08-12-25.-El dirigente de izquierda insiste en que es "la movilización de los pueblos, la movilización masiva, la que puede detener cualquier amenaza en Venezuela". Propone "movilizaciones en la Embajada de Estados Unidos, en las embajadas de los países involucrados", al igual que acciones por parte de los presidentes Petro y Lula Da Silva, las cuales "pueden tener una repercusión internacional importante y lograr resolver esta amenaza"
Crisis, crisis, crisis. La palabra se convirtió en el apellido de todo lo relacionado con Venezuela. Economía, crisis. Política, crisis. Sociedad, crisis. La presencia militar de Estados Unidos (EEUU) en el Caribe desata pasiones enfrentadas y le coloca a esa «crisis» un condimento especial. Aplausos y condenas responden a la posibilidad de una acción armada estadounidense en Venezuela. Miguel Ángel Hernández, profesor de la Universidad Central de Venezuela y dirigente del Partido Socialismo y Libertad, sección venezolana de la Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores Cuarta Internacional, la rechaza sin remilgos.
-¿Puede caracterizar la situación venezolana en este momento?
-Venezuela en este momento vive una real amenaza con esta escalada bélica que el gobierno ultraderechista de Trump viene desplegando en el Caribe. Son más de 20 ataques a embarcaciones, más de 80 personas asesinadas en un despliegue militar que no se veía desde la época de 1989, cuando Estados Unidos invadió Panamá, y que es una amenaza contra los pueblos de América Latina y del Caribe, y particularmente para Venezuela y Colombia, que se ve afectada por una serie de medidas que el gobierno ha tomado contra funcionarios del gobierno de Gustavo Petro. Toda la situación política y social de Venezuela, de crisis, de aplicación de un ajuste brutal capitalista por parte del gobierno de Maduro, de represión, tiene como contexto esa amenaza, que es el problema más grave que confronta Venezuela porque se trata de la potencia imperialista más grande de la historia.
-La izquierda rechaza la acción de EEUU en Venezuela y en otros contextos. ¿Son resabios del pasado o es que los hechos demuestran que no debe suceder?
-Nosotros no creemos que se trate de resabios del pasado este tipo de amenaza. Es la continuación de una larga historia de Estados Unidos de agresiones en América Latina, Panamá, Haití, República Dominicana, Chile, Colombia, el apoyo de Estados Unidos a Inglaterra en la Guerra de las Malvinas, en Argentina. Es decir, es una larga tradición que se remonta al siglo XIX con la famosa y tristemente célebre Doctrina Monroe. Es una continuación. No creemos que esto haya pasado, ni que sea algo del pasado. Lo que hoy se despliega en el Caribe es una evidencia de que está muy presente y es un peligro para los pueblos de América Latina y el Caribe. Desde la primera década del siglo XX, con la Primera Guerra Mundial, se hizo evidente lo que muchos analistas en aquella época, y particularmente Lenin, definieron como la entrada del capitalismo en su etapa imperialista de guerra, crisis, revoluciones, etapa de decadencia que se sigue prolongando a lo largo del siglo XX y en lo que va del siglo XXI. Esto es una evidencia de ese imperialismo que sigue presente y que no es algo del pasado; lamentablemente sigue existiendo. Estados Unidos, como la principal potencia del capitalismo imperialista actual, despliega ese operativo en el Caribe, amenazando particularmente a nuestro país y al pueblo venezolano, que sería, en primera instancia, el principal afectado ante cualquier ataque o agresión directa del imperialismo norteamericano.
-¿Qué debe hacer EEUU, en su opinión?
-Lo que nosotros creemos que Estados Unidos debe hacer es retirar esas tropas, barcos, submarinos, y el portaviones Gerald Ford, y cesar esta amenaza contra América Latina y especialmente contra Venezuela.
-¿Venezuela puede lograr sola una transición política, si esa fuese la voluntad mayoritaria? ¿O necesita apoyo internacional?
-Nosotros creemos que este operativo tiene la intención de interferir en el destino político y social de nuestro país, y que se ejecuta con el argumento falso de que Venezuela es territorio del narcotráfico, cuando es sabido históricamente que Venezuela nunca ha sido un país productor de droga, y mucho menos, de fentanilo, que no viene de esta zona del continente y quizá es la droga que está afectando más a Estados Unidos. Es completamente falso ese argumento de que aquí se produce droga, es una injerencia directa en el destino político de nuestro país que nosotros rechazamos categóricamente. Es decir, es el pueblo venezolano, los trabajadores y trabajadoras, la juventud venezolana los que tienen que tomar en sus manos su destino y enfrentar la política del gobierno de Maduro, derrotar el ajuste, derrotar el carácter represivo. Cualquier cambio político debe venir de la mano de la movilización del pueblo venezolano. Nosotros rechazamos cualquier injerencia extranjera; eso solo le corresponde al pueblo venezolano. Pasará más tiempo, será más largo o menos largo, no lo sabemos, pero es una prerrogativa del pueblo venezolano darse el destino político y social que considere mayoritariamente, sin ninguna injerencia extranjera, y mucho menos de una potencia imperialista, genocida, que apoya el genocidio en Palestina y que ha sido protagonista de intervenciones directas en buena parte de América Latina y en otros países del mundo, dejando una estela de desastre y de desestabilización. Nunca las intervenciones de Estados Unidos han traído bienestar a los pueblos; por el contrario, conllevan más sujeción a las empresas trasnacionales y una total desestabilización y desequilibrio en lo político. No tenemos ninguna expectativa de que el cambio en el país venga de la mano de una potencia como Estados Unidos. Tiene que ser el pueblo trabajador venezolano el que decida hacia dónde va nuestro país.
