¿Pungas en La Moneda?

No se requiere hablar y oler mal, ni andar a 'pata pelá', para ser 'punga'. Los hay perfumados, millonarios y con apellidos rimbombantes. ¿Algunos de estos llegaron ya a La Moneda?

¿QUÉ ES REALMENTE un ‘punga’? La palabra proviene del argot italiano, y por esos lados peninsulares europeos significa ‘bolsillo’. Acá en Chile, de acuerdo al argot nuestro, ese término vendría a señalar despectivamente a “una persona de mal aspecto, ordinaria, delincuente, picante, inculta, mal hablada”.

Pero, en estricto rigor, ‘punga’ es el vocablo que se utiliza en casi todo el mundo latino para referirse a ladrones especializados en robarle a la gente -sin violencia física- objetos y dinero de los bolsos y bolsillos. A este tipo de delincuentes en Chile se les conoce como “lanzas a chorro”, a quienes también se les adosa la calificación de ‘punga’ según nuestro argot criollo.

Fernando Collor de Melo, Alan García, Augusto Pinochet, Ferdinand e Imelda Marcos, Fulgencio Batista, Leonidas Trujillo, Alfredo Stroessner, ‘Tacho’ y ‘Tachito’ Somoza, Vladimiro Montesinos, entre muchos otros eméritos personajes de la política de ‘alto nivel’ (todos ellos miembros de familias ‘bien’), fueron sin duda alguna unos completos pungas en el amplio sentido de la palabra. Todos ellos, sin excepción, buscaron enriquecerse con el erario público, vale decir, metiéndole mano a los bolsillos de sus propios compatriotas, ‘legalmente’, ’políticamente’; y a todos ellos, cuando la justicia pudo echarles el guante, se les comprobó que habían amasado una fortuna, cuyo volumen en dinero resultaba imposible de conseguir por medios laborales, profesionales o comerciales respetuosos de las normas jurídicas. ¡¡Ladrones!! Vulgares delincuentes merecedores de sentencias que depositasen sus huesos en las celdas de alguna cárcel.

La lista anterior podría ser ampliada si consideramos a centenares de gerentes -tanto en ejercicio como past-presidents-, de instituciones públicas, empresas estatales y empresas privadas, compañías mineras, bancos, financieras, AFP’s, Isapres, Universidades, etc. Estafar, engañar, expoliar y caminar por el sendero de la usura, constituye también parte del escenario ‘punga’. Qué duda cabe.

¿Recuerda usted amigo lector a Juan Guillermo Dávila, de CODELCO? ¿Y a los propietarios de la archi conocida mina San José, en Atacama? ¿Y al desquiciado asesino Gerardo Rocha, dueño de la Universidad Santo Tomás? ¿O ya nadie  se acuerda  de los responsables del tristemente célebre ‘corralito financiero’ en Argentina, los señores Menem, De la Rúa, López Murphy, Cavallo? La mayoría de ellos pertenecía a  familias con mucho abolengo…pero…de acuerdo a la definición pura, eran pungas a todo dar (o a todo quitar, en este caso).

Este tipo de espécimen acostumbra exigir al resto de sus conciudadanos un cierto respeto hasta en el uso del lenguaje, creyendo (o intentando que los otros crean) que el insulto es sólo aquel que descansa en una palabra soez, en un garabato, en una grosería. Incluso en estas cuestiones, los pungas de cuello y corbata muestran un inmanejable clasismo que les chorrea por todos sus poros. Si la chiquilla de población es buena para el sandungueo, entonces, para estos delincuentes de terno y corbata se trata de una ‘puta’. Pero si la chiquilla pertenece a una ‘familia bien’, decididamente ellos dirán que se trata de una “niñita de cascos ligeros”.

Respecto al alcohol y las drogas también estos punguitas bien vestidos y mejor ‘producidos’ manifiestan clasismo. “Borracho”, si el tipo es del pueblo;“achispado”, si pertenece al ambiente de los poderosos. “Ladrón de mierda”, si el caco es de clase baja; “demasiado audaz en los negocios”, si es uno de ellos el que cayó en delito.

