No podemos darnos el lujo de jugar ping - pong

PDVSA es el Corazón de la esperanza, cuidao

Revisando las noticias con respecto a la interpelación de funcionarios de PDVSA en torno a la licitación de los taladros petroleros, y ante la percepción de algunos diputados de la Comisión de Contraloría de la Asamblea Nacional, me permito, como un ciudadano más, sin ser experto en el tema, hacer algunas observaciones, más que todo en lo referente al comportamiento que debe asumir un gobierno revolucionario.

No podemos pretender crear un gobierno socialista sin asumir, como se le exige a todo socialista con disciplina, moral y ética socialista a que asuma la responsabilidad en cada uno de sus actos. Ahora, no podemos analizar este tipo de situaciones sin tomar en cuenta el contexto general que circunda el país. No es casual que se anuncie y se denuncie una campaña nacional e internacional contra Venezuela y a la vez nos consigamos con este tipo de funcionarios que escurren el bulto cuando se trata de asumir las responsabilidades de algo que evidentemente representa un gran riesgo para el país y el proceso encabezado por nuestro comandante Chávez. El presidente anunció por la calle del medio en su último “Aló Presidente” que PDVSA, es decir, el petróleo será clave en la construcción del socialismo y no se puede concebir de otra forma; la inmensa riqueza petrolera tiene que estar al lado de la estrategia del estado. No se puede desvincular algo tan vital como el petróleo del proceso revolucionario venezolano. Es por ello que lo que sucede en PDVSA no puede pasar desapercibido en el país. Si el petróleo es el arma para consolidar el proceso y fortalecer la economía nacional, no se puede ver el asunto de una forma aislada. La derecha no se va a quedar tranquila ante lo que ocurre en PDVSA; no se trata de la simple soberanía de una empresa petrolera, se trata de la soberanía de la empresa petrolera corazón de un proceso revolucionario y socialista, con un enfoque alejado totalmente de la ortodoxia que ha caracterizado otros procesos en el mundo. Se trata nada más y nada menos que de una de las principales empresas del mundo, al servicio de un proceso de transformación socialista. Una situación de este tipo no puede pasar desapercibida para el imperialismo y la derecha mundial quien intentará aprovechar cualquier rendija para hacer mella en esta poderosa arma del pueblo venezolano.

A pesar de las críticas, la PDVSA de la era Ramírez, es lo más cercano a lo que se concibe en un proyecto de liberación nacional, el acercamiento al pueblo, el financiamiento de toda una deuda social que lentamente pero con paso seguro le ha permitido al presidente acelerar la marcha en la cancelación de la inmensa deuda con los pobres de Venezuela; asimismo el músculo económico de la estatal petrolera nos permite ir mucho más allá de nuestras fronteras y desempeñar un papel determinante en lo que es la conformación del ALBA, la consolidación y el desarrollo de este proyecto de unión de los pueblos latinoamericanos. En fin, podemos decir que PDVSA es algo así como “la joya de la corona” del proyecto socialista venezolano. Además representa esta empresa la dignidad y el valor del pueblo venezolano al sobrevivir al paro petrolero más criminal que haya visto la humanidad, no obstante, la empresa se recuperó y hoy más que nunca es determinante en el fortalecimiento del plan de desarrollo nacional.

El asunto de los taladros como es lógico suponer, trasciende las fronteras de un simple hecho irregular y se convierte en algo de sumo cuidado. Sin más información que las notas de prensa sobre el tema, dado lo sensible del mismo, por la importancia que reviste, lo obliga a uno o mejor dicho nos obliga a todos a estar muy atentos sobre el desarrollo de esta situación. Pero lo que nunca debe suceder es que nuestros funcionarios conviertan el tema en un vulgar torneo de ping-pong, en donde cada quien le endosa la responsabilidad a cada cual y por allí se diluye le efectividad en los correctivos tan necesarios. El tema de los taladros no puede “despacharse y ya”. Justamente esto ocurre cuando el país resuelve asumir la soberanía sobre estos taladros. Por la razón que fuere, si hubo una irregularidad hay que castigarla de manera ejemplar. Ahora no podemos dejar de pensar en la cantidad de intereses que en el mundo se le afecta al imperialismo con las decisiones de esta empresa, de allí que el caso PDVSA no tiene similitud con ningún otro; es necesario y vital actuar pero también debe hacerlo el gobierno y todos los involucrados observando a todos lados, sin caer en posiciones estrafalarias. Es el momento de demostrar de qué están hechos los dirigentes que tienen en sus manos este sensible tema, pero jamás se debe asumir el deporte del ping-pong como herramienta para salirse del paquete. Quienes tengan responsabilidad en la señalada contratación deben asumirla y quienes deben ejercer el control como la Asamblea, debe actuar en consecuencia. Con criterio socialista y revolucionario; despojándose de toda posición ambigua; con mucha serenidad pero igualmente con mucha determinación.

Al ministro Ramírez nadie le puede quitar el mérito que el propio pueblo le ha dado en el sentido de trasmitir en cada una de sus intervenciones la convicción de ser un revolucionario a carta cabal, no tenemos duda al respecto. Las circunstancias le colocan hoy en el “ojo del huracán”. Este pueblo que le reconoce a usted el mérito de desmitificar de complicadísimos tecnicismos el asunto petrolero y llevarlo en un lenguaje llano al pueblo llano, sin parafernalia, sin más que “al pan pan y al vino vino”; el mismo que acercó, para dolor de muchos, a la todopoderosa empresa petrolera a ese pueblo que hoy asume a PDVSA como algo tangible que está en el barrio o bien a través de un CDI, un Consejo Comunal o cualquier otro programa, tiene usted hoy, como timonel de este barco una inmensa responsabilidad. Demostrar que ese barco irá a puerto seguro. Sabemos que el gran capitán Chávez le ha dado un voto de confianza cada vez que se mueven los poderosos sectores internos para intentar defenestrarlo. Estos sectores no han podido, no permita entonces ahora que estos funcionarios asuman la actitud del avestruz, escondan la cabeza y se salgan con el tan popular “yo no fui”. Vaya usted camarada ministro, agarre la mesa de ping-pong y colóquesela de sombrero a quien tenga que colocársela.

latojeda@gmail.com


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Luís Alberto Toro Ojeda

Publicista. Militante de izquierda. Integrante del Frente Bicentenario de Campesinos del estado Trujillo. Integrante del PSUV.

 latojeda@gmail.com      @latojeda

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