A Nicolás lo agarró: ¿El principio de Peter?

Cuando el juicio va mal, el acusado presenta excepciones y prescinde en lo que puede del jurado. J. Dryden…

En una jerarquía, todo empleado tiende a ascender hasta su nivel de incompetencia. Así lo describe el famoso Principio de Peter, si se lo aplicamos a la política, diríamos que todo político con suficientes éxitos tiende a alcanzar las tribunas más altas de liderazgo, hasta lograr alcanzar el tope máximo de su nivel de fracaso. Esto lo podríamos comparar por analogía con el principio de Nicolás, para referirnos al presidente de Venezuela, lamentable caso de un político que ungido por Hugo Chávez antes de morir, por mal subir, ahora terminó de bajar. Con ese discurso bofo el pasado 21 de enero en la Asamblea Nacional.

Admiré mucho en vida a Hugo Chávez, como ciudadano, político y presidente muchos nos sentimos reivindicado por sus discursos contra la corrupción, después que salió de prisión hasta que fue electo presidente en 1998, sus valientes denuncias sobre el agotado modelo de la llamada cuarta republica, su resistencia a continuar por el sendero de un sistema explotador, lleno de oscurantismo, y antidemocrático. Su excelente papel como presidente durante 14 años lo llevó a buscar escenarios más altos, y apuntó a una nueva constitución aprobada en 1999. Pero su heredero hoy en la presidencia, parece que la ambición desmedida por el poder lo esta hundiendo en las aguas negras que antes Chávez intentó purificar: esta rodeado de malos colaboradores, que han aumentado la inflación, la escasez, la especulación, la corrupción y nos convirtió en pedigüeños internacionales. En su mensaje en la AN rindió homenajes a personajes de la oposición por la escasez, quienes se reían en pleno discurso, ya que no tuvo argumentos sólidos para combatirlos (un ejemplo, el reconocimiento al analista económico de derecha sin contenido social de Luis Vicente León) y lo peor cuando empezó a ver enemigos en sus propios camaradas. Náufrago de la reciente gira por Asia y Europa pidiendo cacao por la baja de los precios del petróleo, se agarró al salvavidas de un aumento salarial inflacionario, y a los corrompidos hijos de cadivi como son los sicad’s. Y, al tratar de ascender en ese mensaje a la nación y al mundo desde la AN, lo que logró alcanzar fue su máximo nivel de incompetencia.

En política presidente Maduro, la reiterada incompetencia no solamente se mide por los errores cometidos, y las continuas metidas de pata en que se incurre, sino por la velocidad con que el presidente aconsejado por mediocres asesores se aproxima con la velocidad de la luz a lo que antes criticábamos de la IV R. Llegado a la Presidencia en el 2013, y tras una primera escaramuza con la oposición en febrero de 2014, llenas de perplejidad y quietud, Nicolás optó por lanzar el dakazo para las municipales distractoras del 2013, como un tren sin rieles, y una gallera sin gallos. Empezando este 2015 piensa relanzar la alicaída economía venezolana con potes de humo que tienen que ser atacadas como socialistas modernos de verdad en pleno siglo XXI. Luego siguió la cháchara discursiva felicitadora hacia sus colaboradores más ‘leales’, como Diosdado, Jorge, Osorio y Arreaza.

Nicolás enfrenta hoy la peor crisis social y económica en 16 años de la revolución bolivariana un proceso que pretende despojarlo de su legitimidad de desempeño.

En mi modesta opinión, Nicolás es victima de los miembros incompetentes que integran su Gabinete Ministerial súper burocrático. En cambio, me preocupa que haya optado por blindarse de silencios en circunstancias en que la inflación y la escasez hacen estragos en el pueblo venezolano, esto lo obliga a recapacitar del trasnocho ideológico. Ya no me refiero solo a la poca claridad sobre el vapuleado imperio norteamericano, al no responder con críticas sobre la reunión que llevan en Cuba los gringos con el alto gobierno cubano, sino también a una serie de preguntas que, se hacen muchos venezolanos que deje descansar en paz a Chávez, y se dedique a recomponer la economía venezolana hoy en crisis.

El cuestionamiento plantea posibles vínculos corruptos con ese perverso control de cambios célebre por las irregularidades en jugosos contratos en la importación de alimentos y medicinas.

Son situaciones sumamente graves que el presidente debería enfrentar para tranquilidad de todos los venezolanos. ¿Qué pasaría si la naciente Marea Socialista no hubiera opinado con sus denuncias sobre la desaparición de mas de 279 millardos de dólares, en su nacimiento hubieran tropezado con silencios parecidos, cuando se pretenden elegir a dedo los próximos candidatos del PSUV a la AN en forma anti democrática, para continuar con la política del gato? El Principio de Peter podría acabar tragándose al presidente Nicolás Maduro, y a la revolución bolivariana.

Esto lo digo con toda claridad: porque es lo que escucho en la calle por la arrechera de la gente por el alto costo de la vida, la escasez y las colas etc. No es exageración. La libertad de expresión no sería libertad si no abarcara la posibilidad de denunciar las equivocaciones, y de que los gobernantes no incurran en el ejercicio incorrecto del poder.


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Edgar Perdomo Arzola

Analista de políticas públicas.

 Percasita11@yahoo.es      @percasita

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