Es necesario
estudiar mucho, camaradas, pero no por el simple hecho de aglutinar
conocimientos y saberes en nuestras mentes. Debemos leer, analizar y
asimilar conceptos, teorías, tesis, para luego aplicarlos en la transformación
de la realidad aún imperante, dentro de este proceso de transición
hacia el Socialismo. Es decir, teoría y práctica, como parte de la
dialéctica revolucionaria, para continuar construyendo Patria. Dicho
de otra manera, formación integral, en lo individual y lo colectivo,
para crear en nuestros corazones una sólida Conciencia Revolucionaria.
Es la única manera de consolidar, en el tiempo y en el espacio, este
proyecto de Socialismo Bolivariano.
Aprovechemos
entonces estas líneas para precisar lo que deben significar, para cada
uno de nosotros, los conceptos de conciencia y revolución. El primero
proviene del latín “conscientia”
que significa “con conocimiento”: “la conciencia es el conocimiento
reflexivo de las cosas”. El segundo es más complejo, pero revisando
y leyendo, me encontré con el completo y apasionado concepto de Revolución,
definido por Fidel Castro durante su discurso, en la tribuna abierta
de la juventud, los estudiantes y los trabajadores, el día internacional
de los trabajadores, en la plaza de la Revolución, en Mayo del 2000:
“Revolución es sentido del momento histórico; es cambiar todo
lo que debe ser cambiado; es igualdad y libertad plenas; es ser
tratado y tratar a los demás como seres humanos; es emanciparnos por
nosotros mismos y con nuestros propios esfuerzos; es desafiar poderosas
fuerzas dominantes dentro y fuera del
ámbito social y nacional; es defender valores en los que se cree al
precio de cualquier sacrificio; es modestia, desinterés, altruismo,
solidaridad y heroísmo; es luchar con audacia, inteligencia y realismo;
es no mentir jamás ni violar principios
éticos; es convicción profunda de que no existe fuerza en el mundo
capaz de aplastar la fuerza de la verdad y las ideas. Revolución es
unidad, es independencia, es luchar por nuestros sueños de justicia
para Cuba y para el mundo, que es la base de nuestro patriotismo, nuestro
socialismo y nuestro internacionalismo”.
Uniendo ambos
conceptos podemos decir pues, que la Conciencia Revolucionaria es el
bastión de nuestra ideología como militantes de este proyecto, hacia
la creación del hombre y la mujer que necesitamos para construir definitivamente
la Patria Nueva.
Sabemos que
toda revolución implica cambios profundos elevando prioridades, por
eso la soberanía, la educación, la salud, la cultura, el deporte y
la justicia social han sido nuestros pilares fundamentales para construir
el socialismo. En el capitalismo no existen esos preceptos, sin embargo,
debemos asumir que elementos de este perverso sistema se siguen colando
en la conciencia de nuestros compatriotas. Debemos seguir luchando contra
el clientelismo, las posiciones acomodaticias, la indiferencia ante
el sufrimiento de nuestros semejantes y la burocratización, entre otros
antivalores aún presentes en nuestra militancia, en el poder popular;
y los cuales se convierten en síntomas de inconciencia revolucionaria,
de reformismo. Este último, es de sumo cuidado, ya que se infiltra
en movimientos progresistas, en partidos populares, con una “retórica
revolucionaria”, que finalmente busca proteger a la contrarrevolución,
o sea, la aplicación de la política “gatopardiana”, proponiendo
supuestos cambios para que nada cambie. Se hace imperativo, como parte
del fortalecimiento de nuestra Conciencia Revolucionaria, terminar de
derrotar todas esas actitudes negativas, para poder acelerar las transformaciones
profundas necesarias y lograr nuestro objetivo fundamental: consolidar
el Socialismo Bolivariano.
Contra los
antivalores del capitalismo, los valores del humanismo, del socialismo:
La unidad, la solidaridad, el respeto, el compromiso, pero sobre todo,
el deber social y nuestro espíritu de lucha constante; amor auténtico
hacia los semejantes. En esa lucha diaria y permanente, mostrar la integración
verdadera de la práctica que se realiza con la teoría que se pregona.
Por eso dijo
nuestro líder Hugo Chávez, que “La Revolución es Permanente:
la operación demolición no ha terminado, estamos en
la plena batalla de las ideas…debemos demoler con nuestras verdades
las grandes mentiras de la burguesía, de la contrarrevolución, del
imperialismo…del capitalismo”.
Es necesario
solidificar la estructura ideológica del Proceso Bolivariano, del Partido
Socialista Unido de Venezuela, del poder popular; insistir en la formación
ideológica, en fomentar nuestras convicciones, asegurando con el ejemplo
de vida, que este es el único camino para construir una tierra verdaderamente
libre y soberana.
Ernesto Ché
Guevara, guerrillero heroico y combatiente, a quien desde este espacio
del “Sentir Bolivariano” aprovechamos para rendirle tributo por
haberse conmemorado 43 años de su desaparición física, dijo en una
oportunidad: “El revolucionario verdadero está
guiado por grandes sentimientos de amor”. Con una frase tan sencilla
el Che ejemplificó lo que es ser un verdadero revolucionario. El amor
por nuestros semejantes, por la tierra que pisamos, por el aire que
respiramos, por la vida misma es lo que nos debe guiar, todos los días
para seguir construyendo con bases firmes nuestro Socialismo Bolivariano.
También dijo
el Che: “Sean capaces de sentir, en lo más hondo, cualquier injusticia
realizada contra cualquiera, en cualquier parte del mundo. Es la cualidad
más linda del revolucionario”.
Alimentemos, entonces, constantemente ese bastión que nos hace ser
verdaderos bolivarianos y bolivarianas: la Conciencia Revolucionaria.
Aún nos quedan muchas batallas por librar y esa será el arma más
afilada y contundente que usaremos para lograr la victoria definitiva.
Recordemos que “no se construye Socialismo con las armas melladas
del Capitalismo”. Estudiar y luchar, para meditar y depurar las
tácticas utilizadas, es lo que permitirá seguir afinando la estrategia
revolucionaria y estar seguros de no errar el camino. Mantengámonos
en “Revolución Permanente”.
Patria Socialista o Muerte!!