus vidas.

Señor Santos, nos complace informarle que somos unos Castro-Chavistas orgullosos de haber logrado incorporar a nuestra Fuerza Armada  al trabajo en equipo con el resto de nuestro pueblo, ya su trabajo no es reprimir  ni desaparecer venezolanos. Hoy son hombres  y mujeres vinculados a su pueblo en todas las fuentes de trabajo.

Como puede notar Sr. Santos,  nuestro Castro-Chavista como que es mucho mejor que su paramilitarismo - yanquismo, pues se basa en el desarrollo y bienestar de nuestra gente y en la defensa  de sus derechos, los cuales no negociamos ni relegamos ante dádivas ni proteccionismo, que siempre serán insignificantes, si está en juego el honor, la dignidad y la soberanía de los pueblos.

Nuestro gobierno debe tomar debida nota de esta falsa amistad para estar claro que más que Santo, este empleado de Washington, es un Judas. 

¡Es bueno saber donde espantan para uno pasar rezando.!

                                                                   Ramón Blasco. (Guameño).

Agosto 2014.



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Ramón Blasco


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