Proceso revolucionario

El polo patriótico

Trataremos de poner el concepto en perspectiva basándonos en matemáticas de conjuntos. Consideremos al “Polo Patriótico” como un conjunto; al tiempo, así mismo, hagámoslo con la propuesta política de las derechas venezolanas denominada “Mesa de la Unidad” (MUD) lo que nos llevaría a aceptar que la realidad política en Venezuela estaría circunscrita, principalmente, a dos conjuntos políticos: la propuesta del líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Rafael Chávez Frías, cuando hace un llamado a conformar el “Polo Patriótico” y la MUD. Podríamos considerar en la globalidad política un tercer conjunto que podría estar compuesto por ese sector de la sociedad que “no ha tomado partido aún” sin especificar, por ahora, que queremos calificar con ese frase-concepto político; además y así mismo, con importante incidencia en la realidad interna de la política venezolana, el conjunto conformado por los “factores externos” independientemente que se adhieran/suscriban las políticas propuestas y en ejecución por la Revolución Bolivariana y aquellos factores que se identifican y apoyan con y a esas derechas venezolanas arriba en mención. En resumen, en la realidad venezolana, como un todo socio-político, están presentes, directa e indirectamente, cuatro conjuntos políticos donde cada uno de ellos, a su vez, están conformados por sub-conjuntos que trataremos de definir a continuación con las limitaciones del caso.

Permítasenos comenzar por, quizás, el menos polémico no por ello menos importante de los cuatro conjuntos propuestos que es el conjunto de los que hemos denominado como aquellos sectores sociales que “no han tomado partido aún” que, en corta frase, siempre se los ha definido como los “ni-ni” y que las encuestas los ubican como los “indecisos”; en ese orden, considerando que, temporalmente, los hayamos calificado como los “menos polémicos” no significa que no pudieran radicalizarse en un momento temporal-histórico preciso como, probablemente, se desarrolló en la Alemania durante Adolf Hitler, en Italia con “Il Duce” y en España con el militar y héroe de las “arenas saharianas”, Francisco Franco Bahamonde. La pregunta que trataremos de responder, a posteriori, sería ¿cuál es la realidad sociológica y económica de este conjunto y cómo los conjuntos políticos definidos mas arriba pudieran alcanzar la subscripción de este conjunto a sus propuestas político-ideológico-económicas?

El segundo conjunto que precisamos desarrollar sería el de los “factores externos” del cual hemos considerado que estaría, básicamente, conformado por dos sub-conjuntos: aquellos que suscriben las políticas y, en algunos casos, el marco ideológico en el que se soporta la Revolución Bolivariana y el sub-conjunto que, evidentemente, se opone, militantemente, a esas políticas y, fundamentalmente, al marco ideológico bolivariano y su correspondiente praxis. Pero, se pudiera inferir, que ni el uno ni el otro son, en si mismo, homogéneos. Describamos el primero de los dos sub-conjuntos referidos al que podríamos definir como “sociedades foráneas con la Revolución Bolivariana” (es importante destacar que nos referimos a “sociedades” y no a gobiernos sin negar que hay gobiernos que se expresan a favor del proceso revolucionario bolivariano; en este contexto, es necesario precisar que nos referimos a los “internacionalistas” históricamente activos en procesos revolucionarios). Como bien señalamos, este sub-conjunto estaría, básicamente, conformado por aquellos que se adscriben a las políticas sociales y económicas que desarrollan las políticas revolucionarias tanto de carácter nacional como las enseñanzas que se desprenden de ellas mismas hacia las realidades nacionales de cada uno de los componentes socio-nacionales en sus propias realidades objetivas. Sería extenso describir, por ahora, las particularidades de cada uno de estos componentes-nacionales en este limitado análisis-propuesta como, por ejemplo, las solidaridades sociales-económicas que desde “Citgo-Seven/Eleven”, conjuntamente, con ciudadanos estadounidenses y Kennedy se vienen desarrollando en un número elevado tanto de diferentes estados de los EEUU de América como en comunidades particulares como serían los “afro-americanos” y algunos de los “pueblos originarios” como los del estado de Alaska. Otro de los componentes de este sub-conjunto pro-bolivariano sería el que componen los “Países del ALBA” y las consecuencias socio-económicas que se han venido diseñando e implementando desde este organismo internacional sub-regional como, por ejemplo, PetroCaribe, por mención. Es de todas lógicas que este segundo componente es, ideológicamente, con sus propias características nacionales, “más cercano” a las tesis ideológicas de la Revolución Bolivariana pero considerando, siempre y permanentemente, repetimos, las realidades propias nacionales no solo las económicas y sociales sino, obligatorio reiterar, las históricas. Por ejemplo, las realidades de Cuba, Bolivia, Nicaragua, Ecuador, por mencionar, en los paradigmas referidos son, entre si, profundamente diferentes pero la “idea central” que sustenta la “unidad del ALBA” es, perfectamente, demostrable con relación, por ejemplo, al respeto de las características nacionales.

