¿Qué es revolución? Breves notas ecomunitaristas

En estas notas reunimos, reforzamos y/o especificamos en algo algunos puntos de vista que antes ya habíamos expresado por diversos medios. Quien las lea podrá ver aquí o allí el eco de algún autor, pero lo que aquí digo es de mi entera responsabilidad.

He definido el "poder" como la relación social asimétrica que existe entre quienes deciden y quienes no. Esa relación viola las dos primeras normas fundamentales de la Ética (que nos exigen, respectivamente, luchar para garantizar nuestra libertad individual de decisión, y realizar dicha libertad en la búsqueda de respuestas consensuales con l@s demás para la pregunta que instaura la Ética, a saber "¿Qué debo hacer?"), y frecuentemente también viola la tercera norma ética fundamental (que nos exige preservar-regenerar la salud de la naturaleza humana y no humana).

Por eso, en el Ecomunitarismo, por el hecho de que en ese orden comunitario-ambiental poscapitalista utópico se aplicarían cotidianamente las tres normas éticas fundamentales, quedaría abolido el "poder", en la medida en la que tod@s decidirían (en especial a través de mecanismos de democracia directa, que irían desde el ámbito familiar hasta el planetario).

Ahora bien, mientras haya "poder", entendemos por "revolución" a lo que ocurre en dos circunstancias: a) cuando quienes hasta entonces no decidían se suman a quienes antes lo hacían, extinguiendo así la relación de "poder", o, b) cuando pasan a decidir quienes antes no lo hacían desplazando de esa función a quienes antes decidían (manteniéndose así temporalmente la relación de "poder", en este caso, sobre/contra los desplazados).

La primera posibilidad ocurre cuando hay contrariedad entre no opuestos, por ejemplo cuando la familia patriarcal, en la que hasta entonces solo el padre decidía, pasa a ser sustituida por una "familia democrática" en la que todos sus miembros (en especial la esposa y l@s hij@s) comparten con el padre la capacidad de decidir acerca de los derroteros familiares. Eso ha ocurrido en buena parte de la llamada cultura blanca-occidental, en especial a partir de los grandes levantes estudiantiles-populares de 1968 que estremecieron a las respectivas sociedades desde Francia y Europa hasta Nuestramérica, pasando por los EEUU.

La segunda variante de "revolución" ocurrió, por ejemplo, en la Revolución Francesa, cuando la vieja nobleza aristocrática/rural fue desplazada por la burguesía de las instancias decisorias, que implantó como dominante el modo de vida capitalista.

Ahora bien, como la relación social de capital sigue dominando hoy en el mundo, porque sigue habiendo una división asimétrica y una contradicción entre opuestos, en materia de propiedad-distribución-consumo, entre una minoría que es propietaria de los medios de producción (y controla las decisiones fundamentales en materia ambiental, económica, política, jurídica, cultural, estética, comunicacional, y militar) y la gran mayoría que depende para su subsistencia de poder vender su fuerza de trabajo a aquellos (a la que se suman tod@s aquell@s que quedan al margen del "empleo" capitalista), es necesario, para la realización de una "revolución", que haya una sustitución de los capitalistas y sus representantes en las instancias de decisión, por un Bloque de quienes ahora no tienen tal capacidad decisoria.

