Convencionalismo- Dimensión de la Crisis

¡Cada cabeza es un mundo!, decíamos cuando nos referíamos a la confrontación de pareceres respecto a cualquier evento o circunstancia.

En tiempos de revolución, cuando Venezuela transita una de sus etapas históricas más convulsionadas, la opinión pública se encuentra lejos de simples alineamientos antagónicos entre afectos y desafectos.

Un paneo a corta distancia, sobre las condiciones de vida de los venezolanos, en estos momentos, muestra en efecto, dos sectores bastante delimitados, entre aquel de absurdos ingresos absolutamente disminuidos, sobreviviendo mágicamente con salarios de "nada", algún bono y la caja CLAP, y el otro sector que compra y vende con un fajo de billetes gringos, enrollados en la mano, como si trajinara en un mercado de pulgas en Nueva York.

Abriendo la lente… nos percatamos de que cada cabeza percibe un mundo diferente, en este inconexo "sálvese quien pueda" que se debate inmerso en un medio viscoso de anarquía, producto de la ráfaga de manotazos sin ton ni son, que nos da el Imperio en su estertor.

El Gobierno tiene una brújula, un plan de ruta y la aclamación de un numeroso sector de población, sobre las bases indelebles del discurso del Comandante Chávez; pero el barco es prestado e ingobernable; la economía es extranjera, concentracionista y fascista, desde las teorías y leyes enarboladas en la universidad, hasta la más necia transacción económica; la tripulación o burocracia es desobediente, improvisadora y de honestidad muy permeable; los sectores más enriquecidos son fundamentalmente apátridas; el sector intermedio está muy alienado y colonizado, imbuido en la fantasía del sueño americano; los sectores más desposeídos son penetrados por la delincuencia, defenestrados por la explotación laboral y confundidos por interesados conceptos manipulantes. "La gente" es un comodín tan heterogéneo que resulta falaz su uso en cualquier análisis.

El Gobierno, además, navega tormentas inducidas con vientos contaminados exprofeso, en costas que le niegan puertos de atraque y reabastecimiento.

¿Qué está pasando?

Una visión más amplia del problema nos obliga a remitirnos al sentido y camino de La Humanidad… Seguramente para transitar una historia tan autodestructiva y brutal como la nuestra, no fue creado el Ser Humano… Escuchar al representante del sector más poderoso y abusador del planeta, el insoportable Trump, nos obliga a concluir que el homo sapiens equivocó el camino.

¿Qué han significado las multifraccionadas religiones, los ensayos civilizatorios de los varios imperios, los estudios filosóficos, las propuestas económicas, el supuesto aprendizaje del error, en el trayecto de la vida?

Si al resultado vamos: ¡¡¡Han impuesto y solidificado El Cinismo!!!

Podrá verse atávico el enfoque, en un debate que parece ser el enfrentamiento contra el comunismo cooperativista, con las armas alienantes (y de requerirse, genocidas) del capitalismo egocéntrico; pero en el devenir de las escaramuzas, flotan como nata las inconsistencias morales, filosóficas, humanistas y ecologistas que corroen a todos los sectores, en mayor o menor grado, y les impiden enfocarse en un objetivo verdaderamente INTEGRAL-HUMANO.

Me atrevo a proponer que enfrentemos con más frecuencia, nuestras propuestas, con el CONVIVENCIALISMO; visto este como el fundamento filosófico que nos puede crear una visión universal, utópica por supuesto, de Evolución y Desarrollo, siempre en dirección al bienestar de TODOS (en el planeta) y nunca en detrimento de NINGÚN sector, fracción, raza, genero, etc., por pequeño o aislado que se encuentre en El Mundo.

Después de este aperitivo, seguiremos hablando de CONVIVENCIALISMO.



Esta nota ha sido leída aproximadamente 1207 veces.



José Claudio Laya Mimó

Profesor Universitario

 joseclaudiolaya@hotmail.com

Visite el perfil de José Claudio Laya Mimó para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter



José Claudio Laya Mimó

José Claudio Laya Mimó

Más artículos de este autor