De estas trincheras salen los dirigentes políticos, ministros, parlamentarios e incluso mandatarios. Conforman un tipo de ‘punguerío’ que esconde sus desechos bajo el disfraz del ‘servicio público’, y desde allí -a través de andamiajes legales que ellos mismos construyen y sancionan- meten sus manos en los bolsillos de la sociedad civil jurando y rejurando que lo hacen en beneficio del “desarrollo” de la nación. ¡¡Pungas a todo full!! ¿Alguien lo duda?

Hablar de esos personajes no difiere en nada de pillastres y delincuentes como el Loco Pepe, los Car’e Jarro y cualquier otro ‘picante’ que cae en manos de la policía en pleno centro de cualquier ciudad de Chile. Estos individuos de baja estofa, dedicados a ‘afanar’ cuanto encuentran a su paso, se caracterizan por ser ‘cuáticos’ al momento de su detención, es decir, arman un escándalo de padre y señor mío, patalean, gritan, se lanzan al suelo, lloran e imploran la ayuda del público gritando a los cuatro vientos que ellos son inocentes, que no saben por qué les detiene la policía ni por qué les están maltratando.

Ser ‘cuático’ implica necesariamente mentir, pero mentir con aderezos de una bien estudiada teatralización, pues muchos pungas y ‘patos malos’, al momento de caer en manos de Carabineros, a grito pelado piden socorro al público presente asegurando que están muy enfermos y que el “maltrato” policial podría enviarlos a la tumba. Esa es la ‘cuática, elemento usado y archi utilizado por los pungas de clase popular.

Los otros pungas, los que proceden de  familias acomodadas o que, simplemente, tuvieron la suerte de pasar por alguna universidad donde lograron recubrirse de cierto barniz cultural mínimo, esos, la verdad sea dicha, son también ‘cuáticos’, aunque en forma algo diferente. No gritan de manera destemplada ni se lanzan al suelo para revolcarse en el barro. Pero mienten tanto o más que sus colegas de clases populares, aunque es el engaño mediático, la promesa fútil y el discurso baladí lo que mejor les acomoda y usan con profusión.

Digamos, sin temor a equivocarnos, que un sector de este punguerío cuático, desglosado de clases sociales económicamente acomodadas y eclesiásticamente bendecidas por la curia chilensis (esa misma que es tan proclive a proteger pederastas con sotanas), ha logrado finalmente acceder a los salones, oficinas y pasillos de la casa de Toesca, desplazando  a sus propios mayordomos (pungas también, pero de menor densidad en el pelaje), instalándose en ese vetusto edificio por lo menos durante los próximos cuatro años.

Y, a objeto de no cansar con la multiplicidad de ejemplos que en estos siete meses de gobierno derechista se han conocido, me detendré sólo en uno de ellos, el que está provocando  serias reacciones en las Cámaras españolas, y ocupa planas en diarios de Europa y América. Este caso sirve para constatar que en el punguerío de derecha la ‘cuática’ misma se reduce exclusivamente a la mentira, a la promesa fútil y no cumplida, al engaño desvergonzado, a la demagogia transformada en rutina gubernativa, sin dejar de lado, por cierto, la otra característica del punga, cual es meter la mano en el bolsillo del prójimo, ya sea directamente –como lo hace  todo punga que procede de la ‘gallá’-   o a través de leyes acomodaticias y venales, como bien sabemos todos que opera la ‘clase política’ y, en especial, los componentes de esa clase que de manera temporal acceden al gobierno.

El diario español www.publico.es titula en su página principal: “Sergio Romero, el embajador pinochetista en Madrid”, y acto seguido desnuda al jefe de gobierno chileno por sus promesas incumplidas. El medio informativo español publica lo siguiente:

“”Sebastián Piñera, ex líder de la derechista Renovación Nacional, prometió que, si llegaba a formar gobierno, excluiría a los colaboradores de Augusto Pinochet porque su Ejecutivo estaría “mirando al futuro”. Piñera ganó los comicios y es desde marzo de 2010 el máximo mandatario del país.

