¡Con cuál petróleo, estúpido!

Desde que maduro se encargó del gobierno, por razones más personales que técnicas acabó con la industria petrolera del país, con la producción petrolera, desmanteló los equipos de trabajo, con la intervención estelar del fiscal puso preso a muchos profesionales técnicos, acabó con la política de plena soberanía petrolera, comenzó a privatizar los servicios petroleros y actividades de producción de gas y petróleo con convenios a favor de los privados (dándoles el control operativo de las empresas), mucho antes de las sanciones de Trump, por las cuales ni siquiera se ha podido vender la pobre producción que hay. La "política petrolera de maduro" ha sido acabar con la industria, con PDVSA y menguar la producción con vistas a una privatización disimulada. Quizás en el gobierno nunca se imaginaron este final, pero ésto es el resultado de la envidia, la soberbia y ineptitud. Toda acción tiene un precio, una reacción, y el de maduro lo estamos pagando con "valor agregado".

Díganme algo que no sepa. Un país petrolero que no produce petróleo ¡No les parece raro! El que habla en favor del gobierno raya en la estupidez con mucha frecuencia, andan por la vida con gríngolas, pierde la memoria y todo lo confunde, son muy emocionales.

Venezuela produce hoy 700 mil barriles diarios y no los puede vender. Están en este momento activando un viejo plan de Chávez-Ramírez para el almacenamiento del producto que no puede salir debido a las sanciones. Estamos bien jodidos. La que fue el motor de la soberanía, la independencia para subir la cuesta hacia socialismo hoy es una chatarra. Pero aquel que defiende el gobierno de maduro – que se hace el "inocentón" –, ese desmemoriado, autista, que sabe mucho y no conecta nada, insiste en "descubrir" la realidad ahora, después de cinco años encharcando todos nuestros espacios.

Lo primero que hay que decir es que este "incondicional" con el gobierno apoya la misma confusión ideológica que ha estimulado Maduro con su famosa "guerra económica", con la cual quiso decir que hay en el país capitalistas patriotas, honestos, "burgueses socialista". Estos leales se creen este cuento. Muchos ahora se están despertando de la trampa, pero el orgullo no les permite reconocer el engaño a plenitud. Sin embargo la mayoría insiste en justificar esta manipulación con el discurso, de vender capitalismo como socialismo en el discurso, hablar como lo hace Aristóbulo de "conciencia del deber social" con desparpajo, y frente a sus narices, siendo ministro de educación, bandas de niños, algunos ya casi adolescentes, asaltan y asesinan gente en las calles de Chacao y en el boulevard de Sabana Grande, abandonados por el Estado, sin escuela y sin zapatos (sin padres, sin familias, etc.); un socialismo de papel que dejó de ocuparse de los niños y adolescentes, que solo le interesa las estadísticas más bonitas, la mayoría inventadas, convencer a distraídos y adormilados.

Segundo, no se puede hacer cambios revolucionarios socialistas apoyando al capitalismo, así le pongamos los adjetivos más dulces que existan. Fueron precisamente los "empresarios privados honestos" los que desangraron al país en estos cinco o seis años: Dice Luis Britto García "… el gran y casi único negocio de la burguesía parasitaria es lograr que el Estado le aporte ese ingreso (el ingreso de la renta petrolera), al extremo de que sólo entre 2003 y 2014 fueron transferidos 329.756 millones de dólares del Tesoro Público a un sector privado cuyas exportaciones no aportan más del 2,5% de las divisas que nos ingresan." Luis Britto G. ¿Dolarización? Aun así, y a pesar de las advertencias y medidas tomadas por Chávez, el gobierno de maduro continuó otorgando dólares baratos a los "empresarios honestos" y licenciando al capitalismo, a los banqueros, a los comerciantes, liberando los precios, transfiriendo competencias del Estado a los privados, tierras, empresas, petróleo y minería, de forma "pragmática", olvidándose de todos los compromisos con la revolución socialista.

Si estos ciegos quisieran ver podría leerse el artículo completo de L.B.G., investigar, o hacer memoria, buscar en la prensa, es una tarea sencilla. Bien, estos capitalistas honestos son los que nos tienen ahora pasando hambre con el apoyo expreso y directo, con la complicidad del gobernó de Maduro.

Pero, a pesar de todo, siguen siendo "antiimperialistas"… Todo lo confunden y todo lo tienen confuso en sus mentes. No se puede ser antiimperialista sin ser anticapitalista (dice Toby hoy, porque la gente incauta no termina de caer en cuenta de una contradicción tan evidente). Es un disparate lógico e ideológico. Mínimo, el gobierno de maduro debería reconocer que es capitalista, que trabaja para que los ricos se hagan más ricos y puedan especular con las necesidades de la población, y máximo que es un gobierno populista, demagógico socialdemócrata. Pero la realidad nos ha demostrado que es peor que todo eso.

Las sanciones y la conspiración capitalistas, regional y mundial, no justifica en nada la estupidez de seguir el camino capitalista para "competir", para desarrolla "fuerzas productivas capitalistas" distintas a las que ya existen, como si eso fuera posible en Venezuela y en el continente sin una intervención. El socialismo es otra sociedad, otro modelo espiritual, otra organización social, habla de otras necesidades, de cambios que requieren verdaderos esfuerzos materiales, pero morales y políticos, intelectuales, es todo lo contrario del pragmatismo de los oportunistas y aprovechadores; es la única y verdadera manera de vencer a los imperios y al capitalismo, con un cambio de conciencia, sustituir la soledad moral que nada le importa la colectividad, por el deber social, el amor a nuestro prójimo.

Para eso hace falta fuerza, la fuerza que no tienen los pragmáticos insaciables de satisfacer necesidades personales abismales.



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Marcos Luna

Dibujante, ex militante de izquierda, ahora chavista

 marcosluna1818@gmail.com

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