En óptica ecomunitarista y pensando desde Nuestramérica, consideramos que el Bloque llamado a sustituir a los capitalistas en las funciones decisorias (iniciando el proceso de extinción poscapitalista del "poder") apunta a nuclear, principalmente, a las comunidades indígenas (que traen la herencia del Buen Vivir amante y respetuoso de la Madre Tierra, un Buen Vivir que es precapitalista pero/y con proyección poscapitalista), l@s campesin@s y pequeñ@s productoras-es familiares de la agropecuaria, l@s asalariad@s, l@s desemplead@s/marginad@s, las llamadas "minorías" (que a veces son mayorías a nivel global o localmente, como ocurre, respectivamente, con las mujeres, especialmente las organizadas en colectivos feministas con vocación poscapitalista, y las comunidades y movimientos negros), las verdaderas cooperativas y demás instancias asociativas comunitarias (por ejemplo, sindicales, vecinales o de los movimientos ambientalistas con vocación poscapitalista) que tratan de aplicar ya dentro del capitalismo las tres normas fundamentales de la Ética, l@s educadoras-es que ya dentro del capitalismo tratan de abrir horizontes ecomunitaristas, tanto en las instancias de la educación formal (desde las escuelas hasta las Universidades) y/o en la educación ecomunitarista comunitaria no formal (y en esta última ubicamos también la tarea de l@s comunicadoras-es que asuman la perspectiva poscapitalista), y las organizaciones populares de autodefensa (más o menos armadas, según las opciones y las posibilidades, que van abriendo camino para la construcción de las Milicias Populares de integración voluntaria y rotativa, que en el poscapitalismo, y mientras se haga necesaria la existencia de cuerpos armados, habrán de sustituir los cuerpos policiales y militares que hoy están al servicio de los capitalistas).

Ahora bien, el simple enunciado de los componentes principales de ese Bloque destinado a sustituir a los capitalistas en las funciones decisorias (y a caminar lo antes posible hacia un orden comunitario-ambiental en el que sea abolida la relación social de "poder"), y el esquemático esbozo de sus tareas, muestra que la segunda variante de la "revolución" no se limita, como en nuestra juventud lo creímos a raíz de una lectura caricatural de la Revolución Cubana, a la derrota militar del cuerpo policial-militar capitalista y a instalarse en los edificios de gobierno para desde allí "empezar a mandar" (en el caso cubano, y poco tiempo después de consumada aquella derrota, definiendo un rumbo que se quería socialista).

Si aun creemos que la derrota del aparato policial-militar del capitalismo sigue siendo absolutamente necesaria para que haya la segunda variante de "revolución" y se abran las grandes alamedas orientadas hacia el Ecomunitarismo, debemos constatar que la "revolución" comienza mucho antes de dicha derrota y va mucho más allá de ella.

En efecto, dicha derrota será facilitada si el Bloque antes mencionado logra de alguna manera conquistar a por lo menos una parte de los cuerpos policiales-militares del capitalismo, o al menos logran neutralizarla con la idea verdadera de que en el futuro poscapitalista la casi totalidad de los miembros de esos cuerpos, y sus familiares y descendientes tendrán una vida mejor (en todos los sentidos) que la que les reserva el capitalismo. (Dije antes "casi totalidad", pues los Generales y algunos otros oficiales de alta patente viven muy bien actualmente, según criterios capitalistas, merced a ingresos "legales" y/o ilegales). Y también y simultáneamente aquel Bloque deberá ir forjando su propia fuerza militar (por ejemplo, a partir de las instancias de autodefensa popular, tan necesarias hoy no solo para resistir las embestidas del aparato policial-militar del Estado capitalista, sino también las de ese nuevo cáncer capitalista que son el narcotráfico y el Crimen Organizado, causadores de muchísimas muertes y enfermedades en las comunidades populares urbanas, suburbanas y rurales).

Pero aquella interpretación caricatural también se revela errónea porque para hacer posible la mencionada derrota y ensanchar los horizontes ecomunitaristas, también desde ya y dentro del capitalismo hay que crear o reforzar los espacios que son semillas poscapitalistas (espero que con rumbo ecomunitarista); por ejemplo, en el ámbito de una economía ecológica y sin patrones, en las vivencias de democracia directa a través de procesos asamblearios, plebiscitarios o referendarios (presenciales o por los medios facilitados por internet), en la educación ambiental ecomunitarista formal o no formal lo más generalizada posible, en los medios de comunicación comunitarios con óptica ecomunitarista (que hoy abarca o debe abarcar desde las redes digitales usadas adecuadamente, hasta las radios y TVs comunitarias, pasando por los medios comunitarios impresos), y en las expresiones de una estética ecomunitarista de la liberación (que van desde el arte y la artesanía indígena y popular hasta las expresiones llamadas "eruditas", promoviendo el enriquecimiento intercultural entre esas diversas manifestaciones).