El segundo sub-conjunto de este conjunto que, también, podríamos definir como “sub-conjunto trans-nacional”, estaría conformado por, permítasenos, las derechas internacionales en sus dos “sub-conjuntos” del “sub-conjunto trans-nacional”: las derechas que conforman los grupos democristianos europeos con las derechas republicanas estadounidenses (Tea Party y GOP radicales) y los grupos que se ubican al centro-izquierda socialdemócrata, particularmente, la europea conjuntamente con miembros del Partido Demócrata estadounidense. Cada uno de estos dos sub-conjuntos de derechas buscan alcanzar dos objetivos políticos concretos: el primero de ellos sería lograr que el líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Rafael Chávez Frías, deje de ejercer como Presidente del Gobierno Bolivariana; y, en segundo lugar, desmontar los logros sociales y económicos alcanzados y, por lógica, las tesis socio-económicas, políticas e ideológicas que sustentan la Revolución Bolivariana. Lo expresado no se entendería si no se tiene presente el significado de las ideologías y praxis económicas de las derechas en las actuales realidades del modernismo (algunos dirían: post-modernismo). Es decir, las propuestas socio-económicas, ideológicas y políticas de las derechas democristianas plus Tea Party se suscriben con las políticas liberales o como se denominan actualmente como “neo-liberales”; mientras que las propuestas social-demócratas, aun con sus diferencias, las podríamos definir como “reformistas”. Es conveniente precisar que en ambos sub-conjuntos referidos se presentan expresiones tanto de reformismo en el caso de las “derechas tradicionales” (democristianas y Tea Party) como neoliberales en los “suecos” (sic).

El tercer conjunto que trataremos sería el de la denominada como “Mesa de la Unidad” (MUD). Este conjunto es, probablemente, el de mayores contradicciones internas producto de sus propios componentes que, también, los vamos a calificar como sub-conjuntos. Este conjunto, aparentemente, tendría una unidad de carácter político y divisiones tanto ideológicas como de propuestas socio-económicas. Básicamente, dos ideologías fundamentales conformarían los dos sub-conjuntos mas importantes: el sub-conjunto social-demócrata y el sub-conjunto socialcristiano; así mismo, podríamos aceptar un sub-conjunto de políticos radicales que nos atrevemos a calificar como de extrema-derecha. Los objetivos políticos de los tres sub-conjuntos estarían en comunión con sus mecenas internacionales agrupados en el conjunto descrito inmediatamente anterior; por ejemplo, se ha conocido públicamente cuando el sub-conjunto socialdemócrata en algunos de sus miembros políticos elegidos como diputados a la Asamblea Nacional viajaron a Washington para coordinar decisiones buscando consolidar el eje político-ideológico Washington-Panamá-Lima. El sub-conjunto socialcristiano, a lo interno, estaría conformado por tendencias ideológicas que irían desde suscribir las tesis de José María Aznar y Álvaro Uribe Vélez hasta las tesis, mas nacionalistas, de ciertos miembros que podrían considerar que es necesario un “diálogo franco” con el Gobierno Bolivariano suscribiendo ciertas políticas sociales de la Revolución Bolivariana pero oponiéndose a cualquier desarrollo de políticas de “profunda transformación” de las estructuras del Estado burgués. El tercer sub-conjunto, el “radical”, promueve en algunos de sus componentes, el asesinato del líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Rafael Chávez Frías; el “golpe de estado”; tratar de llevar al Tribunal Internacional a Chávez Frías; así como impulsar políticas de “caos” y suscribir políticas de un estado neo-liberal radical mas cercano a las tesis de Tea Party que de los GOP.

