Qué fastidio con esos maduristas que nos tienen en tres y dos

Y, ahora quién podrá salvarnos es la consigna que se riega como vapor
fatídico entre los que quieren salir del presidente Maduro a como dé
lugar y juegan con la Constitución con una perversión de pareceres que
deja loco a cualquiera y, es que defensores sobran, unos más que
otros, pero están desatados, a no ser que el RR los mantiene en la
cuerda floja, unos por chavistas fanatizados y otros por escuálidos
bien interesados que le sirvan la mesa del poder y, en esa rebatiña de
ideas no pierden su tiempo en hacernos ver que son ellos mejores que
los demás y, que el actual gobierno es una dictadura y, como tal hay
que aceptarles sus dadivosas soluciones, porque son los valederos de
toda razón y con una razón de cinismo no esconden la traición que los
consume por dentro y por fuera y, se desgarran las vestiduras que para
ello se siven de la ley, pero para los que las violan, no puede ser,
es decir que se tiene el derecho de meter todos los muertos que a bien
tengan los responsables de cuidar el desarrollo de su RR y, cuando se
les descubre la tortilla del abuso es mejor dejarlo así, para que
ellos se monten en el poder a terminar de arruinar el país más de lo
que está y, es lo que estos defensores del delito en puerta se atascan
con paciencia en jodernos la paciencia y, como gallos del mismo
gallinero están atorados de rabia al no poder ensartarnos las espuelas
del odio y de la desunión y, así quieren gobernar el país a la
machimberra a lo méxicano que Jalisco pierde y arrebata y, nosotros
como si nada -cállate de rabia.


Aquí en este país nadie es más chavista que nadie, ese es un pobre
cuento que no entra en la imaginación de personas lúcidas, los que una
vez aprovecharon tienen que esperar por otra oportunidad y hay muchos
que tienen cierta jerarquía que jamás podrán valorar a motu proprio y
andan por allí más deslenguados sin acertijo ninguno a no ser que se
cobijen con la tan amada Constitución que al igual que Capriles la
violó y se la sacudió a su antojo, y ahora es el primer defensor de
los derechos humanos olvidados y están dispuestos a formar peos, pero
no le echan bolas en primera fila, sino siempre en la retaguardia y en
todo se escoran del pueblo como si éste fuera su trasero y, hay otros
que se visten, pero no van no dan la talla y dentro del chavismo menos
a no ser que crean que nosotros somos pendejos y de traidores abundan
antes y después de Chávez y, ahora andan con una palomita blanca con
su ramito de olivo de frescura creyendo que por aquí se va para Roma.


El que se mete a político y comienza a dar sus primero pasos como
desconocido vendiéndose como los ultra, bien defensores de la Patria
pisoteada que ellos van a salvar, sí cómo no, a otro perro con ese
hueso de amor, a no ser que mañana sean los abrigados de la oposición
como otros tanto quedaron en la clandestinidad, aguantando el peso de
los años y, pagando todo el mal que hicieron con su proceder de
bastardos políticos en busca de prebendas que los oxiginaría de bienes
y riquezas que actualmente se esconden en lo mal habido de sus
pretensiones de vellacos que de una sacudida se fueron a la acera del
frente a prestarse a convivir con sus mediocridades que cuando no son
servirles son chapuceros de la discordia y, cuando se ufanan en tratar
de ser lo que no son, mueren clavados en la cruz de la indiferencia
del bravo pueblo, donde todos salen a pedir el visto bueno de sus
aventuras.


Menos mal que los maduristas aprendieron de Chávez y han madurado en
no dejarse joder tan fácilmente y, el que se resbala y procede mal, la
Constitución tambien existe al igual que para ellos los de la
oposición y ahora los que se dicen chavista de la boca para fuera que,
como charlatanes orilleros andan bscando el lazo del ahorcado que los
apriete más en la desventura que tratan de aventura con el favor ajeno
como soldados políticos de la revolución y, sólo la revolución como
ellos las ven vale y, cada día trepan más alto en su desquicio de
ayudar a la oposición de salir de Maduro, lo que los mantiene en un
tris de alcahuetería que ni Baltazar Porras los puede confesar sin que
le pida perdon a Dios por tanta inmoralidad junta que, contamina la
condición del venezolano que clama por justicia, donde justos y
pecadores sean tratados por igual y, si quieren salir de los
chavistas-maduristas del gobierno sean con votos no con trampas
amañadas de meter perros y gatos en el mismo saco y, que nadie se
queje y, que conste que dentro del proceso no hay ni miedo ni
debilidad, sino razones más que suficientes que demuestran que ellos
juegan sucio y si persisten en jugar sucio, los maduristas no se van a
sacrificar en ponerle el bocado en la boca como a moscas que no
escapan del mismo condumio y así sean militares como civiles hay que
medirlos con la misma vara del desprecio que se han ganado en busca
del poder que los consume a diario. Mientras, Maduro sigue en el poder
como Dios y la Constitución mandan y, otros como jalabolas
envilecidos.


 



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Esteban Rojas


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