Durante los quince años que lleva la revolución bolivariana se ha presentado un hecho curioso, tal vez único en los anales políticos a escala global. Los partidarios de quienes gobiernan e incluso los mismos gobernantes parecen más bien ser minoría y opositores u oposición.
Así es, el hecho es que siempre ha sido peligroso ser chavista porque usualmente el gobierno ha actuado con lenidad para con quienes nos agreden de la forma que sea de tal manera que nada raro tiene el tener que esconder nuestra posición política por temor a ser agredidos por una hasta ahora minoría opositora, eso sí, minoría que cada vez es menos minoría. Es un hecho absurdísimo, pero no por absurdo deja de ser verificable, aquí los agredidos, insultados, vejados, insomodados, aturdidos, atropellados y asesinados somos los chavistas y para más inri somos también los acusados de violentos.
Vaya tarea difícil la de ser chavista, ojalá que las palabras del presidente Maduro advirtiendo contra actos de intolerancia para con los chavistas hagan amainar aunque sea un poco lo que ha sido palpable desde el inicio,que somos gobierno pero parecemos oposición y siempre estamos en tiesgo. Ser chavista se ha convertido en un deporte extremo,esa es la realidad.
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