¡Qué sabroso era ser revolucionario cuando el barril de petróleo estaba a 100!

Dada las circunstancias actuales y la desbandada de supuestos “revolucionarios” a posiciones más parecidas a nuestros adversarios políticos, tengo la sensación de que estos “revolucionarios” no lo eran como uno creía.

En nombre de la libertad de expresión y de la bien nombrada “crítica” esta desbandada se ha hecho evidente, especialmente en esta página,  donde la acción de “APORREAR” se desvió de objetivo, quizás sin intencionalidad, ¡quizás!, no lo sabemos con exactitud.

La actitud que debe prevalecer, como la actitud de Pedro Salima que lo manifiesta en su artículo http://www.aporrea.org/ideologia/a227390.html, es la actitud que un revolucionario debe tener sin menoscabo de su crítica, y Salima es crítico a más no poder, pero no por ello, y así lo explica en su artículo,  deja que su inconformidad o critica lo desvíen de su norte revolucionario y sabe muy bien que aunque critique, no va a obrar para que derroquen, derroten o revoquen a este gobierno, que es el gobierno de la revolución, sea malo, regular o bueno, nunca nadie estará 100% conforme.  Y así como también lo explica en este artículo, él también criticó bastante a Chávez y no por eso saltó la talanquera o contribuyó para que lo derrotaran.

Sin embargo, en esta web pululan quienes, sin empacho, llaman incluso a “firmar, revocar y celebrar”. ¿Celebrar? Al menos que seas un opositor con sangre ultra escuálida no veo el motivo de dicha celebración. Porque, de ser revocado, ¿en qué cabeza cabe que ganaremos las elecciones para el próximo presidente? Dentro de sus cuentas de celebración, ¿no toma en cuenta a la oposición?, que estaría súper envalentonada y sus medios quienes estarían más que nunca vueltos locos para finalizarnos de una vez.

¿No lo ve? o la guerra psicológica lo tiene tan envenenado que lo ciega. Ó, como yo pienso, es solo una ficha opositora que está jugando dentro de aporrea haciéndose pasar como uno de los nuestros. En nombre de la libertad de opinión y critica, creo que estamos dejando que nos invadan en el portal, y así como los paramilitares en la frontera, nos han estado permeando y hasta instalándose en nuestra ventana de opinión. ¿Es deliberada esta penetración? ¿Cómo es que ven bien clarito la penetración paramilitar, aunque estén lejos de la frontera, pero no ven esta penetración en sus narices?

En ese hato de reses también están los que como supuestos abogados constitucionalistas piden a gritos, sin velo alguno, un revocatorio para este mismo año. ¿A quién cree favorecer? ¿Lo hace a sabiendas que “estratégicamente” no nos conviene? ¿Sabrá que si hace el revocatorio este año, y es revocado, hay necesariamente elecciones para buscar nuevo presidente? ¿Piensa este abogado que estemos en condiciones de ganar un revocatorio, especialmente en estas circunstancias de crisis económica? ¿No piensa este abogado que es mas estratégico qué, si de darse el revocatorio,  se dé bajo circunstancias que aunque se pierda “garantice” la continuidad del proceso y que el tiempo juegue a nuestro favor? ¿A caso no ve este ilustre abogado que quienes están “apurados”, y por lo tanto con el tiempo en contra, son precisamente nuestros enemigos políticos?

Ó, como yo creo, este abogado está colaborando directamente con la oposición haciéndose pasar como ficha de la revolución ¿? , porque yo no creo que sean tan bruto para pedir revocatorio este año, al menos que lo haga con toda la intención a sabiendas que estratégicamente le favorece mas a la oposición. No por nada fue invitado alguna vez a la embajada gringa. Me refiero a Jesús Silva R. por si no lo ubicaban bien.

Otra posición valiente la hizo William Izarra, desde un punto de vista pedagógico y escolástico, pero revolucionario, dándonos cátedra de macro política y macro visión de las circunstancias en su artículo, también dirigido a “los camaradas” http://www.aporrea.org/actualidad/a227429.html donde trata de animar a aquellos que se sienten atemorizados y ubicándonos a todos en la posición en la que realmente estamos, una GNC (guerra no convencional) de características económicas y psicológicas que están mellando algunas mentes.

Y por último quedan aquellos que tienen rodillas flojas y ante cualquier movimiento se caen solitos. Aquellos que parecieran son el ejemplo perfecto de que no todos estamos rodilla en tierra ni preparados psicológicamente para enfrentar una invasión armada si fuese necesario.