Todo ello apunta a ir anticipando en toda la medida de lo posible la aplicación cotidiana del principio rector del Ecomunitarismo que reza "De cada un@ según sus capacidades y a cada un@ según sus necesidades, respetando los equilibrios ecológicos y la interculturalidad".

Ahora bien, dijimos que la segunda variante de "revolución" con sentido ecomunitarista continúa después de la derrota del aparato policial-militar del capitalismo y de la ocupación por el Bloque triunfante de las funciones de decisión, porque, para que el rumbo ecomunitarista se afirme, son necesarias y por mucho tiempo (o por tiempo indefinido, mientras las relaciones de "poder" se van sucesivamente extinguiendo), las prácticas que en lo que sigue defiendo.

Defiendo la necesidad de una educación problematizadora ecomunitarista desde la escuela hasta la Universidad (inspirada en Paulo Freire), en vez de una educación dogmática basada en alguna doctrina considerada infalible (como la del supuesto marxismo-leninismo).

Defiendo la necesidad de que las Universidades sean autónomas y tengan a su cargo emisoras de radio y TV (algo muy factible en tiempos de internet) para dar su contribución de conocimientos y crítico-propositivas en relación a los problemas del país; en Uruguay desde 1958 tal es el estatus de la Universidad de la República, que elige su Rector (y lo mismo se repite en cada Facultad) exclusivamente a partir de la votación de docentes, alumn@s y egresados, y sin que el Gobierno tenga siquiera la posibilidad de vetar al elegido; y esa experiencia se puede/debe perfeccionar agregando a los estamentos decisorios a l@s funcionarias-os universitari@s y a la comunidad ciudadana en general, para que haga valer por medio de sus representantes directos en un Consejo Universitario ampliado en Consejo Comunitario Central (y otro en cada una de las Facultades) las necesidades/demandas ciudadanas respecto a las labores universitarias, y participe de las periódicas evaluaciones correctivas de la ejecución de las mismas.

Defiendo la instalación o refuerzo de radios y TVs comunitarias autónomas, (como las veteranas radios de los mineros bolivianos) instaladas en los más diversos barrios/localidades urbanos, suburbanos o rurales. Y al mismo tiempo defiendo el acceso rotativo de las comunidades locales a los medios de comunicación de gran alcance, para que la información y la cultura vehiculadas por los mismos tenga una permanente composición diversa e intercultural.

Digo también que aún después de la derrota del aparato policial-militar capitalista sigue siendo necesario que los sindicatos asuman de verdad y todos los días el rol de defensa autónoma de l@s trabajadoras-es a la luz de las tres normas éticas fundamentales y del principio rector del Ecomunitarismo, antes citado (en vez de ser reducidos a "correa de transmisión del Partido y/o del Gobierno en el medio laboral").

Defiendo las ideas de que hoy la llamada "política" va más allá de los Partidos, incorporando en especial la forma de la "Red" (muy ampliada por los medios digitales), y de que en perspectiva ecomunitarista pienso en la posible extinción futura de los actuales Partidos (y dije, en mi libro "Contribuição á Teoria da Democracia: uma perspectiva ecomunitarista", de 2017, que esa extinción puede darse yendo primero del pluripartidismo al unipartidismo, o directamente desde el multipartidismo, sin pasar por el Partido único, o desde un multipartidismo recuperado luego de un período unipartidista).

