Desde los albores de la filosofía occidental, el concepto de justicia ha sido el eje central en torno al cual giran las reflexiones sobre la sociedad, el gobierno y los derechos humanos. En este artículo busco trazar un recuento histórico que conecte las ideas de Platón, Aristóteles, Cicerón y otros pensadores con los principios fundamentales de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV) y sus aplicaciones en el contexto actual del gobierno de Nicolas Maduro. A través de este análisis exploraré cómo la justicia, entendida como principio rector, se entrelaza con la realidad económica, política y social de una Venezuela marcada por desafíos globales, regionales y locales.
Platón y el ideal de justicia. Para Platón, la justicia no es simplemente un acto individual, sino un principio estructural que debe regir tanto al individuo como a la sociedad. En la Republica, describe un estado ideal donde cada clase social cumple su función específica: los gobernantes (filósofos-reyes) guían con sabiduría, los guardianes defienden la comunidad y los productores generen riqueza. La justicia surge cuando cada uno realiza su tarea sin interferir en la de los demás. Esta visión jerárquica contrasta con el modelo venezolano actual, donde el poder popular y comunal buscan descentralizar la autoridad y empoderar a las comunidades. Sin embargo, la pregunta persiste: ¿es posible lograr justicia en una sociedad polarizada donde el equilibrio entre clases parece haberse roto?
Aristóteles y la virtud política. Aristóteles amplió la idea platónica al enfatizar que la justicia es intrínseca a la virtud humana y el bien común. En la Política, sostiene que el fin último del Estado es garantizar la felicidad (eudaimonia) de sus ciudadanos mediante leyes justas. Para Aristóteles, la democracia participativa era preferible a la oligarquía o la tiranía, siempre que estuviera asada en la deliberación racional. En Venezuela, la CRBV promueve la participación ciudadana a través de consejos comunales y organizaciones populares, pero la realidad muestra tensiones entre el poder centralizado y las iniciativas locales porque simplemente no se ha llegado a un nivel óptimo de conciencia social general de la población, culturalmente hablando desde la postura política aún hay vicios que se deben corregir. Aquí cabe preguntarse: ¿Es posible alcanzar el bien común cuando las políticas económicas priorizan ciertos sectores sobre otros? Creo que hay que pensar en un modelo de educación más nacionalista donde el orgullo nacional promueva el quedarse en el país en. En Irán hay un modelo y en China otro, la fusión o la tropicalización a la realidad venezolana podría resultar o ser más viable.
Cicerón y la ley natural. Por el contrario, Cicerón introdujo la noción de la ley natural como un estándar universal de justicia derivado de la razón divina. Según él, las leyes humanas deben reflejar esta verdad eterna para ser legítimas. Miren aquí, la apelación que hace Cicerón, pues visto hacia atrás unos cuantos siglos antes, la gente pedía JUSTICIA. Y en Venezuela o en el resto del mundo este es un bien que no ha sido ampliamente aplicado, hay carencia o ausencia a granel de este principio. Volviendo a Cicerón, su idea influyó profundamente en teólogos medievales como Santo Tomas de Aquino, quien integró la justicia natural con la teología cristiana, sin embargo, esa religión creó la Inquisición, que aberración. Para el contexto venezolano, CRBV incorpora principios éticos y morales inspirados en valores universales, pero también refleja una ideología política específica. La pregunta crítica es si las acciones del gobierno de Maduro están alineadas con estos principios o si han sido subordinados a intereses partidistas. O subyacen al juego político electoral, pues la justicia no le llega a Guaidó, Borges, Vecchio, Machado, etc., etc.
Maquiavelo y el Realismo Político. Maquiavelo rompió con las tradiciones clásicas al separar la ética de la política. En El Príncipe, argumentó que un gobernante debe ser pragmático y estar dispuesto a usar cualquier medio necesario para mantener el orden. Aunque su enfoque puede parecer cínico, plantea un dilema relevante para Venezuela: ¿hasta qué punto es aceptable sacrificar principios éticos en nombre de la estabilidad? El gobierno de Maduro ha enfrentado críticas internacionales por presuntas violaciones a los derechos humanos, mientras argumenta que sus decisiones buscan proteger la soberanía nacional frente a sanciones económicas externas. También ha demostrado debilidad (al extender el plazo para judicializar a los enemigos de la patria, a los lacayos, a los apátridas. Y por ética no se ha invertido en el Desarrollo Nuclear y en otras áreas de las ciencias donde se requiere poner a un lado la ética. Hasta por ética o se ha pronunciado en contra de los gobiernos de Lula ni de Petro a pesar de las puñaladas que ha recibido el país de ambos gobiernos "amigos". ¿Amigos de quién y de qué?
Contrato Social y Liberalismo. Hobbes, Locke y Rousseau desarrollaron teorías del contrato social que fundamentaron los derechos individuales y el papel del gobierno. Hobbes defendió un estado fuerte para evitar el "estado de naturaleza", caracterizado por la Guerra de todos contra todos. Locke, en cambio enfatizó los derechos naturales a la vida, libertad y propiedad, proponiendo un gobierno limitado que protegiera estos derechos. Finalmente, Rousseau abogó por la "voluntad general" como ase de la soberanía popular. En Venezuela, la CRBV estable un marco legal que combina elementos de estas tres Corrientes: un Estado fuerte (inspirado en Hobbes), la protección de derechos individuales (Locke) y la participación ciudadana (Rousseau. Din embargo, la tensión entre centralización y autonomía local sigue siendo un desafío clave. La confianza y la preparación en el Proyecto del Socialismo del Siglo XXI adolesce en un buen trecho. No lo digo despectivamente, sino a manera de reflexión. Falta aún más desarrollar y profundizar esa nueva doctrina y cultura política.
