Sentir Bolivariano

Lealtad revolucionaria y formación ideológica

La lealtad es una gran virtud que, indudablemente se relaciona directamente con la formación integral del individuo y el desarrollo de su personalidad. Ser leal, es asumir y defender, en lo individual y en lo colectivo, principios y valores morales e ideológicos que constituyen un proyecto de vida. Por lo tanto, para los(as) revolucionarios(as), debe ser practicar la camaradería, la solidaridad, la cooperación, la honestidad, la democracia participativa; debe ser tomar conciencia de lo que implica cumplir con un compromiso de lucha, aún frente a circunstancias cambiantes y adversas; debe ser mantener el derecho a la divergencia, sin traicionar  los principios que se dicen defender. Lo contrario a la lealtad es la traición, la cual entonces, supone la violación a los compromisos asumidos. Pudiéramos decir además, que la lealtad es la cualidad de aquella persona que actúa de manera sincera y honrada, con respeto y reconocimiento a sus propios principios morales y éticos. Aquella que no engaña, ni traiciona. 

Sin temor a equivocarme, el mejor ejemplo de lealtad en nuestra Historia Patria lo constituye nuestro padre Libertador Simon bolívar, quien fue leal a sus ideales libertarios, a sus principios, a sus proyectos; y así como él, cuantos hombres y       mujeres leales a esos mismos principios y al propio Libertador, que destacan con grandeza en nuestra Historia. Como dejar de nombrar al Gran Mariscal Antonio José de Sucre, realmente un gran soldado independentista, fiel a Simón Bolívar y al proyecto emancipador, hasta sus últimas consecuencias. Precisamente por eso lo asesinaron, por su lealtad inquebrantable al liderazgo del Libertador y al proyecto de libertad y soberanía que él encarnaba. Otro ejemplo importante de considerar aquí, es el de Ezequiel Zamora. Los apátridas y traidores del momento, no pudieron soportar su convicción revolucionaria, su espíritu indomable, su férrea decisión a construir Patria; y planificaron su desaparición física, concretada con la bala traicionera de San Carlos. 

Esa es la lealtad revolucionaria que necesitamos elevar en la conciencia y en el corazón de todo (as)  los (as) revolucionarios (as). Lealtad a nuestro máximo líder, Hugo Chávez Frías; y por tanto, a la Revolución Bolivariana, a los principios y objetivos que buscamos alcanzar en este proceso que nos está conduciendo hacia la consolidación definitiva del Socialismo Bolivariano. Sin duda, que el personaje principal acá es el pueblo organizado, como se dice tradicionalmente, “la masa popular”; que sigue sin vacilar con claro sentimiento de lealtad revolucionaria, al líder que se ha ganado su confianza, que ha sabido interpretar cabalmente sus deseos, sus esperanzas; aquel que se sabe dedicado por entero al cumplimiento de los compromisos adquiridos, sin mas satisfacción que el sentimiento del deber cumplido, de la fidelidad a los principios de libertad y soberanía. He aquí la mejor muestra de la lealtad compartida, que se complementa: del pueblo hacia su líder y de éste hacia su pueblo.  

Así es Chávez, así es Fidel; líderes indiscutibles de Nuestra América, que nos sirven permanentemente de ejemplos imperecederos; igual que Bolívar, Sucre, Zamora, en esta lucha hacía la autentica liberación de nuestros pueblos. Recordemos lo que escribió ese otro grande, el CHE Guevara, refiriéndose a ese liderazgo de Fidel y su compenetración con su pueblo: “Maestro en ello es Fidel, cuyo particular modo de integración con el pueblo solo puede apreciarse viéndole actuar. En las grandes concentraciones públicas se observa algo así como el  diálogo de dos diapasones, cuyas vibraciones provocan otras nuevas en el interlocutor. Fidel y la masa comienzan a vibrar en un dialogo de intensidad creciente hasta alcanzar el clímax en un final abrupto, coronado por nuestro grito de lucha y de victoria”.

Por ello, compatriotas, la lealtad revolucionaria requiere de mucha voluntad y convicción, tanto en lo colectivo como en lo individual, porque ha de obtenerse con la teoría y la práctica diaria y permanente; y se verifica en la constancia y la perseverancia. No podemos ser leales solo en ciertos momentos sino a toda costa, todo el tiempo. Son muchas las pruebas, tentaciones y obstáculos a los que nos enfrentamos y sometemos, pero debemos aprender a superarlos. 

No podemos entonces, colocar límites a nuestro compromiso con los principios revolucionarios. Recuerden que para Judas Iscariote sólo bastaron unas cuantas monedas para traicionar a Jesús de Nazaret. Preguntémonos día tras día, si nosotros tenemos algún precio para traicionar la revolución y pongamos por encima de toda nuestra voluntad para salir airosos de esas pruebas, comenzando por aquellas que nos parecen una ligereza; puede ser una buena estrategia para ir elevando nuestra lealtad Revolucionaria. 

Camaradas, la lealtad revolucionaria que profesa la gran mayoría de nuestro pueblo, nos invita ampliamente a ser cada día más honestos, eficientes, eficaces, apasionados, generosos, conscientes. Como lo hemos dicho en diferentes oportunidades, también nos llama a apartarnos de vicios dañinos como el individualismo, el sectarismo, la corrupción, la mediocridad, el burocratismo, entre otros flagelos de los que aún no hemos podido deslastrarnos. Preciso es entonces, acumular todas las virtudes para ser buenos y mejores revolucionarios, seguir transformándonos en excelentes militantes socialistas. 

La formación  ideológica que mencionamos constantemente; y en la que debemos seguir insistiendo en todo nuestro accionar diario, nos ayudará ampliamente a reflexionar sobre la fidelidad a toda prueba que merece la Revolución Bolivariana, la lealtad sin complejos que debe guardarse a nuestro líder indiscutible Hugo Chávez Frías. Estudiar y reflexionar para terminar de convencernos en la práctica, que la formación ideológica es un importante complemento de la lealtad revolucionaria. De allí la importancia del estudio y el análisis permanente en todos los niveles organizados de nuestro pueblo, para continuar consolidando la conciencia del deber social, la fidelidad revolucionaria, en esta transición hacia el socialismo, que como sabemos, no es nada fácil. Ya lo dijo el CHE Guevara en su momento: “La nueva sociedad en formación tiene que competir muy duramente con el pasado. Esto se hace sentir no solo en la conciencia individual, en la que pesan los residuos de una educación sistemáticamente orientada al aislamiento del individuo, sino también por el carácter mismo de este periodo de transición con persistencia de las relaciones mercantiles. La mercancía es la célula económica de la sociedad capitalista; mientras exista, sus efectos se harán sentir en la organización de la producción y, por ende, en la conciencia”. 

Las batallas venideras serán libradas con armas indestructibles y poderosos escudos protectores, como un sólido sentimiento revolucionario, como la unidad, la convicción, la organización, la planificación; pero el armamento más poderoso será siempre el de la lealtad revolucionaria, esa que todos los socialistas debemos ofrecer al proceso bolivariano para seguir destruyendo las cadenas opresoras del sistema capitalista y seguir entonces construyendo firmemente la Patria Socialista, libre, soberana y antiimperialista, por la que se viene luchando desde hace doscientos años…y mas… 

sentirbolivarianobarinas@gmail.com

Independencia y Patria Socialista!!!

Viviremos y Venceremos!!!

Barinas, 15 de Agosto de 2011



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Adán Chávez Frías


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