-¿Qué apoyos internacionales, a su juicio, pueden ayudar a superar esta crisis? ¿Y con qué acciones?
-Sí creemos que puede haber apoyo internacional, y ese apoyo internacional para el pueblo venezolano debe venir de la mano de los otros pueblos de la región. Del mundo en general, por supuesto, pero muy especialmente de los pueblos latinoamericanos y caribeños. Ya hay iniciativas importantes: para el 6 de diciembre se programaron movilizaciones en más de 40 ciudades de Estados Unidos, rechazando el intervencionismo del gobierno del ultraderechista Trump. En Argentina, diputados del Frente de Izquierda y los Trabajadores-Unidad introdujeron en el Congreso argentino un proyecto de ley rechazando esa injerencia imperialista en Venezuela y América Latina, y están programando acciones de calle en embajadas y en otras instituciones para rechazar ese operativo bélico que ha desplegado Estados Unidos amenazando las costas venezolanas, las colombianas y de otros países de la región. En otros países se están gestando movilizaciones e iniciativas de este tipo; son los pueblos y los trabajadores, especialmente los latinoamericanos y caribeños, los que tenemos que movilizarnos para enfrentar y rechazar cualquier agresión a Venezuela. Incluso, aquí en Venezuela se están programando acciones para el 10 de diciembre, y es muy importante que se desarrollen para decirle a Estados Unidos que cese su amenaza a nuestro país. Por otra parte, nosotros creemos que los gobiernos también pueden tener un papel importante en esto. Particularmente estamos exigiendo al gobierno de Petro -que se ha pronunciado en contra de la agresión- que junto a Lula, que no ha sido muy claro, convoquen una jornada de movilización regional, y que como presientes se pronuncien y actúen con esta jornada de movilización en todos los países del continente. Esa puede ser una forma concreta de apoyo internacional para ayudar a superar esta crisis; son acciones concretas para actuar ante la amenaza de Estados Unidos.
Hernández insiste en que es «la movilización de los pueblos, la movilización masiva, la que puede detener cualquier amenaza en Venezuela». Propone «movilizaciones en la Embajada de Estados Unidos, en las embajadas de los países involucrados», al igual que acciones por parte de los presidentes Petro y Lula Da Silva, las cuales «pueden tener una repercusión internacional importante y lograr resolver esta amenaza».
-María Corina Machado descarta que Venezuela pueda convertirse en otra Libia u otra Siria. ¿Comparte esa opinión? ¿O estamos condenados a repetir esas historias?
-Rechazamos la posición de María Corina Machado y de otros voceros de la oposición burguesa, particularmente Leopoldo López y John Goicoechea, que han manifestado posiciones muy vergonzosas promoviendo, aupando, generando expectativas en una intervención militar para resolver la situación política, económica y social en Venezuela. Nosotros rechazamos categóricamente estas posiciones que atentan contra nuestra soberanía y los derechos del pueblo trabajador venezolano, que debe darse el gobierno que considere y resolver el conflicto político y social en Venezuela. Eso puede ser muy largo o muy corto, pero solo le corresponde al pueblo resolver sus problemas sin injerencia: derrotar el ajuste capitalista de Maduro, frenar la represión, lograr un cambio político solo será posible por la movilización del pueblo trabajador. Rechazamos lo que ha planteado María Corina Machado y otros voceros de la oposición por atentar contra nuestra soberanía. Las intervenciones de Estados Unidos nunca han dejado nada bueno: han dividido países, han exacerbado las contradicciones étnicas y de clase, han permitido el sojuzgamiento. La historia de las intervenciones de Estados Unidos está marcada pro la desestabilización, la crisis política, el asesinato. Lo que han dejado son dictaduras, gobiernos sumisos, represión, muerte.
-¿Ve posibilidades de resolver el conflicto con el diálogo y la negociación?
-Todo lo que planteamos, este rechazo a las amenazas imperialistas en nuestras costas, lo hacemos desde una posición muy clara en relación con el gobierno venezolano. Nosotros no estamos con el gobierno de Maduro. Consideramos que es un gobierno que aplica un ajuste capitalista brutal, que descarga la crisis sobre el pueblo trabajador venezolano, que es un gobierno autoritario que reprime y persigue la disidencia y que se mantiene con poses de supuestamente antiimperialista pero no toma ninguna medida concreta más allá de las frases grandilocuentes que se pronuncian en algunos eventos. Es posible defender la soberanía de Venezuela sin apoyar políticamente al gobierno de Maduro.
