La guerra de expropiación capitalista contra el pueblo tiene a nivel mundial y local más de cien años, se libra simultáneamente en diversos frentes, los hechos recientes lo ilustran. Sus móviles, la gula, el ansia, ambición desmedida y frenética del poder. En los actuales momentos se busca utilizando acciones complementarias y concertadas, cargar de odio a la población para instaurar una histeria colectiva que desencadene una guerra civil.
Todo esto es manejado por sociólogos, sicólogos, siquiatras de masas y planificadores capitalistas, quienes manipulan el comportamiento de grandes grupos humanos usando la persuasión, para inducir comportamientos irracionales, completamente emocionales, fobias, rabia, ira, se lleva a los grupos humanos a una suerte de paroxismo. Un individuo en tal estado no razona, está fuera de sí, enceguecido, por el pánico y rabia.
Dentro de este contexto, la guerra económica, tiene un papel, el acaparamiento y contrabando, al tiempo que encarece, aumenta las ganancias de los dueños de redes monopólicas de producción y comercialización capitalistas, somete al pueblo a largas colas que van acumulando malestar y frustración en la población.
La guerra mediática nacional é internacional, manipula, altera y tergiversa los sucesos. Se miente descarada y cínicamente, todo esto va distorsionando la realidad y desconectando al sujeto, se confunde quien es el responsable de tal situación, el propósito es dual, por una parte justificar la intervención internacional de los “salvadores del planeta” y en segundo lugar un acto de disociación, de la realidad final, transferir toda la responsabilidad y la carga de frustración y odio al gobierno que se quiere derrocar. El mensaje es, el gobierno es el culpable, he aquí la gota que rebasa vaso, el papel, de la acción violenta de grupos mercenarios vandálicos que están operando ahora en Venezuela.
En las guarimbas recientes, vemos como infiltran en los “simpatizantes y adeptos” al sistema económico social capitalista, bandas de mercenarios entrenados y dirigidos a operaciones específicas, en donde la destrucción, la siembra de pánico, terror y asesinatos, al tiempo que producen desaliento y frustración, buscan “detonar” la rabia e histeria colectiva, para desencadenar la guerra civil, el tan buscado sacudón, Situación que justifica la ruptura del hilo constitucional e la intervención de los salvadores de la plutocracia supranacional (globalización) y la reinstauración en Venezuela del sistema de dominación y sumisión capitalista.
La lucha popular contra el capitalismo demanda de acciones concertada en todos estos frentes, particularmente la guerra económica demanda, además de la aplicación de la ley de costos y precios, es urgente, corregir y optimizar el desempeño de las empresas socialistas existentes, acelerar la creación de nuevas empresas socialistas, que compitan, neutralicen el soborno y desplacen las redes monopólicas capitalistas. Esto demanda la aplicación de métodos científicos críticos y participativos de formación y capacitación, aunado a una eficiente contraloría social y coordinación estadal, en todas las etapas del proceso de producción, almacenamiento, transporte y comercialización.
Un sistema socialista requiere de un ser humano nuevo, con otros valores éticos y sociales, la lucha se libera también en los hábitos, valores, costumbres e ideales de cada uno de nosotros, para formar el individuo participativo, colaborador, cooperativo y corresponsable, para la construcción colectiva del socialismo se requiere de una reeducación y formación de la población desde la televisión, cine, hogar y una nueva escuela.
Es fundamental usar herramientas sicológicas persuasivas en los medios de masas para vencer la fobia al socialismo y formación ideológica del pueblo, al respecto hay que implementar ya las escuelas de formación ideológica, formar un sujeto con conciencia crítica de los hechos, para evitar la manipulación confusión capitalista. Se requiere organizar y desarrollar eficientes redes de veedores populares, con coordinación organización cívico-militar a nivel local, estatal y nacional para derrotar los mercenarios.
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