Hacia el real infierno social

Me sorprendió ver en las noticias de EEUU un artículo sobre el tema de los niños heridos y muertos en ese país por armas de fuego. Digo que me sorprendí porque generalmente en EEUU los grandes medios de comunicación casi no tocan ese tipo de tema para 1) no generar zozobra dentro de la población y/o, 2) para no mostrar en público el grave estado social y moral de ese país.

Pero, finalmente no quedé tan sorprendido ya que el artículo fue publicado por un sitio web dedicado a la salud, WebMD.com. Ya que el artículo está escrito en inglés, busqué para ver si encontraba otro que fuese escrito en español, y encontré uno en RT.com. Entre otras cosas, dice lo siguiente:

“Se estima que 7.500 niños son hospitalizados cada año a causa de disparos con armas de fuego, una cifra que se disparó en más de un 80% desde 1997 hasta 2009, mientras que los fallecimientos ascendieron de 317 a 503.”

Ver: http://actualidad.rt.com/sociedad/view/109735-ninos-muertos-heridos-ano-armas-fuego-eeuu


Esto significa que CADA DÍA más de 20 niños son heridos o mueren por arma de fuego – ¡es espantoso!

La razón que escribo sobre este tema es porque hay muchos venezolanos y venezolanas que creen que el incremento en el nivel de la violencia en Venezuela es un fenómeno particular a Venezuela, pero no lo es. El incremento en el nivel de la violencia generalizada está ocurriendo a nivel mundial, y particularmente en los países donde la cultura GRINGA se ha infiltrado en la sociedad – es decir, en todos los lugares, como aquí en Venezuela, donde la cultura de la violencia de “Hollywood” ha podido meter la pata, voluntariamente o forzadamente, pero siempre e irónicamente en nombre de la macabra “sagrada libertad de expresión.” Pareciera que la libertad de enfermar las mentes de las masas es más valida que la libertad de protegerlas de esa misma enfermedad.

El artículo claramente dice que ha habido en EEUU un incremento del 80% de casos entre 1997 y 2009 – aunque es casi seguro que el número de casos es mucho más elevado, simplemente porque deben haber miles de casos de niños con heridas superficiales donde los padres, por temor de ser castigados, no llevan a los niños al hospital para ser tratados.

Ahora, si uno compara estos números de EEUU con lo que ha estado ocurriendo en Venezuela en términos del incremento de la violencia entre 1997 y 2009, uno podría deducir que existe un paralelo casi exacto, ¿verdad? Bueno, yo creo que así es, y lo digo porque en nuestro querido país nada ha cambiado en el consumo masivo de la violencia, en todas sus formas. Aunque Chávez y el gobierno Bolivariano han tomado medidas – como la ley de desarme – el consumo de la violencia ha incrementado dentro de la población de manera vertiginosa. Casi todos los programas televisivos, incluso las noticias y los documentales de NatGeo y History, tiene algo que ver con armas, torturas, sádicos, guerras, etc.

Esa es la realidad, y nadie la puede negar.

Hemos estado, poco a poco, siendo insensibilizados por tanta basura moral que nos rodea.

Aun mi madre, quien tiene más de 80 años de edad, “goza” de porquerías televisivas como CSI – casi que le parece ser algo “normal” el asunto. Pero no es nada normal. La banalización y la glorificación de la violencia y de los “bajos instintos” es una tragedia, no solamente para Venezuela, pero para toda la humanidad.

Posiblemente que yo sea capaz de entender esta realidad de manera muy profunda porque yo viví la primera guerra del golfo en carne propia, y vi de primera mano las atrocidades cometidas por los GRINGOS – para mí, eso no fue ninguna película o documental manipulado, fue una realidad muy concreta y extremadamente desconcertante. Hasta hoy no puede ver ninguna película o programa que tenga algo que ver con la maldad del ser humano podrido - me trae imágenes muy gráficos del pasado y me hace mucho daño emocional, tanto que a veces quisiera que todas hayamos vivido lo que yo he vivido para poder despertar de esa pervertida FANTASÍA que nos está llevando tranquilamente hacia el REAL infierno social.



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Oscar Heck

De padre canadiense francés y madre indígena, llegó por primera vez a Venezuela en los años 1970, donde trabajó como misionero en algunos barrios de Caracas y Barlovento. Fue colaborador y corresponsal en inglés de Vheadline.com del 2002 al 2011, y ha sido colaborador regular de Aporrea desde el 2011. Se dedica principalmente a investigar y exponer verdades, o lo que sea lo más cercano posible a la verdad, cumpliendo así su deber Revolucionario ya que está convencido que toda Revolución humanista debe siempre basarse en verdades, y no en mentiras.

 oscar@oscarheck.com

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