Convivencialismo- El Diálogo

El diálogo es una herramienta de comunicación humana cuyo objetivo principal es el establecimiento de una discusión sobre un asunto, con la intención de llegar a acuerdos o de encontrar vías alternas al conflicto.

¿Por que la posibilidad de un diálogo se convierte en fuente de desacuerdos y conflictos en el tan particular medio político venezolano?

Primero, porque la irracionalidad de la poderosa derecha multinacional, quien comanda de facto la derecha nacional, rechaza cualquier convenimiento contrario a su predominio. Solo admiten "obediencia"; ya que reivindican la supuesta legitimidad de la concentración del poder, de bienes de riqueza y el uso violento de la fuerza, hasta los límites de la barbarie y el genocidio; en defensa del feudalismo no superado en pleno siglo XXI, en los fundamentos del capitalismo.

Segundo, porque en las corrientes venezolanas que pretenden la justicia, la equitatividad, la dignidad de todos los sectores, es decir, LA CONVIVENCIA, no se les hace digerible aceptar como única condición para la paz, "obedecer" a un déspota extranjero que se ha erigido en monarca universal, sustentado en sus recursos de extorsión económica y su capacidad militar.

Obviamente hay infinidad de ópticas en la manera de ver los procesos políticos de las naciones, y de hecho en la nuestra hay una abierta proliferación de ideas y planteamientos diversos, gracias a una democracia que no atenta contra la libertad de expresión; pero la enajenación de las corrientes de derecha, en la urgencia de obstruir y deponer al gobierno democráticamente electo, coloca en situación de conflicto puro e irracional lo que hubiera podido ser discusión política, y lo más grave, auto descalifica su representación local al entregarse vergonzosamente al nariceo imperial.

Justo a mitad de la redacción del presente artículo, un sector de esa derecha, en un gesto de liberación de tal nariceo, ha logrado tomar la dirección de la Asamblea Nacional en cumplimiento de todo lo establecido en nuestra Constitución Nacional (lugar, asistencia, procedimiento, etc.) abriendo caminos a uno de los diálogos más naturales de una democracia moderna, que es la normal operación de los Poderes Públicos

…y simultáneamente el Grupo de Parodia "Guaidó" monta en plena calle, poses diseñadas para las fotografías de la prensa internacional imperial, a objeto de obligar al mundo a tragarse la patraña de que "en una elección legítima, realizada fuera del Palacio Federal Legislativo y con una simple montonera de mirones, ha sido reelegido el emisario del Heliogábalo Norteamericano, Mr. Guidó, como presidente de la Asamblea.

El cambio de situación (obviando la parodia), ciertamente se encamina hacia el establecimiento del diálogo democrático nacional entre las corrientes ideológicas que por votación popular integran la A.N., y puede conducirnos en cierto grado a la disminución de tensiones políticas. Lo que podría suceder es que de alguna manera no amaine la furia del extremismo nariceado desde afuera.

El Gran Problema Nacional, que deriva en limitaciones para la economía, la salud, la normal alimentación del pueblo y el libre desempeño de los diversos sectores políticos y sociales, en ejercicio de la democracia, es: La situación de secuestro, sitio, bloqueo… al que nos tiene sometido el aparato imperial, en complicidad con aterrorizados súbditos que se prestan…

En el marco de las ideas que pudiéramos considerar naturales del CONVIVENCIALISMO, el diálogo es sin duda alguna, la única vía civilizada para la resolución de todos los conflictos; pero: ¿Cómo armonizamos un bien intencionado camino civilizatorio con una BRUTALIDAD SUPRATERRITORIAL TAN BIEN PERTRECHADA?



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José Claudio Laya Mimó

Profesor Universitario

 joseclaudiolaya@hotmail.com

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