En este Mini-Ensayo, me referiré a la importancia de la honestidad, principios morales y éticos en nuestra vida y específicamente en el quehacer político y en el de los abogados.
Existe la inveterada conseja de que los abogados todos somos corruptos, que la política es sucia y que especialmente es un terreno proclive para el robo descarado de los bienes públicos; pero como siempre sostengo, en el ámbito social o del ser humano, no podemos emitir sentencias lapidarias y absolutas, ya que la generalización, puede conducirnos al error, por eso presentamos en estas reflexiones la semblanza de un Abogado y político venezolano, que como muchos otros, acogió esas disciplinas a manera de servir a sus conciudadanos, como un apostolado, que le permitió dar un aporte importante a nuestra sociedad.
Hecha la anterior introducción, podemos señalar que el Dr. Tulio A. Jiménez Rodríguez, nació el 20 de diciembre de 1.945, en la población de San Joaquín, Estado Anzoátegui, de la República de Venezuela; a muy corta edad su familia se trasladó a Barcelona, capital del estado, población cercana a su terruño natal, allí realizó estudios de educación primaria; posteriormente se radicaron en la ciudad de Caracas, en la cual realizó estudios de Bachillerato, en el Liceo Carlos Soublette, en donde inició su militancia política en el Partido Comunista de Venezuela, en esa institución educativa se incorporó a las luchas estudiantiles y recibió la distinción de ser Presidente del Centro de Estudiantes de dicho liceo y en el año de 1.966 se graduó de Bachiller.
Eran los tiempos del contubernio de Acción Democrática (AD) y el Comité Político Electoral Independiente (COPEI), donde los jóvenes estudiantes revolucionarios eran ferozmente perseguidos y atacados, e incluso desaparecidos por los cuerpos de seguridad del gobierno.
Una vez graduado de Bachiller, en el año de 1.966, previo aprobar examen de admisión, ingresó en la Universidad Central de Venezuela (UCV), en la Escuela de Derecho; de inmediato se incorporó a las luchas estudiantiles, formando parte del equipo político dirigente de la Escuela. Durante ese tiempo, fue un reconocido líder y participó en todas las luchas estudiantiles, en especial en el “Movimiento de Renovación Académica” y en la toma de la Facultad por parte de los estudiantes; en estas acciones recibió invalorable apoyo de su camarada el Bachiller, hoy Dr. Hilario García Masabé y de otros combativos condiscípulos.
Con la escisión del Partido Comunista, que dio origen al Movimiento al Socialismo (MAS), se incorporó a esa agrupación política, donde hizo una profusa actividad en el área laboral.
Una vez graduado de Abogado, se dedicó con la mayor pasión a la especialidad de Derecho Laboral, defendiendo humildes trabajadores, asesorando y fundando sindicatos, siempre buscando las mejores condiciones laborales para sus asesorados y sus familiares; paralelamente desplegaba una intensa actividad política con el partido Movimiento al Socialismo (MAS) en el Estado Miranda y en especial en los Valles del Tuy.
En virtud de su incansable lucha política por el bienestar de las personas más humildes, fue electo Concejal por el Distrito Sucre, desempeñándose también como Jefe de importantes comisiones dentro de esa entidad. .
Luego se dedicó exclusivamente al ejercicio profesional en defensa de los trabajadores.
Con el terremoto político que implicó la irrupción del liderazgo del Comandante Hugo Chávez Frías, en el escenario de Venezuela y la fundación del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), el Dr. Jiménez Rodríguez, se incorporó a la lucha con esa organización, en la que fue electo por varios períodos como Diputado a la Asamblea Nacional, ejerciendo incluso la jefatura de algunas importantes comisiones de esa institución.
En el año 2.011, fue designado Juez Presidente de la Corte Disciplinaria Judicial, cargo que ejerció hasta su fallecimiento el 10 de noviembre de 2.022.
Es de significar, que el Dr. Jiménez Rodríguez, todos los fines de año, en navidad se dirigía a su pueblo natal, es decir San Joaquín y repartía juguetes y regalos para los niños más humildes. Algunas veces dichos juguetes eran donaciones que conseguía de instituciones del estado, en todo caso, siempre aportaba de su propio peculio para llevar sonrisas y alegrías a los niños de su pueblo.
En conclusión la vida del Dr. Tulio A. Jiménez Rodríguez, fue la existencia de un abnegado revolucionario a carta cabal, que como político y abogado luchó por el bienestar de la clase más oprimida y explotada, que son los humildes trabajadores y también por el engrandecimiento de su patria .
Si estas reflexiones han sido de su agrado, mucho apreciaría que las distribuyan entre sus amigos y allegados.“ARAR NUNCA ES MALO, AUNQUE SEA EN EL MAR”