¿"Mover" con César Pérez Vivas y Nicmer Evans pescando en río revuelto?

Dos santos que no son de la misma devoción cada uno con su estilo de soltura política y tan políticos como el que menos, ¿antimaduristas o quizás más que eso? O fantasiosos dentro de la política vernácula romulera, y hasta tienen pensamiento matemático alejado de la verdad que Picón los puso a pensar mal y los cálculos los asustaron y, lo más posible que uno más uno les incomode y quieran más con más tiempo de espera y con más máquinas y que siga el relajo pues, lo inmediato como el relámpago no les da brío ni les alumbra bien el objetivo y como ilusos no evaden al CNE y siempre un culpable habrá y ¿cuánto habrán aportado los Estados Unidos? ¿Nada? y, más en estos tiempos tan fáciles para los líderes de la oposición que siempre son bien recompensados por sus servicios antipatria que, hasta un autoproclamado tenemos como presidente suplente que nadie quiere revocar y ellos tampoco y, con firmas escasas sin poder emplear el método que empleo Leopoldo López y Jorge Rodríguez le aceptó que hasta firmas sacó López de donde nadie imaginó y convenció, pero parece ser que con este nuevo CNE el cántaro no llegará al pozo de sus ambiciones y, pujando andan tratando de ganar una matriz de opinión que los haga famosos como revocadores.

Tanto Pérez Vivas como Evans soñaron despiertos y con muy malas intenciones querían entrarle a garrotazos a la piñata que la supusieron bajita en su revocar visionario tan fácil como verbo transitivo que, transita dentro de la democracia venezolana desde Chávez y, ellos dos líderes en veremos se van a quedar sin el saco y los cangrejos y con mucha bulla mediática para inflarse un poco más de duchos románticos que luchan codo a codo por la democracia y sus derechos humanos que, hasta en lo internacional han dicho como filántropos soberbios del bien común, llegarán como dijeron hasta la Corte Penal Internacional (CPI) que como un vicio más contra el país se acumulará en la larga cadena de acusaciones en ese organismo a su favor.

Pero lo cierto es, aunque ellos aducen que se necesita atender a cinco por minuto, lo que parece para ellos una bufonada bien trivial de su matemática opositora que ni agrega ni quita ni todo lo contrario que, si a ver vamos que tienen 12 horas para recoger más de 4.200.000 firmas -pero cómo, ni que JC les ayude- y, como una hora tiene 60 minutos, entonces hecha la operación eso da un total de 720 minutos, es decir, (60 x 12 = 720) y, si se divide el total de firmas a recoger entre 720 minutos -jamás le dará el bocado deseado de: Maduro estás guindando y lo que te espera, y llueva, truene o relampaguee, hay que seguir esperando y, los gringos ni Guaidó sin poder hacer nada, a no ser...

Y saben la rabia que da eso de querer y no poder y la espera desespera con mucho tiempo de espera para quedar en lo mismo con Maduro en el poder y sin poder empapelar la alegría que sería como ellos quieren, a lo mejor una canción alegre parte del momento dirán es posible, entre tu vida y la mía hay distancia y, lo peor es que tiempo que se va no vuelve, pero se puede marchar, se puede gritar como nuestras armas democráticas de quejarnos, menos llorar como hacen los bebés para que les den teta.

Y lo otro es acogerse al tango de Gardel que hasta él perdió la mirada cuando dijo que cinco años son nada y quizás, todo se olvida sin perder la mirada. Y un consejo que ni da ni quita los malos pensamientos, pero ayuda a pensar en lo que ha de venir a futuro y, es que, mejor es bailar que no revocar y, eso de lavarse las manos solo Pilatos lo supo hacer con el hijo de Dios.

Ah y no olvidar la frase que Chávez dijo, cuando lo agarraron con las manos en la masa y, dejó además para que lo piensen bien, más tiempo para reflexionar, el que mucha falta le hace a este país.



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Esteban Rojas


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