Campaña electoral: Se decantan las verdades

En estos dos últimos meses, Venezuela ha sido testigo de una campaña electoral que ha generado grandes expectativas y polarización en el país. Precisamente, el proceso electoral ha enfrentado diversos desafíos, suscitado controversias, tanto a nivel nacional como internacional. En ese sentido, la campaña electoral en Venezuela ha estado marcada por un moderado enfrentamiento entre diferentes partidos políticos, lo que ha llevado a una aparente polarización en la sociedad. Durante este proceso, se han ido decantando una serie de verdades que han influido en la percepción de los ciudadanos y han moldeado sus decisiones electorales.

Una de las principales verdades que se ha destacado en esta campaña es el discurso agresivo y de traición de la derecha venezolana, que compromete la soberanía de la nación y la tranquilidad del pueblo venezolano, que quiere paz y tranquilidad y no violencia, caos y muerte, que es lo que pregona el discurso de la que se hace pasar por candidata cuando en verdad está inhabilitada

Otro aspecto relevante que ha surgido durante esta campaña electoral es la denuncia de corrupción de sus principales dirigentes opositores, quienes de manera descarada todavía manejan recursos sustraídos a la nación venezolana mediante la operatividad de una supuesta "Asamblea Legítima", especie de cofradía donde están unos supuestos diputados, con los Guaidó, los Leopoldo López, los Julio Borges y los maricorinos a la cabeza. Supuestamente, de allí salen los recursos para la campaña del inmundo para el inframundo y todo el mundo.

La polarización política ha sido otro de los elementos más evidentes durante esta campaña. Las divisiones ideológicas y las posturas extremas del fascismo han dificultado una campaña basada en propuestas, generando un clima de confrontación y hostilidad. Por un lado, el candidato revolucionario habla de consolidar la Patria en su plena soberanía y de absoluta lealtad al pueblo venezolano, para garantizar el bienestar; por el otro lado, el candidato opositor luce tembleque, y donde la voz la asume una mujer que le ha hecho mucho daño a este país. Sería nefasto para Venezuela que esa mujer se salga con la suya.

En ese escenario, el gobierno revolucionario, liderado por el presidente Nicolás Maduro, cuenta con una base de apoyo sólida, principalmente entre los sectores más desfavorecidos que se han beneficiado de programas sociales implementados por el chavismo. Esa base de apoyo es la garantía de la victoria, por eso hemos observado como cada día y cada vez más se manifiestan los apoyos hacia el candidato de la Patria.

En cuanto a la oposición venezolana no logró finalmente unificar a diferentes partidos políticos en coaliciones, lo que les ha dificultado contar con un respaldo más amplio y competir de manera más efectiva contra el gobierno. Esas divisiones internas y la falta de liderazgo consolidado son la marca de su inminente derrota. Se dejaron arrastrar por la soberbia de la "candidata" delirante, que en su locura se imaginó ser la iluminada.

Ya casi entramos en la recta final y las verdades están decantadas. La lucha parece feroz, pero en realidad las aguas corren en su caudal de agitación normal, rumbo a los embalses de la victoria revolucionaria. Precisamente, las corrientes del chavismo se refuerzan en las moléculas de la lealtad. De allí que en esta recta final debemos aportar toda nuestra energía para que la victoria sea contundente. De acuerdo con variables y porcentajes de probabilidades que estoy revisando, Nicolás Maduro ganará con el 54% del total de votos. Esa es la última verdad decantada, donde el pueblo venezolana votará por la Patria, por la revolución y por la paz, porque eso es lo que significa Nicolás Maduro, garantía de una nación unida y una República de soberanía plena. ¡Qué así sea!



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Eduardo Marapacuto


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