Defiendo la idea de que, conjuntamente con la educación ambiental ecomunitarista no formal, habrán de incentivarse todas las verdaderas cooperativas y las asociaciones de vecinos (en barrios urbanos y suburbanos, y en localidades rurales) para una efectiva participación crítico-propositiva y de control en/de la esfera económica, política, cultural, comunicacional, educativo-ambiental y estética; rechazo toda represión de dichas instancias asociativas autónomas, y no acepto para esas instancias el calificativo de organizaciones llamadas "de masas" pues esa expresión tiene el mismo contenido alienado-alienante/desindividualizante que la llamada "cultura de masas" merecidamente criticada desde hace mucho tiempo. En mi libro "Ética ecomunitarista " (de 2009, que resume en un volumen y en versión ligeramente corregida y ampliada la trilogía agotada de "Ética de la Liberación", publicada sucesivamente en 1996, 1997 y 2000) relato una experiencia concreta de trabajo barrial de promoción-incentivo de/a la auto-organización crítico-propositiva-realizadora de los vecinos, que desarrollamos en un barrio pobre cercano a nuestra Universidad, en Brasil, y que permitió conquistar para todo el barrio la construcción en régimen de voluntariado de la sede de la Asociación de Vecinos (que también sirvió para abrigar a algunas familias afectadas por ocasionales inundaciones), la luz eléctrica y el agua potable (que antes llegaban solo a una parte del barrio), una mejor urbanización y derecho de compra en cuotas muy baratas del terreno familiar, y un mejor servicio de transporte público (autobús) y de recogida de residuos, además de aulas de refuerzo escolar para l@s niñ@s a cargo de becarias universitarias, educación sanitaria y puesta en acción de algunas prácticas ambientales sostenibles.

Y defiendo la idea de que, si bien la reflexión-discusión sobre la alienación religiosa debe procesarse a largo plazo en la caminata rumbo al Ecomunitarismo, en el trabajo comunitario y en la prédica revolucionaria en general, debe darse desde ya una denuncia sistemática e invitación a la reflexión de y acerca de las manipulaciones religiosas más groseras. Tal es el caso de las evidentes prácticas de manipulación y explotación. Las primeras acontecen, por ejemplo, en el fraude de las falsas curas milagrosas escenificadas cotidianamente en diversos cultos. Y las segundas tienen como expresión paradigmática el robo practicado contra los creyentes por Iglesias basadas en la "teología de la prosperidad" que son verdaderas empresas (que incluso compran otras empresas, incluyendo redes de radio y TV, y ubican representantes de sus intereses en las esferas de la política, del poder judicial y de los aparatos policiales y militares), que se enriquecen y enriquecen a sus personeros extrayendo de los creyentes las mayores cantidades de dinero que sea posible, con la promesa de que Dios los retribuirá individualmente con sus favores proporcionalmente a las cantidades que cada un@ de ell@s haya donado a aquellas Iglesias.

Todo el conjunto de frentes y acciones que hemos expuesto confluyen en el proceso que lleva al Bloque alternativo a sustituir a los capitalistas en las instancias decisorias (incluyendo la derrota del aparato policial-militar que los sustenta allí). Y ese no es un proceso gradual-lineal, sino que puede dar grandes saltos hacia adelante (o hacia atrás, como veremos).

En ese proceso la o las organizaciones políticas (o político-militares) con propuesta poscapitalista (ecomunitarista) que aspire(n) a ser coordinadora(s) (siempre en una actitud de "orientar obedeciendo") del conjunto del Bloque, se propone(n) ganar para la causa a un número cada vez mayor de personas (por muchas décadas la izquierda con vocación poscapitalista habló de "ganar a las masas", en expresión que no aprobamos por la razón antes expuesta).

Ahora bien, lo que aprendí ya en mi juventud es que la visión acerca de ese proceso de ganar a cada vez más personas debe "historizar" esa misma cantidad, porque en el inicio del accionar de tal(es) organización(es) ese número se limita a unas pocas personas; y luego, si las propuestas y metodologías son apropiadas, tal número debe progresar, no solo linealmente, sino a veces con grandes saltos hacia adelante, en función de determinadas coyunturas, propuestas y acciones de la(s) dicha(s) organización(es) y de una parte o del conjunto del Bloque alternativo.

Pero queda claro que si al cabo de un determinado lapso de tiempo (pongamos unos veinte años) tal número no está aumentando significativamente, entonces es imperioso que tal(es) organización(es) revise(n) a fondo su análisis de la realidad, sus propuestas y sus metodologías de acción, so pena de eternizarse como una pequeña minoría que no pasa de tener un valor testimonial, como ha sucedido con innumerables Partidos autodenominados obreros o proletarios desde inicios del siglo XX. Una de las formas mediante las cuales se puede sospechar que se ha alcanzado tal situación de estancamiento sin futuro es la cosecha de resultados electorales que nunca catapultan hacia posiciones decisorias (y muchas veces en los casos citados no superan el 5 % de los votos, después de varias décadas de prédica y accionar).

