Geopolítica y petróleo

Precios, derrames petroleros y medio ambiente

La evidente declinación de los principales yacimientos petrolíferos del mundo, tales como Gawar, 80.000 millones de barriles en el Oriente Medio; Burgan, 70.000 millones en Kuwait; Cantarel, 35.000 millones en el Golfo de México; Costa Bolívar, 32.000 millones en Venezuela; el Safaniya-Khafji, situado en Arabia Saudí, con 30.000 millones de barriles; el depósito Rumailia, en Irak, con unos 20.000 millones de barriles; todos los cuales han alcanzado su cenit, ha llevado a las grandes transnacionales del petróleo a su búsqueda en lugares de difícil acceso y cuyos costos encarecerán aún más los precios de ésta, por ahora, imprescindible fuente de energía. No incluimos en esta lista la Faja Petrolífera del Orinoco, con más de 200.000 barriles, dadas las características de su petróleo pesado y extra-pesado, que tiene que ser sometido a procesos de mejoramiento para su comercialización.

De allí el intento de British Petroleum (BP), la octava petrolera más importante del mundo, de perforar en las aguas profundas del Golfo de México, como lo hacen otras transnacionales en otras latitudes, de donde ahora fluyen millones de barriles de crudo incontrolables, con la consiguiente y gravísima depredación del medio ambiente circundante, que ya ha llegado a las costas de EE.UU. y amenaza con llegar a las de México, y aún a las del Estado de Florida. Constituye éste, ya, el mayor de los derrames de petróleo del mundo, entre los cuales consideramos oportuno mencionar, para la debida ilustración de los lectores, los siguientes:

En 1967, el Torrey Canyon derramó 119.000 toneladas de crudo (1 tonelada de petróleo es equivalente a 7,33 barriles;) (1 barril es equivalente a 159 litros), o sea 872.000 barriles, cerca de la isla de Scylly del Reino Unido Once años después, en 1978, el Amoco Cádiz, anclado en las costas de Bretaña, vertió al mar 1.612.600b de crudo.

En 1979, el Atlantic Empress tiró al océano 1.173.000b de crudo en Trinidad y Tobago. En1983, el Castillo de Bellver se incendió junto con 252,000 toneladas, 1.847.000b, mientras que en 1989, el buque Exxon Valdez se hundió y derramó 38,800 toneladas de petróleo crudo en Alaska.

En1991, durante la guerra del Golfo Pérsico, Irak descargó 2.272.300b de petróleo crudo cuando el buque Cielo derramó 50,000 toneladas frente a las costas de Génova, Italia; y el ABT Summer estalló frente a a las costas de Angola, regando 260,000 toneladas de crudo.

En 1992, la nave Mar Egeo derramó 586.000b de crudo en el puerto de La Coruña, España.

En 1993, el Braer, anclado en las islas shetland, en el Atlántico, derramó 623.050b de crudo.

En 1996, el Sae Empress soltó 527.7600b de crudo cerca de las costas de Gales.

Dadas las magnitudes anteriores, es complejo calcular los daños ecológicos, sociales y económicos causados por los desastres enumerados, que no son sino una pequeña muestra de lo realmente acontecido a lo largo de los años. Haga el lector una

proyección virtual de los daños causados por los derrames de crudo de las transnacionales que han explotado el subsuelo venezolano durante 100 años en los miles de derrames contabilizados por las autoridades gubernamentales, sin costo alguno para las petroleras, pero con daños irrecuperables para el país, ante la mirada complaciente de los Quiroz Corradi y compañía, valga decir, para la vieja gerencia meritocrática y el desaparecido Ministerio de Minas e Hidrocarburos.

Dado que la Opep tiene el 80% de las reservas petroleras mundiales, además de una política de racionalización, y ante la expectativa del incremento de la demanda de hidrocarburos en el futuro predecible, cuando se regularice la producción industrial de los países del primer mundo y el avance arrollador de los emergentes, con China, India y Brasil a la cabeza, es de esperar que los grandes países consumidores incentiven las transnacionales petroleras a invertir en la exploración y producción en lugares donde estos costos, aunados a las predicciones de escasez, traerán como consecuencia inevitable la subida de los precios más allá de los 100 dólares por barril. Algunos de esos lugares son las aguas profundas de los océanos, los casquetes polares, las zonas de reservas forestales del planeta, por lo que los gobiernos tenderán a endurecer las leyes de protección al ambiente ante la presión de los ecologistas. Ya en EE.UU. y en otros países se están produciendo debates en este sentido.

El derrame causado por BP en el Golfo de México ha animado a los grandes medios de comunicación, entre ellos Telesur, a promover entrevistas a personalidades cuidadoras del medio ambiente. Es así como Damon Moglen, director de Medio Ambiente en EE.UU., especialista en el área, manifiesta que la situación ante este accidente ya está fuera de control, lo que ha provocado y sigue provocando la muerte de miles de peces, aves y otras especies de la fauna marina, alcanzando incluso la destrucción de los corales y camarones, cuyos huevos ya padecen tales efectos. Menciona, además, que cuando los efectos no los sentirá a plenitud el Océano Atlántico, sí el Mar Caribe y los pescadores de la zona y quienes comercializan el producto de esa pesca, así como los consumidores que dentro de poco sentirán su escasez.

Ante las expectativas del encarecimiento del petróleo, que es el combustible más barato, el Dr. Carlos Mendoza Potellá señala que la búsqueda de otras fuentes de energía presenta el gas como segundo más barato, que es otro hidrocarburo. Es así como se está en una encrucijada porque, ante la escasez de los petróleos baratos, la búsqueda se orientará hacia los más ácidos, más pesados, que son petróleos de mayores costos y tendrían que venderse a precios mayores que los actuales, con consecuencias inflacionarias impredecibles.

Es hora de ser más y más exigentes con las transnacionales. Todo el peso de la ley tiene que descargarse contra los que causen desastres ambientales, sea cual sea, provenga de donde provenga la empresa que los cause. La sanción tiene que ser ejemplar porque la impunidad ha sido la única ley que ha imperado en este país más de 100 años.

cepo39@gmail.com


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César Prieto Oberto

Profesor. Economista. Miembro de Número de la Academia de Ciencias Económicas del Estado Zulia. Candidato a Dr. en Ciencia Política.

 cepo39@gmail.com

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