Sentir bolivariano

Revolución permanente

El comandante presidente, Hugo Chávez Frías, en la pasada reunión con los diputados y diputadas electos y electas  a la Asamblea Nacional, insistió en que una de las obligaciones y necesidades más grandes que tenemos como revolucionarios y revolucionarias, es formarnos integralmente. Por ello, ya se comenzó a trabajar, según lineamientos del propio presidente y bajo la coordinación del diputado electo Héctor Navarro, en la estructuración de una Escuela Superior de Política. 

Es necesario estudiar mucho, camaradas, pero no por el simple hecho de aglutinar conocimientos y saberes en nuestras mentes. Debemos leer, analizar y asimilar conceptos, teorías, tesis, para luego aplicarlos en la transformación de la realidad aún imperante, dentro de este proceso de transición hacia el Socialismo. Es decir, teoría y práctica, como parte de la dialéctica revolucionaria, para continuar construyendo Patria. Dicho de otra manera, formación integral, en lo individual y lo colectivo, para crear en nuestros corazones una sólida Conciencia Revolucionaria. Es la única manera de consolidar, en el tiempo y en el espacio, este proyecto de Socialismo Bolivariano. 

Aprovechemos entonces estas líneas para precisar lo que deben significar, para cada uno de nosotros, los conceptos de conciencia y revolución. El primero proviene del latín “conscientia” que significa “con conocimiento”: “la conciencia es el conocimiento reflexivo de las cosas”. El segundo es más complejo, pero revisando y leyendo, me encontré con el completo y apasionado concepto de Revolución, definido por Fidel Castro durante su discurso, en la tribuna abierta de la juventud, los estudiantes y los trabajadores, el día internacional de los trabajadores, en la plaza de la Revolución, en Mayo del 2000: “Revolución es sentido del momento histórico; es cambiar todo lo que debe ser cambiado; es igualdad y libertad plenas; es ser tratado y tratar a los demás como seres humanos; es emanciparnos por nosotros mismos y con nuestros propios esfuerzos; es desafiar poderosas fuerzas dominantes dentro y fuera del ámbito social y nacional; es defender valores en los que se cree al precio de cualquier sacrificio; es modestia, desinterés, altruismo, solidaridad y heroísmo; es luchar con audacia, inteligencia y realismo; es no mentir jamás ni violar principios éticos; es convicción profunda de que no existe fuerza en el mundo capaz de aplastar la fuerza de la verdad y las ideas. Revolución es unidad, es independencia, es luchar por nuestros sueños de justicia para Cuba y para el mundo, que es la base de nuestro patriotismo, nuestro socialismo y nuestro internacionalismo”

Uniendo ambos conceptos podemos decir pues, que la Conciencia Revolucionaria es el bastión de nuestra ideología como militantes de este proyecto, hacia la creación del hombre y la mujer que necesitamos para construir definitivamente  la Patria  Nueva.  

Sabemos que toda revolución implica cambios profundos elevando prioridades, por eso la soberanía, la educación, la salud, la cultura, el deporte y la justicia social han sido nuestros pilares fundamentales para construir el socialismo. En el capitalismo no existen esos preceptos, sin embargo, debemos asumir que elementos de este perverso sistema se siguen colando en la conciencia de nuestros compatriotas. Debemos seguir luchando contra el clientelismo, las posiciones acomodaticias, la indiferencia ante el sufrimiento de nuestros semejantes y la burocratización, entre otros antivalores aún presentes en nuestra militancia, en el poder popular; y los cuales se convierten en síntomas de inconciencia revolucionaria, de reformismo. Este último, es de sumo cuidado, ya que se infiltra en movimientos progresistas, en partidos populares, con una “retórica revolucionaria”, que finalmente busca proteger a la contrarrevolución, o sea, la aplicación de la política “gatopardiana”, proponiendo supuestos cambios para que nada cambie. Se hace imperativo, como parte del fortalecimiento de nuestra Conciencia Revolucionaria, terminar de derrotar todas esas actitudes negativas, para poder acelerar las transformaciones profundas necesarias y lograr nuestro objetivo fundamental: consolidar el Socialismo Bolivariano. 

Contra los antivalores del capitalismo, los valores del humanismo, del socialismo: La unidad, la solidaridad, el respeto, el compromiso, pero sobre todo, el deber social y nuestro espíritu de lucha constante; amor auténtico hacia los semejantes. En esa lucha diaria y permanente, mostrar la integración verdadera de la práctica que se realiza con la teoría que se pregona.  

Por eso dijo nuestro líder Hugo Chávez, que “La Revolución es Permanente: la operación demolición no ha terminado, estamos en la plena batalla de las ideas…debemos demoler con nuestras verdades las grandes mentiras de la burguesía, de la contrarrevolución, del imperialismo…del capitalismo”. 

Es necesario solidificar la estructura ideológica del Proceso Bolivariano, del Partido Socialista Unido de Venezuela, del poder popular; insistir en la formación ideológica, en fomentar nuestras convicciones, asegurando con el ejemplo de vida, que este es el único camino para construir una tierra verdaderamente libre y soberana. 

Ernesto Ché  Guevara, guerrillero heroico y combatiente, a quien desde este espacio del “Sentir Bolivariano” aprovechamos para rendirle tributo por haberse conmemorado 43 años de su desaparición física, dijo en una oportunidad: “El revolucionario verdadero está guiado por grandes sentimientos de amor”. Con una frase tan sencilla el Che ejemplificó lo que es ser un verdadero revolucionario. El amor por nuestros semejantes, por la tierra que pisamos, por el aire que respiramos, por la vida misma es lo que nos debe guiar, todos los días para seguir construyendo con bases firmes nuestro Socialismo Bolivariano.  

También dijo el Che: “Sean capaces de sentir, en lo más hondo, cualquier injusticia realizada contra cualquiera, en cualquier parte del mundo. Es la cualidad más linda del revolucionario”. Alimentemos, entonces, constantemente ese bastión que nos hace ser verdaderos bolivarianos y bolivarianas: la Conciencia Revolucionaria. Aún nos quedan muchas batallas por librar y esa será el arma más afilada y contundente que usaremos para lograr la victoria definitiva. Recordemos que “no se construye Socialismo con las armas melladas del Capitalismo”. Estudiar y luchar, para meditar y depurar las tácticas utilizadas, es lo que permitirá seguir afinando la estrategia revolucionaria y estar seguros de no errar el camino. Mantengámonos en “Revolución Permanente”. 

Patria Socialista o Muerte!!

sentirbolivarianobarinas@gmail.com



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Adán Chávez Frías


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