Nadie en su sano juicio hubiera pensado a principios del siglo pasado en algunas cosas las cuales hoy día por efecto de la tecnología nos resultan comunes como sería el caso de “un arroz con pollo sin pollo” lo cual observamos en empaques de conocidas empresas que usando sabores artificiales nos lleva a pensar que el ave está presente. La publicidad en estos casos es suficiente para establecer un mensaje televisivo la relación condicionada para unir la presentación en el estante del supermercado con el engaño de creer que compramos en esa imitación un pollo verdadero concentrado. Sin embargo, más sorprendente seria para los revolucionarios en estos mismos tiempos soñar con un socialismo sin socialistas cosa que ningún teórico del marxismo hubiera pensado pues la base para este tipo de transformación pasaba por una serie de requisitos donde ante todo se necesitan lideres formados en la lucha social algunas veces armada, otras pacificas pero siempre en el marco de una vanguardia política donde la definición ideológica se caracterizaba por una unidad con la práctica y si bien una persona podría ser de extracción social burguesa o pequeña burguesa tenía que demostrar con acciones su respeto y dedicación por la humildad, el trabajo y el sacrificio ante las vicisitudes para alcanzar el cambio de una sociedad capitalista hacia el socialismo tal es así que la mayoría de los lideres en este apostolado dieron con sus huesos en las prisiones.
Ahora bien la tecnología no solo le cambia el sabor a la vida si no que puede servir de instrumento para hacer de una pandilla militar golpista una hueste revolucionaria heredera de todos los movimientos revolucionarios involucrando a burócratas mala mañosos en la historia como socialistas utilizando los medios de comunicación social como amalgama donde las panzas de flamantes corruptos sirven de telón de fondo de franelas con el rostro del Che Guevara como ejemplo de una vida dedicada a los pobres. Esta truculencia es el gran invento de los contra revolucionarios, revolucionarios del siglo XXI gracias a los enormes recursos financieros obtenidos por la explotación petrolera la cual de paso está ahí gracias a los tiempos pasados cuando no se habían inventando unos vivos el cuento de un socialismo sin socialistas y si bien siempre han existido cuenteros ningunos llegaron a tanto en eso de sofisticar la falsedad al máximo.
En definitiva hemos entrado de frente al siglo XXI inaugurando un sistema político inexistente al cual han llamado socialista donde en verdad una clase militar encubierta entre pobres y fantasías vive a los burgués con un sello de proletarios a la vista.
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