Aquellos a los que la guerra económica les pego durísimo en el estomago y por lo tanto, blancos más dóciles para la guerra psicológica.
Aquellos que miden su “revolucionometro” por la cantidad de “beneficios que te da el gobierno”, que cuando vienen los días difíciles no se afincan a defender lo logrado, sino se suman al descontento de los que ya no tienen algo y comienzan a adoptar posiciones cada vez más parecidas a la oposición.

Aquellos que no tienen conciencia revolucionaria sino que simpatizaban por que le daban algo. Aquellos que no tienen la conciencia para situarse en el campo de la batalla de la guerra de 4ta generación en la que estamos.  Sino que miden su grado de revolucionario pidiendo que el gobierno central les ayude o peor aún, que reclaman que sea el presidente que le resuelva el problema de la especulación en su vecindad o el sobreprecio del abasto de su urbanización.  Que no se ve “parte” de la revolución sino “beneficiario” de la revolución.  

Y por lo tanto, mucho menos va a entender que la guerra económica no es nueva sino que encontró un aliado y fuerza impresionante con la bajada del precio del barril de petróleo, que como todos sabemos, es la base principal de las finanzas nacionales.  Que antes no importaba si el oligarca de los alimentos no producía algo o escondía algún producto, no importaba porque si hacía falta importábamos y ya.  Eso ya no es posible porque el 70% de nuestras entradas en divisas desaparecieron, por lo tanto ya no estamos en capacidad de defendernos como lo hacíamos antes. Y no lo entienden porque ellos mismos se sitúan en la periferia de la revolución, no en el centro.

Aquellos que de seguro tenían en mente que:  “Que sabroso es ser revolucionario cuando tengo todo en el barrio, los alimentos baratos, medicina, atención, programas de todo tipo para mis hijos, para mi mujer, para mis vecinos.  La construcción de los ferrocarriles, viviendas, puentes, y demás, ¡que sabroso!

Pero cuando a la revolución la tienen de rodillas, la tienen contra las cuerdas, la tienen sin fuerzas para defenderse, no derrotada, solo en medio de la golpiza.   Aquellos incautos de rodillas flojas, en vez de aupar a su pupilo (el gobierno) de apoyarlo de aplaudirlo, de darle ánimos, lo que hace es comenzar a criticarlo, vilipendiarlo, incluso hasta culparlo directamente por que se está dejando golpear.  No hay oligarquía, no hay guerra económica, no hay guerra psicológica, no mafias opositoras asesinas, empresarios mafiosos al acecho, imperio externo, medios complotados. Todo eso desaparece cuando al quitarle su “comodidad” entra en confusión y es presa fácil de la propaganda.
Y luego están otros, quizás solo unos cuantos, que dentro de la revolución se creen el alma de ella, se creen los apóstoles de la patria.

Tienen sus favoritos dentro del proceso, se desviven con la crítica destructiva hacia el presidente, no disimulan su favoritismo o simpatía hacia el primer vicepresidente del partido (Diosdado) quieren o desean que sea Diosdado y no Maduro el que tome las riendas.  Trabajan para ello. Incluso desde que se asomó la posibilidad de que Aristóbulo Isturiz, en caso de ser revocado Maduro, sea quien finalice el gobierno actual, lo han estado atacando.  Toby Valderrama es uno de ellos. Aquí un artículo suyo:(Aristóbulo y Pérez Abad, agentes de la entrega del gobierno y del PSUV a la oligarquía)
 http://www.aporrea.org/actualidad/a227428.html

Estos últimos, mientras el barril estuvo a 100 $, se dedicaban a teorizar sobre el socialismo, con el barril a 30, se sienten que la revolución se les escapa. Y usan su intelecto tratando de buscar el culpable de la debacle de su bienestar revolucionario.  Usan su intelecto en tratar de buscar un líder que rescate su bienestar.  Azuzan y provocan. Incluso mienten.  Todo se les hace fácil para lograr su cometido.

Y por último, esta aquel qué, aunque se siente revolucionario, tiene incluso programas en la televisión “defendiendo”, a su modo, a la revolución, además de su portal de noticias que no deja de alabar cada vez que puede.  El peso de su responsabilidad como personalidad pública lo lleva incluso a tomar posiciones guabinosas, de esos que quieren seguir bien con los duros y con los blandos. Con los rodillas flojas y los rodilla en tierra.

Todos, extensivamente todos, se comportaban de una manera cuando la revolución estaba en auge y apogeo, con el barril a 100 dólares. Pero con la revolución en el suelo y siendo pateada, muestran el grosor de su revolucionometro.
“¡Que sabroso Era ser revolucionario cuando el petróleo estaba a 100 dólares!”



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Joel Romero


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