Antes de describir el conjunto que denominamos como “Polo Patriótico” nos vemos en la necesidad de explicar algunas realidades que las matemáticas de conjuntos conjugan en cuanto sus interacciones; es decir, dentro de cada conjunto se podría y, posiblemente, se expresen interacciones entre diferentes sub-conjuntos dependiendo, probablemente, de circunstancias sociales temporales, acuerdos económicos, objetivos políticos temporales, presiones externas, por nombrar, como podemos concluir de un objetivo análisis del comportamiento de la MUD. Al tiempo, se podrían dar interacciones entre subconjuntos de, por ejemplo, la MUD con ciertos subconjuntos de la propuesta del Polo Patriótico como podrían ser acuerdos y apoyos a las políticas de construcción de vivienda que está impulsando el Gobierno Bolivariano bajo la responsabilidad directa del líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Rafael Chávez Frías. Estas interacciones, generalmente, son temporales y puntuales. También se podrían y se deberían dar interacciones a lo interno del Polo Patriótico como explicaremos más adelante.

El conjunto del Polo Patriótico que es, en definitiva, nuestro interés de análisis buscaría, fundamentalmente, dos objetivos principales: la unidad de los factores sociales y políticos que suscriben las tesis de la Revolución Bolivariana como un todo; y, la necesidad de analizar y equilibrar las lógicas contradicciones entre los diferentes sub-conjuntos que compongan el Polo Patriótico. ¿Sobre que bases reales y objetivas se deben sostener las estructuras de una propuesta tan importante como nada fácil como es la conformación de un “polo patriótico”? Así mismo ¿cuáles serían las diferencias políticas entre la conformación de un “polo patriótico” y el denominado “frente unido nacional”? En ese mismo orden ¿cuáles grupos sociales, partidos políticos, organizaciones de base, individualidades conformarían los sub-conjuntos del conjunto denominado como Polo Patriótico? Por último, ¿cuáles son las políticas y cómo se conjugarían las diferentes formas de pensamiento socio-político y económicas de los diferentes sub-conjuntos en función de alcanzar los objetivos fundamentales de la Revolución Bolivariana como, por ejemplo, serían los cambios fundamentales de las estructuras del Estado burgués? Evidente que no podríamos responder todas estas inquietudes en este corto espacio; por tanto y subjetivamente, escogeremos aquellas con las cuales podríamos acercarnos a un “ideario ideal y común” hacia lo interno del Polo Patriótico.