Separación de Poderes y Democracia Moderna. Montesquieu propuso la separación de poderes ejecutivo, legislative y judicial como mecanismo para prevenir el abuso de autoridad. Esta idea fue adoptada por las revoluciones americana y francesa, así como por la CRBV, que dicho sea de paso los amplia a cinco poderes como todos sabemos. No obstante, en la práctica, el Sistema venezolano ha sido criticado por concentrar excesivo poder en el ejecutivo, debilitando los controles institucionales. Esto plantea una interrogante crucial: ¿puede existir verdadera justicia en una democracia sin contrapesos efectivos? Creo que como se ve que todos los poderes reman hacia una sola dirección la percepción sobre la concentración de poder en el ejecutivo se obvia. Toda esta en las políticas de comunicación y en el objetivo a alcanzar.
Socialismo, Nacionalismo y Utilitarismo. En el siglo XIX, Hegel Marx y Engels desarrollaron teorías que cuestionaban el liberalismo burgués y abogaban por un orden más igualitario. Marx propuso la abolición de la propiedad privada y la creación de una Sociedad sin clase, mientras Bentham y Stuart Mill defendieron el utilitarismo, maximizando el bienestar general. Estas ideas influyeron en el Proyecto bolivariano liderado inicialmente por Hugo Chávez y continuado por Maduro, esto ni niega que tesis como la Simón Bolívar, Simón Rodríguez o Zamora tengan algunos aspectos semejantes. Al Cesar lo que es del Cesar.
Sin embargo, la implementación de políticas socialistas en Venezuela ha resultado controvertido. Mientras algunos aplauden los esfuerzos por reducir la pobreza y fortalecer el poder popular, otros señalan la crisis económica, la hiperinflación y la dependencia del petróleo como evidencia de fallos estructurales. La justicia, en este sentido perece depender menos de la ideología que de la capacidad de generar prosperidad sostenible. Hace falta disciplina, más empuje, más esfuerzo, algo de la China moderna hay que copiar, hay que impulsar el orgullo nacional y eso no se hace con palabras sino con creaciones reales, lla2mese carros, teléfonos, aviones, trenes, edificios, etc. Inventamos o erramos, la innovación es necesaria e inevitable, esperar es vacilar. El gobierno y el país deben hacerlo sin anuncios, sin decir nada, hacerlo es promover el saboteo para que no se logre. Es mejor anunciar el producto final subterráneamente, empezando por los centros educativos, las empresas, sindicatos, grupos culturales, sociales, deportivos. Desde pequeñas charlas como con pequeños trípticos o revistas. Puede ser una revista "ciencia amena".
Democracia, Totalitarismo y Pluralismo en el Siglo XX. En este siglo se vio el surgimiento de sistemas totalitarios que sacrificaron la justicia en nombre del control absolute. En contraste, el pluralismo democrático buscó reconocer la diversidad de intereses dentro de una Sociedad. En Venezuela, el debate gira en torno a si el modelo actual fomenta la inclusión real o si perpetúa dinámicas excluyentes bajo la apariencia de participación popular. Hay que sacar de este contexto la inversión social que se hace desde el gobierno, pero hay que ver si esta gran inversión "inversión" ha dado los resultados esperados (el tren de Aragua, del Llano, etc.) no lo confirma en estos 26 años de Socialismo del Siglo XXI. Tantas "Erres y tantas T" ayudarán a estos saltos exponenciales del Desarrollo social, económico, político, cultural, religioso y hasta filosófico que se espera.
A manera de conclusión: La justicia y el progreso en la Venezuela actual. En la CRBV se representa un intento ambicioso de articular los principios filosóficos y políticos que he expuesto aquí, desde la justicia platónica hasta el utilitarismo moderno, recordemos lo que nos dijo Bolívar: "El Sistema de gobierno más perfecto, es aquel que produce mayor suma de felicidad posible, mayor suma de seguridad social y mayor suma de estabilidad política’. Sin embargo, la realidad de la Venezuela actual bajo la conducción del gobierno de Maduro revela contradicciones profundas. Esto no me dejar poner a un lado el gran saboteo que realizan varias naciones, en especial los Estados Unidos, cuyas acciones han perturbado y dañado las políticas públicas implementadas por los gobiernos de Chávez y Maduro. Por otra parte, mientras que las comunas y consejos populares buscan democratizar el poder, la economía colapsada y las tensiones geopolíticas complican la consecución de una justicia genuina. Puede haber crecimiento económico, pero eso por sí solo no es bienestar general ni puede ser traducido en Desarrollo del país, pues un ejemplo es sembrar café y solo vender café, pero dónde está su Desarrollo tecnológico y científico aplicado al café, o con el petróleo, cuánto derivados somos capaces de crear y cuántos se sacan en realidad de nuestro petróleo. Igualmente pasa con el hierro, el aluminio, el maíz, el plátano, el arroz, etc. Dónde está el nuevo acero creado por la revolución, o las vitaminas y minerales sacados del maíz, el plátano o el arroz. La transformación y desarrollo científico debe ser parte del bienestar general de la nación.
En última instancia, la pregunta fundamental sigue siendo válida: ¿cómo construir una sociedad justa en un mundo globalizado y fragmentado, donde existe una multipolaridad, una región que solo se mira su ombligo y donde el Desarrollo tecnológico van muy lejos del nuestro? La respuesta no reside solo en las ideas filosóficas, sino en la voluntad colectiva de trabajar hacia el bien común, superando divisiones ideológicas y priorizando el bienestar de todos los ciudadanos. Y también donde la ética hay que hacerla a un lado cuando se estrictamente necesario y donde el pragmatismo político en lo interno o externo sea necesario hacerlo: "vacilar es perderse".
Éxito en este 2025.