Porque debe quedar claro que, sin descartar a priori ninguna forma de lucha capaz de desalojar a los capitalistas de las posiciones decisorias, el Bloque alternativo puede, si lo juzga pertinente, jugar también la carta electoral, aunque nunca debe restringir su arsenal a ese recurso ni erigirlo como el principal de forma permanente; ahora/y, si persevera en el uso de esa carta es porque los resultados de apoyos crecientes en guarismos significativos le están indicando que por esa vía puede llegar a importantes posiciones decisorias (sin olvidarse jamás de la cuestión militar, que le costó la vida a Allende y a muchísim@s chilen@s después del triunfo electoral, y que también puede desaguar en un Golpe capitalista antes de tal triunfo, para intentar detener y revertir el avance del Bloque alternativo hasta las posiciones decisorias).

Por último, insistimos en la idea de que una vez consumada la revolución que desplaza a los capitalistas de las instancias decisorias, en el proceso de construcción del nuevo orden comunitario-ambiental orientado hacia el Ecomunitarismo, a la luz de su principio rector y de las tres normas fundamentales de la Ética, habrá de promoverse la realización de incesantes reformas que mejoren sucesivamente el Buen Vivir; y nos referimos en especial al incesante perfeccionamiento de las principales dimensiones que componen el Ecomunitarismo, a saber, la economía ecológica y sin patrones, la política de tod@s, la educación ambiental ecomunitarista en todas las instancias formales y no formales, la comunicación horizontal y simétrica, y la estética intercultural de la liberación.

Bibliografía mínima

Paulo Freire, Pedagogia do Oprimido, Ed. Paz e Terra, Rio de Janeiro, 1970.

José A. de la Fuente y Ricardo Salas (Orgs., 2021), Introducción al Ecomunitarismo y a la Educación Ambiental - Una lectura chilena de la obra de Sirio López Velasco, Ed. Ariadna, disponible gratuitamente en http://ariadnaediciones.cl/ https://doi.org/10.26448/ae9789566095330.16

y en https://zenodo.org/record/5745105#.YaZXEdDMI2w

y en https://dlc.dlib.indiana.edu/dlc/handle/10535/10827

en https://library.oapen.org/handle/20.500.12657/51640

y en https://es.scribd.com/document/561776175/Introduccion-Al-Ecomunitarismo-y-Educacion-Ambiental

Sirio López Velasco, Ética ecomunitarista, Ed. UASLP, México, 2009, disponible gratuitamente en https://rebelion.org/download/etica-ecomunitarista-etica-para-el-socialismo-del-siglo-xxisirio-lopez-velasco/?wpdmdl=654430&refresh=5ffa00fe3411b1610219774

y en https://www.scribd.com/document/557262193/Etica-ecomunitarista

Sirio López Velasco, Contribuição á Teoria da Democracia: uma perspectiva ecomunitarista, Ed. Fi, Porto Alegre, Brasil, 2017, disponible gratuitamente en https://www.editorafi.org/196sirio

Sirio López Velasco, Filosofia ecomunitarista aplicada – Textos breves 2022-2023 (Org. Claudinei A. de Freitas da Silva), Ed. Fi, Cachoeirinha, Brasil, 2023; disponible gratuitamente en

https://www.editorafi.org/ebook/a042-filosofia-ecomunitarista-aplicada

y en en https://rebelion.org/download/filosofia-ecomunitarista-aplicadasirio-lopez-velasco/?wpdmdl=774425&refresh=650ca5e69e7f31695327718

y en https://es.scribd.com/document/703029027/Sirio-Lopez-Velasco-Filosofia-Ecomunitarista-Aplicada-Textos-Breves-2022-2023

Sirio López Velasco, "Dios: un ente imaginario - Una crítica ecomunitarista", in Aporrea, Caracas, 4/2/24, 5pp., en https://www.aporrea.org/ideologia/a328219.html



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Sirio López Velasco

Uruguayo-brasileño-español. Filosofo y Lingüista, profesor universitario jubilado

 lopesirio@hotmail.com

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