La propuesta del líder de la Revolución Bolivariana, Chávez Frías, tanto al PSUV como a formas políticas nacionales (PCV, entre otros) y estamentos sociales (clase media, burguesía nacionalista, empresarios, pequeños productores, intelectualidades, campesinado, sectores obreros nacionalistas, estudiantes revolucionarios, entre otros) de constituir el Polo Patriótico buscaría conformar un “frente nacional comprometido y nacionalista” con las particularidades del ideario de la Revolución Bolivariana; el Polo Patriótico además de sus características de ser nacionalista, democrático, participativo e internacionalista, propone la unidad nacional sobre la base fundamental de un proyecto de Estado moderno y socialista. Consideramos que para objetivar la conformación del Polo Patriótico dos variables deberían ser considerados: la realidad histórica que estructura el pensamiento sico-social venezolano (inconsciente criollo) como también las realidades que se enmarcan en la Geografía Histórica nacional como, por ejemplo, las realidades histórico-objetivas de los Llanos y sus desarrollos sociológicos, entre otros. En lo histórico que conjuga lo ideológico (cuando de ideas socio-políticas con contenido en el Pensamiento de Simón Bolívar) tenemos dos realidades: el ideario global del pensamiento bolivariano en lo continental que se adscribe con el propio proceso histórico de las Independencias y las particularidades histórico-nacionales que, en sus praxis, no pudieron ser alcanzadas sino a partir de la conjugación de los hechos históricos del 27 de febrero y del 4 de febrero como un todo continuo. En los paradigmas de la Geografía Histórica se deberán objetivar las realidades sico-sociales de las telúricas sociedades que se asientan en las diferentes regionales nacionales; es decir, es de objetividad obligada reconocer y aceptar las expresiones culturales de andinos, orientales, occidentales, llaneros, centrales, originarios e insulares. Son realidades que se expresan, por ejemplo, en los comportamientos actuales de las regiones del Táchira y del Zulia. Ambas propuestas expuestas no conforman en si mismo sub-conjuntos del Polo Patriótico pero si son bases fundamentales (entre otros) para su conformación. Dicho lo anterior, tratemos de proponer una serie de sub-conjuntos que podrían adscribirse a la propuesta de Chávez Frías de conformar el Polo Patriótico.

Aún cuando, probablemente, se necesiten incorporar otras bases fundamentales que sustenten el proyecto propuesto, podríamos enumerar una serie de sub-conjuntos sociales que podrían adscribirse al mismo. El Polo Patriótico, fundamentalmente, busca “sumar voluntades” no solo de carácter político sino social con incidencia en lo económico y en lo etno-cultural. Pongamos por ejemplo el proceso que ha venido desarrollando el propio Chávez Frías en lo relacionado con la titulada “crisis inmobiliaria”. Esta crisis tiene dos variables que conformamos como sub-conjuntos del sub-conjunto que titularemos como el “derecho natural a la propiedad privada, en este caso concreto, la inmobiliaria, de la familia venezolana como base natural y fundamental de toda la sociedad nacional”. El primero de estos sub-conjuntos es el conformado por las “clases medias” que han sido “estafadas” por grupos económicos que se adscribirían al sub-conjunto de la burguesía capitalista perteneciente al conjunto de la MUD. El segundo sub-conjunto es el conformado por los sectores sociales afectados por la crisis originada por las lluvias que produjeron situaciones de alto riesgo a familias por las ubicaciones de sus hogares. Ambas realidades como sub-conjuntos podrían y así pareciera forman parte del sub-conjunto arriba referido que a su vez forma parte del conjunto titulado como Polo Patriótico. Ahora bien, los sub-conjuntos que pudieran conformar parte del Polo Patriótico no solamente deberán sustentarse en lo económico; por ejemplo, las tesis que pudieran proponer el Partido Comunista Venezolano –PCV- y que pudieran entrar en un amplio marco histórico que se pudiera sustentar en las tesis del Frente Nacional propuestas por la 3ra Internacional, pasando por los frentes latinoamericanos hacia los contenidos de la evolución de las tesis del Polo Patriótico. Un otro de los sub-conjuntos podría ser conformado con los sectores del agro en toda su horizontalidad como el sub-conjunto de los sectores obreros, literalmente, así mismo, en sus objetivas diferencias y así sucesivamente.

Una vez alcanzado definir los sub-conjuntos que compongan cada uno de los conjuntos arriba en mención, es obligante definir las “interacciones” tanto a lo interno de cada conjunto como las posibles “interacciones” entre sub-conjuntos de ambos conjuntos. En esta dinámica matemática nos permitir definir tanto los acercamientos posibles, acuerdos temporales, contradicciones de clase, contradicciones ideológicas, por mención. Ello al tiempo permite ir definiendo paradigmas de diálogo tanto a lo interno de cada uno de los conjuntos como los diálogos inter-conjuntos. Seguiremos desarrollando este ideario provisional.

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Miguel Ángel del Pozo


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