“”Pero el pasado de la dictadura sigue ahí. Sin desaparecer del todo. De hecho, Piñera designó enseguida a Sergio Romero Pizarro, un pinochetista declarado, como su embajador en España. Una elección controvertida que ahora ha denunciado la Izquierda Unida, cuyo diputado en el Congreso, Gaspar Llamazares, ha preguntado al Gobierno (español) si piensa solicitar a Chile su sustitución. Romero fue subsecretario de Agricultura del general golpista

“”El hoy embajador ocupó el cargo de subsecretario (o sea, viceministro) de Agricultura, “mientras en ese Gobierno –recuerda insistente Llamazares– se perseguía, torturaba y asesinaba, entre otros, a campesinos por su militancia sindical y política o, simplemente, por conveniencia del hacendado de turno”.

“”Cayó la dictadura y Patricio Aylwin, el primer presidente democrático, decretó la disolución de la llamada Colonia Dignidad, un centro de detención y tortura nazi en la comuna de Parral, provincia de Linares, en la VII Región del Maule. La colonia estaba dirigida por Paul Schäfer, luego condenado por pederastia, homicidio, torturas e infracción a la Ley de Control de Armas. Romero se opuso al decreto que declaraba liquidada la persona jurídica Sociedad Benefactora y Educacional Dignidad. Hasta “firmó un recurso de inconstitucionalidad”.

“”En octubre de 1998, Baltasar Garzón ordenó la detención en Londres del general Pinochet, senador vitalicio desde marzo de ese año. Romero, entonces también miembro de la Cámara alta y ex presidente de la misma, rechazó tajantemente su arresto, pidió "máximo respeto" para el genocida y acusó al “socialismo internacional” de cometer “un grave error”. Al presidente Ricardo Lagos, socialista y democráticamente elegido, Romero le llamó en cambio “francotirador y guerrillero”.

“”Sergio Romero ya está en España desde mayo. Presentó sus credenciales ante el rey Juan Carlos I el 13 de ese mes. Y, por lo pronto, ha “criticado abiertamente" el modelo social europeo, felicitándose del viraje a la derecha de Europa, caso del Reino Unido,

“”El portavoz de IU, en su iniciativa, fechada este pasado lunes día 8, pregunta al Ejecutivo por qué dio su plácet a la acreditación de Romero como embajador, qué conocía de su carrera política, si sabe qué más miembros “involucrados” en la dictadura están destinados en Madrid y si piensa repudiar a más personas afectas al régimen que pueda enviar Piñera a España. Llamazares inquiere también al Ejecutivo si solicitará el relevo del diplomático.””

Escribir una promesa en política para después borrarla con el codo o hacerse el de las chacras, es simplemente 'cuática'... de mejor nivel, pero cuática en su perfecta esencia. Por cierto, es grave, vergonzosamente delicado (para nosotros, los chilenos) que en el extranjero le corrijan la plana a nuestro Presidente, por boquiflojo, por mentir en política e intentar pasarles a los europeos gato por liebre. Eso, aquí y en la quebrada del ají,  se llama 'punguerío cuático'.

Por esto –y por lo ya explicado en las líneas precedentes- la pregunta es válida: “¿llegaron los pungas a La Moneda?”.

*PUNGAS:"Están ahí, pero no los ves. De eso se trata. Están pero no están. Así que cuidá el maletín, la valija, la puerta, la ventana, el auto. Cuidá los ahorros, cuidá el culo. Porque están ahí, van a estar siempre ahí.

Marcos (Ricardo Darín), en Nueve Reinas (2000), de Fabián Bielinsky

 arturoalejandro90@gmail.com



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Arturo Alejandro Muñoz


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